
El primer factor a considerar para pensar el 2021 es que la pandemia es una realidad que se impone por su propio peso más allá de cualquier calendario político. Con un año de rodaje global, el virus continua generando estragos y las perspectiva de resolución de la pandemia son aún lejanas e inciertas, producto de la especulación de ganancias de los laboratorios con la venta (y escasez) de la vacuna, convertida en una mercancía bajo el capitalismo, y la negativa a liberar las patentes para su fabricación masiva. No obstante lo cual, a pesar de la coyuntura, tanto el oficialismo como la oposición patronal comprenden que hay mucho en juego en estas elecciones de medio término y ya comenzaron con sus especulaciones.
Para el gobierno de Alberto Fernández, será su primer choque con el balance de dos años de mandato, la ratificación o no del apoyo electoral conseguido en 2019, la posibilidad o no de contar con mayorías legislativas que le permitan mayor estabilidad y un primer mojón que puede impulsar (o aguar) perspectivas de reelección en 2023. Para Juntos por el Cambio es la posibilidad de presentarse como una oposición fuerte, de debilitar legislativamente al oficialismo y de medir a sus candidatos de cara a la definición de nuevas posibles figuras electorales que les permitirían disputar el poder nuevamente.
El gobierno debe enfrentar la renovación de la mitad de las bancas de diputados, más un tercio del senado (en muchas provincias, los tres senadores). A su vez, provincias como Santiago del Estero y Corrientes renuevan cargos ejecutivos, lo cual acrecienta la presión de los sectores federales dentro de la alianza de gobierno.
Por parte del electorado, los trabajadores ya sufrieron 4 años de macrismo y ahora están haciendo una experiencia con un gobierno peronista que, si bien tiene un discurso demagógico-progresista, se detiene ante cada medida que afecte los intereses de los capitalistas, permitiéndoles que suban los precios, despidan y precaricen con la excusa de la pandemia. La izquierda y partidos como el Nuevo MAS, a pesar de la desigualdad de recursos y llegada con los partidos burgueses, son los únicos que han denunciado desde el comienzo del 2020 cada una de estas injusticias.
El debate por las PASO actúa como factor que añade enorme incertidumbre a un año electoral que no termina de empezar. Desde el costado de los partidos patronales, es necesario considerarlo atado a la especulación electoral, ya que la voluntad de sectores del oficialismo de suspender las primarias se vincula al cálculo de cómo pagar lo menos posible en sus regiones las consecuencias de la pandemia y el desgaste de las respectivas gestiones. Las posibilidades de su eliminación, que sería la opción más coherente en el marco de la pandemia y la más democrática al barrer con el piso proscriptivo del 1,5%, ahora se baraja con otras opciones nefastas como su postergación, lo que configura una maniobra antidemocrática al configurar el calendario electoral según las necesidades de los oficialismos provinciales y nacional que quieren ganar tiempo para mostrar gestión antes de medirse en las urnas, a su vez que mantiene las restricciones para participar de las generales.
Manuela Castañeira, dirigente del Nuevo MAS, referente de la izquierda y el movimiento de mujeres, exigió la eliminación de las PASO definitivamente, al considerarlas un mecanismo proscriptivo.
Opinamos que no solamente deberían suspenderse las PASO en 2021 sino ser eliminadas de una vez por todas. Es una ley proscriptiva que solamente hizo más restrictivo el sistema electoral. No son para elegir candidatos/as, son para excluir voces.#PASO #Elecciones2021 pic.twitter.com/2m4h1viwVs
— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) December 6, 2020
Desde estas páginas agregamos que, con su piso antidemocrático, ha dejado sin representación electoral expresiones de distintos sectores y movimientos activistas como por ejemplo importantes referentes del movimiento de mujeres, movimiento que viene de conquistar el aborto legal con la lucha en las calles.
La pandemia ha condicionado hasta cierto punto la lucha en las calles, dificultando movilizaciones y sirviendo como excusa para pedir «un esfuerzo» a los de abajo ante la crisis económica. Las elecciones serán aprovechadas por fuerzas como el Nuevo MAS para hacer oír las reivindicaciones de los de trabajadores, las mujeres y la juventud, es por ello que la imposición de un piso como el de las PASO, que impide participar en las elecciones generales representa un obstáculo, no solo antidemocrático, sino directamente reaccionario, al dejar fuera del debate algunas de las reivindicaciones más importantes de los trabajadores y el activismo.
El Frente de Todos entiende que no se enfrenta a una contienda sencilla. Santiago Cafiero, actual jefe de gabinete, encargó la confección de un documento de análisis sobre los resultados electorales de los oficialismos en las distintas elecciones celebradas a nivel mundial durante la pandemia. La tónica marcada es el resultado negativo para los gobiernos que se encontraban en curso. La pandemia habría sido uno de los factores clave, por ejemplo, en la derrota de Donald Trump a manos de JoeBiden. Como casos testigos latinoamericanos, se citaron en el informe las elecciones en Bolivia, donde Luis Arce se impuso sobre el golpista Carlos Mesa, y la victoria de Arauz en Ecuador.
Es necesario señalar, para no confundir las conclusiones, que de estos datos no se desprende mecánicamente que a todo oficialismo le vaya a ir mal, estos casos testigos citados implican también las consecuencias de un fenómeno político de rebote hacia el centro en el plano electoral, pero sin embargo, no es descartable considerar que una catástrofe semejante a nivel mundial daña la imagen de quien es el responsable de administrarla y dificulta orientaciones plenamente electoralistas como las habituales.
Con esto en mente, medios tan diversos como Página 12, Infobae y La Nación coinciden en que el gobierno tiene dos ejes claves a controlar: La vacunación y la economía (lo cual parece ser tan sencillo como controlar los huracanes y la fuerza de gravedad). Un calendario de vacunación que se procese como un éxito, que mostrara para el invierno a 5 millones de argentinos vacunados, sería uno de los trofeos que el gobierno pretendería exhibir, pero lejos de esa situación, las partidas de dosis se retrasan y el plan se posterga semana a semana.
El factor económico concentra al menos dos grandes tensiones: por un lado, que las consecuencias de la crisis económica no se descarguen en toda su furia sobre el nivel de vida de la población antes de los comicios, y por el otro, que no le hagan perder al albertismo la confianza de los sectores patronales que acompañan sus candidaturas. Esto está atado a muchos factores como ser que no se dispare nuevamente el dólar con reservas ya escasísimas, que la inflación sea medianamente controlada (ya en febrero tiene un 4% mensual que la proyecta anualmente por encima de lo anunciado por el gobierno) y fundamentalmente, como se den las negociaciones del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (todo indica que iría a un plan de facilidades extendidas, en el que se le exija al gobierno un mayor ajuste y reformas estructurales contra los trabajadores).
Con el objetivo de alinear a distintos sectores, el gobierno ya inició una serie de reuniones bajo el lema de «alinear precios y salarios». Pero mientras los empresarios y patrones del campo festejaron su compromiso de no tomar medidas serias de retenciones o control de precios, con los sindicatos buscó acordar que los aumentos salariales se realicen en base al 29% de inflación previsto por el presupuesto 2021, muy lejos de los números reales previstos para este año, representando verdadero un ataque al poder adquisitivo del salario. La percepción o no de este ataque puede afectar el apoyo de amplios sectores hacia el gobierno.
Juntos por el Cambio, sumamente desprestigiado tras el fracaso del gobierno macrista, se enfrenta a su vez a un desafío mayor (lo cual puede favorecer un poco la tarea del oficialismo). En una nota reciente de La Nación, medio que se ha destacado por “aconsejar” al macrismo en cada ocasión, se presenta a la coalición amarilla en un dilema entre ser oposición o alternativa de poder. Es que si algo han desnudado las internas de JxC durante el 2020, es la falta de un rumbo luego del fracaso estrepitoso que fue el gobierno de Macri, un gobierno representante directo de los capitalistas formado por Ceos y empresarios que buscó liberalizar la economía y terminó al borde de una crisis social con jornadas de lucha como el 14 y 18 de diciembre del 2018, donde miles de trabajadores y la izquierda enfrentaron la reforma previsional. Hoy por hoy no tienen muy en claro su camino de rehabilitación para mostrarse como un recambio exitoso a nivel gobierno. Cuentan a su favor con haber hecho una elección nada despreciable en 2019 y con haber demostrado tener cierta base orgánica reaccionaria que se expresó en los banderazos que iluminaron con resplandor derechista las calles durante la cuarentena (en apoyo a Vicentín, contra el ASPO, etc…) siempre en defensa de la propiedad privada y de los capitalistas. Queda aún por ver si logran clarificar el orden de su alianza, alinear nuevamente al radicalismo y explotar las figuras no quemadas que puedan tener, para intentar engañar al pueblo una vez más con su discurso de eficiencia y corporativismo.
Aún sin entrar en una coyuntura electoral, con un año atípico y un calendario incierto, lo concreto es que las principales alianzas del país ya iniciaron sus cálculos y es mucho lo que está aún por verse. Sabemos que las elecciones no traerán soluciones definitivas a los problemas de los trabajadores, sino que representan únicamente una instancia que debe ser aprovechada para poner en pie una alternativa que dispute el voto obrero a las fuerzas patronales con un programa socialista y anticapitalista. Con el avance de esta perspectiva y la movilización independiente de nuestra clase en las calles podrá lograrse que la crisis no la paguen los trabajadores, sino los que la generaron: los capitalistas y sus representantes políticos de todo tipo y color.






