Luis Caputo ha decido intervenir también en las competencias de la secretaría de trabajo, que no está dentro de su ministerio. Lo ha hecho para establecer de facto un techo arbitrario para las paritarias.
Como resultado de la altísima inflación de los últimos meses, la burocracias sindicales y las patronales han hecho negociaciones salariales en las paritarias a muy corto plazo. En febrero, algunos gremios han conseguido valores superiores a la inflación «estimada» desde el ministerio de economía, pero debajo de la inflación real. La política antiinflacionaria de este gobierno es que todo suba menos los salarios. Empobrecer a los trabajadores es su política de Estado.
Desde el Ministerio de Economía han establecido que los números de inflación «estimada» para febrero y marzo son 14 y 12% respectivamente. Y la política frente a las paritarias es negarse a homologar cualquier acuerdo salarial que esté por encima de estas cifras. Es decir, su intención explícita es que los salarios no recuperen lo perdido con la inflación de diciembre y enero.
Los números del ataque
Si se toma por bueno el número de febrero que dan desde economía (14%) y se tienen en cuenta que la inflación acumulada de diciembre y enero fue de más del 50%, entonces la inflación acumulada en tres meses de gobierno de Milei sería de más del 70%. Pocos gremios han negociado acuerdos que equiparen esta cifra, como punto de partida se debería considerar la pérdida que ha implicado este periodo. Lejos de esto, lo que el gobierno propone, mediante los miserables de Caputo y Yasin, es consolidar esta pérdida.
Lo que se propone es sepultar la calidad de vida de los trabajadores con el verso de la libertad. Verso que aquí no aplica ni con la lógica discursiva mas retorcida. Los aeronáuticos acaban de sufrir el primer embate, venían de perder por falta de aumentos acordes a la inflación (la situación mas común) y el gobierno decidió dar marcha atrás con un preacuerdo que superaba el techo de 14% para febrero.
Además, la idea de Caputo y el gobierno sería que desde Trabajo no se homologue el acuerdo de camioneros y probablemente que esta práctica se generalice. Dicho acuerdo con la patronal es por un aumento de 45% en dos cuotas para marzo y abril.
Caputo está intentando, en cierta forma, tomar el control sobre otra variable económica, los salarios. Una vez mas se vuelve a comprobar para quienes hay libertad y para quienes no. Por un lado los empresarios tienen derecho a subir los precios con total libertad y sin ninguna justificación. La «mano invisible del mercado» es, nuevamente, la mano bien visible del Estado interviniendo contra los trabajadores.




