El estado de Florida se sumó con todo a la campaña antimigrante de Trump. Prueba de ello, es que esta semana empezó a construir un centro de detención para migrantes que, sugestivamente, fue apodado como “Alligator Alcatraz” (“Alcatraz de los caimanes”).

Se ubicará en un antiguo aeródromo de los Everglades, a setenta kilómetros de la ciudad de Miami. La instalación estará compuesta por tiendas de campañas y remolques, los cuales albergarán cinco mil camas. Su funcionamiento tendrá un costo anual de 450 millones de dólares.

De acuerdo a James Uthmeier, actual fiscal general de Florida, no será necesario invertir mucho en seguridad, dado que el centro (en realidad, la prisión) está rodeada “de fauna peligrosa, incluidos caimanes y pitones”.

Unas declaraciones cínicas, pero reveladoras del carácter xenófobo de la política migratoria de la Casa Blanca y que replican los acólitos trumpistas en el resto del país, para quienes los migrantes deben estar encerrados o morir si intentan escapar.

Asimismo, “Alligator Alcatraz” será un centro para la detención de los migrantes que sean detenidos por las autoridades en nombre del gobierno federal. Esto significa que el ICE también podrá hacer uso de sus instalaciones, independientemente de donde ocurra la detención.

Lo anterior está pensando para satisfacer a Trump, cuya campaña de redadas masivas se ha visto limitada por la falta de espacios donde ubicar a los migrantes.

Este proyecto fue denunciado por organizaciones defensoras de los derechos humanos, pues en los hechos es un sistema independiente que no rinde cuentas ante ninguna instancia.

En palabras de Mark Fleming, director  de litigios federales del Centro Nacional de Justicia para los Inmigrantes, el “hecho de que el gobierno y sus aliados se plantearan siquiera una instalación temporal tan enorme —dijo— en un plazo tan breve, sin un plan evidente sobre cómo dotar adecuadamente de personal a los servicios médicos y otros servicios necesarios, en medio del calor veraniego de Florida, demuestra su insensible desprecio por la salud y la seguridad de los seres humanos que pretenden encarcelar allí”.