Desde que asumió el gobierno antiobrero de Milei, quedó claro que venía a aplicar un plan de ajuste y privatización en las empresas del Estado. En el caso particular de Aerolíneas, la incluyó en la Ley Bases, pero no se quedó esperando. Inmediatamente comenzó una campaña mintiendo sobre las pérdidas de la empresa, comenzó un apriete sobre los trabajadores para los retiros voluntarios y una rebaja salarial, dando aumentos muy por debajo de los altísimos índices de inflación de los primeros meses del año.
El primer tropiezo del gobierno fue la derrota en la aprobación de la Ley Bases, el segundo fue que nuevamente la privatización de Aerolíneas fue sacada de la redacción de la Ley Ómnibus. A pesar de estos inconvenientes, el gobierno nombra a Sturzenegger para acelerar a como dé lugar la “desregulación”. En particular parece que eligió Aerolíneas como “caso testigo” con la intención de propinar una derrota a los trabajadores para que sirviera de “escarmiento” para el resto de los trabajadores.
El atraso salarial comenzó a producir reclamos, asambleas y medidas de fuerza que derivaron en retrasos y cancelación de vuelos. El gobierno reaccionó decretando como “esencial” la actividad aeronáutica, con el objetivo de cercenar el derecho a huelga y la asamblea de los trabajadores del sector, a pesar de esta prepoteada el día del paro del transporte, no voló ni salió un solo avión durante toda la jornada; las fuerzas del cielo empezaron a chocar. El gobierno quedó con la sangre en el ojo.
En las últimas semanas el conflicto se agudizó a partir de una provocación del gobierno que despide injustificadamente un trabajador de Intercargo, que tuvo como respuesta la inmediata realización de asambleas de los trabajadores de rampa, y otros servicios a cargo de la empresa, como los micros que se usan para trasladar pasajeros dentro de las terminales aéreas.
Con la excusa de que dos vuelos se quedaron sin salir porque no se subieron las valijas y los pasajeros tuvieron que ser bajados después de un rato de espera, el gobierno con la ministra Bullrich a la cabeza y al impresentable de Adorni de lorito repetidor, lanzaron una campaña ultraderechista acusando a los trabajadores de “secuestradores y terroristas”, decidiendo que a partir de ese día la PSA (Policía de Seguridad Aeronáutica) estaba habilitada para realizar las tareas que los trabajadores se negaran a realizar. Una medida completamente antidemocrática que no tiene ningún justificativo legal, que pretende sentar un precedente represivo “militarizando” los conflictos obreros.
La arremetida no quedó ahí. Continuó con el despido de 15 trabajadores de Intercargo y el anuncio de la “desregulación” del sector para que cada compañía y/o aeropuerto contraten esos servicios a nuevas empresas. Aunque en este caso el gobierno finge demencia y nadie habla que Intercargo es eficiente y da ganancias, en los pasillos de los aeropuertos todo el mundo comenta que el anuncio apunta a que el beneficiado sea el mismísimo Eduardo Eurnekian (sí, el ex-patrón de Milei) y dueño de Aeropuertos Argentina 2000, que opera más de 30 aeropuertos del país y otros 20 a nivel mundial. Parece que, en lugar del demonizado “monopolio estatal”, quieren concretar un “monopolio privado”, capitalismo para los amigos del poder.
La misma lógica se aplica con la intención de privatizar Aerolíneas y desguazarla. No importa nada, si quedan ciudades sin conexión (porque no son rentables) que la gente viaje en micro, todo para favorecer las low-cost y empresas internacionales que se llevarán las rutas internacionales. Esta película ya la vimos con la privatización en los años 90, primero con Iberia que compró Aerolíneas sin deuda (se hizo cargo el Estado) y fue una ganga; puso unos 300 millones de dólares cash y más de 1.000 millones en papelitos de deuda que los tomaron a valor nominal, cuando en realidad valían un 20% de su valor original. Lo que se dice una estafa. Pero lo peor vino después, Iberia entra en crisis y le pasa el paquete a Marsans que terminó de vaciarla y hundirla, se perdieron aviones, rutas, dejando un “clavo” y deudas por todos lados.
A pesar de tantos chispazos, en los últimos días se abrió una negociación, este lunes, martes, incluso hasta la madrugada de hoy miércoles, se desarrollaron negociaciones entre el gobierno, y los tres gremios más importantes, APLA pilotos, APA aeronáuticos que incluye Intercargo y APA aeronavegantes personal de cabina. Finalmente, las direcciones sindicales cedieron conquistas a cambio de salario. Es un resultado también de las extorsiones y amenazas permanentes del gobierno.
Los gremios cedieron modificaciones de convenio, según un comunicado oficial del gobierno: “En términos de beneficios, por ejemplo, tanto el gremio APLA como todo el personal jerárquico y los pilotos jubilados de la empresa perderán los pasajes vacacionales confirmados en clase ejecutiva para ellos y sus familiares directos. En esta línea, tanto pilotos como tripulantes aceptaron reemplazar el traslado en remis por un esquema de viáticos que se implementará una vez finalizada la temporada alta de verano, e iniciarán su horario de trabajo una vez arribados a las terminales aeroportuarias y no durante su traslado, como era hasta ahora”.
El gobierno presentaba estas conquistas como «privilegios». Porque para ellos son «privilegiados» los trabajadores si les pagan todo el tiempo que están fuera de sus casas por trabajo, si pueden hacer algún viaje, si tienen vacaciones. Para ellos, los pobres tienen que ser pobres, sino son «privilegiados». Los únicos con derechos son los empresarios.
Durante las reuniones, el presidente salió a provocar con un “Aerolíneas: o se cierra o se privatiza”.
Por las características del gobierno seguro que va a haber nuevos capítulos de esta pelea entre las fuerzas del cielo: trabajadores vs Milei. Por lo pronto, otro gremio, esta vez el de los controladores aéreos, ATEPSA, dependientes de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) vuelve a la carga en el reclamo salarial y anuncia paros parciales este sábado 16, lunes 18, miércoles 20 y viernes 22 que afectarán la partida de vuelos en los horarios donde se llevan adelante las medidas de fuerza.
Desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre apoyamos y nos solidarizamos con todas las trabajadoras y trabajadores aeronáuticos en la pelea que están sosteniendo contra este gobierno antiobrero, y estamos a disposición de las resoluciones que tomen en las asambleas de base para conseguir el aumento salarial, en defensa del derecho a huelga, los convenios y conquistas laborales, en rechazo a la militarización de los lugares de trabajo y en contra de la privatización, tanto de Aerolíneas Argentinas como de Intercargo.




