Alarmas preelectorales para Milei y un camino de incertidumbre

El gobierno de Milei recibió un duro golpe en la Cámara de Diputados, luego que se rechazara por mayoría agravada (⅔ de los presentes) el veto nefasto a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Es un triunfo distorsionado por la vía parlamentaria, que expresa el descontento y el malestar que se vive por abajo, y particularmente en un sector que se ha movilizado regularmente para exigir que se cumplan con los derechos de las discapacidades.

Luego del embate, salió a presionar a gobernadores aliados para evitar más traspiés. Así logró que quedara firme el veto al aumento a jubilados. Recordemos que para rechazar un veto presidencial es necesario que ambas Cámaras lo rechacen con ⅔ de los votos. Por el contrario, con ser ratificada la medida reaccionaria por ⅓ en alguna de las Cámaras, el veto queda “blindado”.

Una de cal y una de arena para el gobierno que muestra tanto su fragilidad parlamentaria, como la contención enorme que recibe de parte de las fuerzas del régimen por la vía de votos favorables, como de la pasividad que impone el peronismo evitando la movilización.

Para sumarle crisis al gobierno, parte del rechazo parlamentario al veto a la Emergencia en Discapacidad se debió a 5 diputados de LLA, de los cuales 2 se ausentaron para evitar darle la minoría necesaria al oficialismo para obtener el ⅓, y otros 3 que apoyaron el rechazo, rompieron con LLA y acaban de formar un bloque propio.

Otros como Loredo, otrora aliado incondicional de Milei, votó junto a otros radicales el tratamiento de los temas en cuestión permitiendo que se avance en el debate, y sectores del PRO disconformes con el acuerdo de sujeción que les impuso LLA en las listas provinciales y nacionales, se ausentaron del recinto restando número crítico al gobierno, como el caso de María Eugenia Vidal y Silvia Lospennato, entre otras. Tiros bajo la línea de flotación. Fuego, hasta hace instantes, amigo. Y fundamentalmente consecuencia de la apuesta libertaria dirigida por Karina Milei de pasar por encima de todos los sectores, sin concesiones ni contención. “Al pie o nada”, podría resumirse la estrategia electoral que empezó a cosechar resultados adversos, mientras restan 2 largos meses para las elecciones nacionales.

Sumemos a este grave error no forzado, el hecho que estos mismos vetos fueron elevados a máxima por parte del propio Milei para la defensa de su plan de “superávit fiscal” que dijo que, pase lo que pase, se van a mantener, o lo van a tener que sacar de la Rosada “con los pies para adelante”. De fondo una duda persiste y se acrecienta en sectores de la burguesía: ¿Tiene este gobierno la capacidad e inteligencia política para lograr las contra reformas laboral, jubilatoria e impositiva, que deben pasar por el Parlamento y que requieren de acuerdos, alianzas y concesiones? Hoy el resultado de la estrategia de doblegar a opositores y aliados ha demostrado enormes límites y deja pendiendo de un hilo una respuesta negativa. Sin dudas, más de un burgués pasará la noche en vela preguntándose: ¿a dónde nos lleva este tipo? Sumemos a esto el desastre que significa para la burguesía el error cometido por el PRO de subsumirse a una troupe de lúmpenes, dejando desierto el espacio de derecha centro que supieron ocupar en alianza con la UCR, la Coalición Cívica y otros. Una pésima jugada que deja como única alternativa capitalista al peronismo, sumido en su propia guerra civil a la espera que el tiempo acomode las cosas y que la crisis que crece se resuelva por la vía electoral el 2027, y no antes. Como vemos, la estupidez ajena también cuenta en política.

El gobierno perdió el control de la agenda política, lo cual es mucho decir sobre un gobierno nacional. Hace por lo menos 2 meses que recibe cachetazos parlamentarios, sin lograr reponerse. Junto con esto, también vive momentos de pérdida de control del ritmo macroeconómico. La negativa de sectores financieros y bancos a renovar bonos que pagan altísimas tasas de interés (por encima del 69% anual) dejó más de $5.7 billones (millón de millones) que podrían ir a la compra del dólar. Ante esto, el gobierno aplicó una maniobra por la que aumenta los encajes de los bancos (dinero que deben inmovilizar, sin uso ni préstamo) para evitar que vayan a compra de dólares y que tire por la borda el esquema de dólar barato e inflación, sin grandes sobresaltos. Una serie de síntomas que muestran la duda generalizada de sectores capitalistas, incluso financieros, que están amasando fortunas, sobre la consistencia del gobierno y de su “plan” económico.

Dicho esto, compensan como puntos de apoyo para el gobierno las instituciones que lo aplican a la vez que lo contienen, la burguesía que aún en la duda no le ha retirado el apoyo, Trump y el FMI.  A lo cual se suma  la CGT y las direcciones peronistas en su juego de oposición parlamentaria, sin movilización en las calles para garantizar gobernabilidad.

A éstos se suman las elecciones, que aún si no entusiasman a la sociedad, trazan un camino y postergan la potencialidad explosiva de los elementos de crisis, a la espera de los resultados en las urnas. Es evidente que es demasiado pedir que una elección solucione las crisis superpuestas y la crisis de proyecto capitalista que funcione en el país, con sus relaciones de fuerzas y sus conquistas por parte de la clase trabajadora. Pero aún así, un resultado favorable para el gobierno en las elecciones nacionales podría darle un respiro. Para que el respiro se vuelva un alivio debería conseguir una cantidad de bancas suficientes para emprender el ataque estratégico que le exige la burguesía autóctona, multinacional y el FMI (las famosas contrarreformas).

Por el contrario, una derrota de medio término dejaría al gobierno desinflado, sin base siquiera electoral y sin perspectivas. Demasiado para un experimento reaccionario sin capacidad de movilización para imponer un giro bonapartista hecho y derecho, y con dudas en el propio sector que lo sostiene.

Así las cosas, el “paréntesis pre electoral”, actúa de contención evitando explosividad, pero sin suspender los elementos de crisis política y económica que se agudizan semanal y hasta diariamente. Una suerte de “naturalización de la crisis” que deberá ponerse a prueba el 27 de octubre y en adelante.

El peronismo sumido en su interna y a la espera

Si el cierre provincial del peronismo fue con chispazos, cortes de luz y presentación de listas por 48 horas fuera de término, en el caso de las nacionales primó la resolución ecuménica y las candidaturas defensivas ante la posible migración de votos hacia la izquierda. Eso es lo que expresa la elección de Jorge Taiana para encabezar la lista nacional en PBA, un diplomático de carrera y ex ministro de Defensa bajo el gobierno de Alberto Fernández, que contenta a los sectores del peronismo en pugna sin enfervorecer a nadie. Mucho menos a la base militante, y menos que menos a los simpatizantes, ya bastante cansados por el balance de los gobiernos peronistas y las escandalosas candidaturas testimoniales, y la ausencia de programa alternativo frente a Milei. En definitiva, un candidato más para contener la interna peronista, que para disputar la elección.

Aparece como ladero de Taiana, Grabois, el populista de derecha con verborragia izquierdista que ha sabido levantar las banderas anti aborto, anti docentes, y aliado del sionismo que lleva adelante un genocidio en Gaza. Luego de una serie de amenazas oportunistas vuelve a mantenerse en las filas del peronismo, y que seguramente tome el rol de confrontador con Espert, experto en provocaciones fascistoides y candidato a diputado por LLA.

En el caso de CABA, el peronismo competirá con Hagman, del riñón de Grabois, también pro Israel, pero con menor conocimiento en la Ciudad, con quien intentarán contener una posible afluencia del peronismo hacia la izquierda.

Lejos de las mil y un especulaciones que se han hecho livianamente sobre el fin o la debacle del peronismo, y aún con todos los elementos de crisis interna, el PJ sigue siendo un partido con vínculos orgánicos con el Estado, y el principal partido capitalista de Argentina. Aún para disgusto de amplios sectores de la burguesía económica, ante el fracaso de Milei y de no mediar radicalización en la lucha de clases que se lleve puesto al régimen y sus partidos, sigue siendo candidato al poder. A sabiendas de esto, posterga la resolución de su interna con una lista poco atractiva, mira por encima del octubre del 2025 al octubre del 2027, y se cruza de brazos a esperar mientras Milei hace estragos.

Gajes del pragmatismo peronista, que gobernó con orientación neoliberal, populista, y social liberal, y que aplica el chaleco sindical con la CGT y los sindicatos para favorecer a Milei, aún si por abajo crece el desencanto y la claridad que la “justicia social” que agitan es simplemente un relato.

FITU: un decálogo de la adaptación

El cierre de listas del FITU ha puesto en evidencia ante todo un sector de trabajadores el nivel de adaptación al que ha llegado la cooperativa electoral. Destaca el uso del artilugio “peronista” de los candidatos testimoniales, una maniobra que implica que quienes encabezan las listas no están dispuestos a asumir, sino que lo hacen con fines de aparato. Es decir, que buscan arrastrar en base al conocimiento de su figura, una porción de votos con el fin único y exclusivo de no perder bancas para sus partidos/aparatos. Así lo hizo el peronismo con Verónica Magario, vice gobernadora de Kicillof, que encabeza a Diputados por la 3er Sección electoral y que obviamente no va a asumir y, detrás de ella, una decena de intendentes que se postulan como concejales con el mismo fin. Tampoco escapa a esto LLA que, en la 1era Sección electoral, lleva como candidato a Valenzuela, intendente de 3 de Febrero. Pero que esta práctica repudiada por amplios sectores de trabajadores sea llevada adelante por sectores de la izquierda es una innovación del FITU. En su caso, el candidato testimonial es Nicolás Del Caño, que encabeza simultáneamente la elección provincial por la 3ra Sección, a la vez que la elección a diputado nacional por PBA. Pero, a riesgo de ser menos que los partidos tradicionales, han batido un nuevo récord: candidatura testimonial y en dos distritos distintos a la vez. Es el caso sui generis de Christian Castillo, quien es candidato a diputado por la 3er sección electoral por PBA, a la vez que candidato a senador nacional por CABA. Un escándalo completo, y de invención original del PTS y el FITU. ¡Ni el peronismo se atrevió a tanto!

Esta degradación del FITU sólo puede explicarse por la reducción de toda política a la obtención de cargos, un desastre que asimila a la izquierda de manera concreta a las prácticas basura de los que viven por y para los cargos, como hacen los partidos del régimen. Una lógica que además educa a la militancia en que vale todo, incluso engañar a los propios simpatizantes, por un cargo que aun siendo importante, nunca lo es más que actuar de manera ejemplar y clara de cara a las masas de trabajadores que son víctimas de las prácticas asquerosas de los políticos capitalistas. ¿¡Tanto miedo le tienen a perder los cargos!?

Para agregar elementos de adaptación recordemos que días atrás el intendente de La Plata Alak, convocó a una reunión a todas la fuerzas políticas para firmar un acuerdo de “ciudad limpia” que consiste básicamente en privatizar los espacios para hacer política, penalizando las campañas en espacios públicos. El FITU no sólo participó de la reunión, sino que además su apoderado posó en la foto junto al peronismo, LLA, y todas las fuerzas privatistas. Argumentaron que no firmaron el acuerdo, cuando todos sabemos que una foto, que recorrió los medios de la ciudad, vale más que un papel. Otro elemento muestra de adaptación que no se explica si no es por la comodidad que han logrado tras 14 años de convivencia con los “dueños” de las “cuevas parlamentarias de bandidos”.

Visto desde estos ejemplos, se entiende con mayor claridad tanto la defensa de las PASO proscriptivas, con las que el FITU usufructuó durante años los votos de nuestra fuerza, y que defendieron con lágrimas en los ojos cuando se anunció su suspensión, así como  la negativa permanente a unificar a la izquierda con argumentos del tipo: “es difícil repartir los cargos entre 4, si entran ustedes va a ser imposible”.

No, no queremos que nos confundan con el FITU ni con esas prácticas. El Nuevo MAS es anticapitalista y socialista, no solo en las palabras sino sobre todo, en los hechos y en las prácticas políticas.

Hay que renovar a la izquierda con Manuela Castañeira

Por todo esto, es hora de renovar a la izquierda. Basta de las mismas caras de hace 15 años, que además ahora aplican las viejas prácticas de la “real politik”. El Nuevo MAS presenta a una nueva generación de militantes que trabajan, estudian y se comprometen día a día con las causas de las amplias mayorías. No viven de cargos como hacen los políticos tradicionales, otra práctica a la que también se han adaptado las figuras del FITU que están en sus bancas hace más de una década, salvo honrosas excepciones en que vuelven al trabajo. Un criterio anti socialista que desvincula a los referentes de la base social a la que se supone que representan.

Por el contrario, nuestras compañeras, compañeros y compañeres son trabajadoras y trabajadores reales, repartidores que viven de repartir y no que se sacan una foto con la mochila para ganar unos votitos, como empezó a hacer el FITU de manera oportunista; somos profesionales, jóvenes universitarios, jubilados, referentes de las discapacidades, del feminismo y diversidades.

Un equipo que representa la diversidad de la sociedad, y que se agrupa tras un interés común: las propuestas anticapitalistas del Nuevo MAS y la ambición de poner los problemas de las mayorías sociales como discusión central en esta campaña. Y nada nos va a detener en esta pelea, aún si las fuerzas del FITU se unifican para intentar aplicar la censura estalinista, vamos a redoblar nuestros esfuerzos militantes y nuestra creatividad infinita y revolucionaria.

Con esta finalidad vamos a dar todo nuestro esfuerzo por renovar a la izquierda y  conquistar lugares en el Parlamento nacional, provincial y los Consejos. Para que las y los trabajadores tengan una alternativa, y una voz que los represente, que los convoque a movilizarse y pelear por nuestros derechos, y que dé una salida anticapitalista ante el fracaso del anarco capitalista y el agotamiento del capitalismo estatista del peronismo.

Vamos a apelar a los simpatizantes de izquierda para renovar a la izquierda apoyando y votando por el Nuevo MAS de Manuela Castañeira que, en condiciones desventajosas y contra una alianza de 4 partidos cuyo único interés común es rascar un cargo y repartirse la guita, se mantiene firme en sus principios y no mezcla sus prácticas con las del peronismo.

No hay vuelta que darle, no hay una vara para medir la candidatura testimonial de un partido patronal, y otra para la izquierda.

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