Hablamos con Frank García Hernández, que es sociólogo marxista y militante comunista disidente cubano. Viene habiendo una experiencia nueva en Cuba alrededor de lo que fueron las movilizaciones del 11 de julio del 2021, que han abierto también una discusión internacional entre los militantes de la izquierda internacional y militantes cubanos. También vamos a hablar del pensamiento trotskista, específicamente el de León Trotsky. Queremos que nos cuente acerca de su experiencia política, de las movilizaciones del 11 de julio y también sobre el próximo encuentro León Trotsky que se va a realizar en octubre en Buenos Aires.
Buenas noches Frank, quería comenzar preguntándote si nos podías contar un poco sobre tu experiencia política y la vida política en Cuba.
Muchas gracias. Bueno, una vez periodista que no llegó a publicar la entrevista me preguntó cuando yo empecé a ser comunista. Y le dije, “¿tú sabes que no recuerdo cuándo?”. Mira, porque los primeros recuerdos que tengo son todos vinculados con la política. Uno de mis primeros recuerdos es estar sentado frente al televisor viendo un desfile en la Plaza Roja por el 7 de noviembre.
El aniversario de la Revolución Rusa.
Sí, el aniversario de la Revolución Rusa. Nací en el 82, yo debía tener como 4 o 5 años por ahí, ya debía estar Gorvachov. Otro de mis primeros recuerdos también es estar en los que en Cuba llamamos el “círculo infantil”, que aquí es el jardín. Nos daban unas banderitas rojas para salir a desfilar por el Primero de Mayo. Pero no nos llevaban al desfile, nos quedábamos a unas cuadras y después yo le decía a mi madre que quería ir al desfile. Tengo una familia bien militante, del Movimiento 26 de julio, por una parte, del Partido Socialista Popular´, por la otra, y la formación política mía fue inicialmente directamente estalinista.
Yo en la universidad tenía una foto de Stalin en la billetera. Por el hecho de que me hubiera formado una familia revolucionaria empezaba yo a chocar con la burocracia dirigente. En aquel momento todo bien, yo estaba completamente por Fidel, pero una de las razones por las que ahora empezamos a chocar fue precisamente por la militancia latinoamericana que llega de América Latina a Cuba a inicios de los 2000, con la Escuela Latinoamericana de Medicina.
La mayoría eran de organizaciones socialdemócratas o nacionalpopulistas o de una izquierda de centro como fuera el MST, el movimiento de trabajadores sin tierras en Brasil y demás, gente de la FARC, del ELN.
Te pongo un ejemplo, mi primer choque con la burocracia cubana es que a pocos días de las primeras elecciones en las que gana Lula, con un grupo de amigos habíamos creado un colectivo que se llamaba Hormiga Roja, por fuera de la UJC (la Unión de Juventudes Comunistas del PC), sin ninguna intención de oponernos a la burocracia, pero queríamos debatir sobre política latinoamericana y no podíamos hacerlo. Porque nos enviaban unos documentos desde arriba que eran cosas aburridas completamente ajenas a nuestra realidad. Y teníamos a estos muchachos que nos hablaban constantemente de lo que estaba pasando en América Latina.
Porque estaba apareciendo el chavismo, empezaron a emerger los gobiernos “nacional populares” como dicen ustedes aquí.
Recuerdo polemizar con los maoístas ecuatorianos respecto a Correa, que tenían una posición buena respecto a Correa. Decían, «no se le debe apoyar, cero confianza al gobierno de Correa.» Y nosotros, enfrentándonos a los maoístas ecuatorianos: “¿Cómo? Hay que apoyar al compañero Correa.»
Que era la posición oficial del Estado cubano.
Exacto. Pero a lo que iba, cuando fueron aquellas elecciones en las que gana Lula, con este grupo de amistades mías decidimos empapelar la facultad con unos carteles hechos a mano que decían “gana Lula, gana el pueblo”, y lo pusimos en español y portugués. Y, hombre, nos costó casi la expulsión de la UJC.
¿Por qué?
Porque no había estado orientado por la UJC. Llegó el secretario ideológico, arrancó todos los papeles aquellos, me pusieron como un culo y casi me causan la expulsión.
Y a raíz de eso…
Pero, perdón, ¿no había ninguna justificación política aparte de que no había sido ordenado desde arriba?
No, era solamente eso.
En esos años conozco a Pablo Freire. Pablo Freire estaba tácitamente prohibido en Cuba. Y la educación popular. Porque cuando te pones a leer a Pablo Freire, te subvierte toda la educación verticalista, estalinoide, que existe en Cuba. Claro, y cuando empezabas a leer decías, no, acá cae todo de arriba abajo y este hombre te está hablando de que nadie educa a nadie, todos nos educamos en comunión.
Cuando casi me expulsan de la UJC y después leí “Pedagogía del oprimido”, que me lo leí en portugués en la edición Príncipe, empecé a desmontar muchas cosas del estalinismo.
Resulta que a Trotsky yo le tenía aversión porque quien me había formado políticamente, básicamente, era mi tío del Partido Socialista Popular, lo más estalinista puro que había en Cuba. Y era, viste, esos tíos a los que uno le tiene una confianza absoluta y una admiración total.
Me encantan las banderas y tenía un libro de banderas que me había traído mi abuelo. Un libro de banderas que había sido impreso en Panamá, hay que ver en Cuba, y decía, «la revolución bolchevique la dirigieron V. Lenin y L. Trotsky.»
Y yo voy y le pregunto a mi tío, ¿y quién era Trotsky? Y dice, “un traidor”.
A los 15 fui a la feria del libro de La Habana y unos Trotskistas, que hoy terminaron siendo una secta castrista, que es el SWP de Estados Unidos, del que hoy Cannon estaría avergonzado, me regalaron me regalaron “La Revolución Traicionada”. Mira a esa gente, a pesar de todo, gracias a ellos, fueron mis primeras lecturas de Trotsky. Y yo tuve aquello engavetado ahí durante mucho tiempo.
Y después de las lecturas de Pablo Freire y contactos que tuve con ex guerrilleros del movimiento 19 de abril de Colombia y del ELN, que hacían fuertes críticas pero sustanciosas a Stalin, el estalinismo y la Unión Soviética.
Un día decidí echar en la mochila “La Revolución Traicionada”. Fíjate que después de todo es un tanto hasta de azar, ¿no? Porque es difícil que a uno le caiga arriba “La Revolución Traicionada” en Cuba. Era un día de aguacero, me acuerdo, una tarde, y empiezo a leerlo en una parada. Voy a buscar a una amiga y le digo, “me encanta, este libro, describe lo que es Cuba hoy”. Estamos hablando 2009, 2010, por ahí.
Y ya lo tenía, lo había subrayado casi todo, aún más la parte de la juventud, el Komsomol, la generación burocrática. Se lo pasé a ella y quedó también de una pieza.
“Pero esto es lo que está sucediendo hoy. Salvo las purgas estalinistas y demás, esto es lo que está sucediendo”. Estamos hablando de 2009-2010.
Claro, leer “La Revolución Traicionada” te hizo entender más la realidad cubana.
Sí, ahí ya pasé a un proceso de radicalización bastante grande. Después eso se fue aumentando con el pasar del tiempo, por las mismas contradicciones que fue generando la llegada de Raúl. Una vez Altamira decía que es el castrismo, el mismo que hace la revolución, el que empieza a hacer todo este proceso de restauración ahora. Esa es una charla muy interesante pero no, no es así, no es el mismo castrismo.
Hay un Fidel, que no voy a entrar en la polémica si 1959 fue una revolución pequeño burguesa o revolución socialista, pero hay una obsesión de Fidel durante todo su mandato, su largo prolongado mandato, que es evitar la restauración capitalista en Cuba, la expansión de la propiedad privada sobre los medios de producción, digo burguesía, es la clase social que es poseedora de medios de producción, compra fuerza de trabajo para poner en movimiento esos medios de producción y crear una nueva burguesía. Y él estaba en contra de eso.
Cuando tú vas leyendo sus discursos del proceso de rectificación de errores en el 86, cuando lees los discursos del primer quinquenio de los 90, en que varios socialdemócratas visitaban la isla para intentar convencer a Fidel de que abriera las puertas a la línea china, él se niega insistentemente, hace críticas indirectas a China. Y de esto era consciente Raúl. Fidel dice varias veces durante el segundo quinquenio de los 90 que es una vergüenza tener que abrir las puertas al cuentapropismo, como se diría allá. Eran pequeñas cafeterías, familiares, cosas mínimas, completamente.
Y que eso se iba a detener cuando se estableciera, cuando la economía cubana tomara buen ritmo.
Todo esto en medio de la crisis post-caída de la URSS.
Exactamente. En el 2000 aparece Chávez, se estabiliza la economía y se detuvieron la entrega de las licencias. Se detuvieron la entrega de las licencias, que hubiese negocios privados, había una lista reducidísima de los aspectos donde podía poner negocios privados. En realidad eran cuentapropistas, herreros, zapateros.
Cuando lees lo que decía Fidel al respecto la postura era muy parecida a la de Lenin con la NEP. Fidel sale en el 2006, la enfermedad lo provoca que salga en el 2006, y en el 2011, después de unos reacomodos que hace Raúl, en el 2011 es que empiezan unas tímidas reformas. En el 2008 ya Fidel renuncia completamente.
Raúl, de ser el presidente provisional, asume oficialmente y en el 2010 asume ya como primer secretario del partido también oficialmente. A partir de ahí, poco a poco, hay unas purgas en el 2009 y empieza un proceso de reforma. Ese proceso de reformas liberales iba chocando con quienes veíamos Cuba desde el marxismo revolucionario.
En ese año fue que hubo el Congreso, no me acuerdo el número, pero hubo un Congreso extraordinario del Partido Comunista que resolvió todas estas cosas. No, ni siquiera fue extraordinario, fíjate. Extraordinario fue la cantidad de tiempo que no se hacía congreso del partido. Desde el año 97 no se hacían congresos del partido. Hasta ese año, 2010. En todo ese tiempo no se hicieron congresos del partido. Y empieza un proceso de reformas que, escribiendo al respecto, los otros días me di cuenta que Raúl se supo granjear una popularidad muy grande con sus primeras medidas.
Imagínate que en Cuba había que pedir permiso, estamos hablando del 2013, había que pedir permiso para salir del país. No teníamos derecho a tener pasaporte a no ser que te dieran el permiso para salir del país. Los trabajadores que iban por el Estado cuando regresaban tenían que entregar el pasaporte. No tenían nada, ningún documento.
Un DNI de un país no vale en otro país. Tiene que ser con el pasaporte. Y Raúl, a partir de enero de 2013, ya todos los cubanos podían tener pasaporte. Cosa que es una medida que no cambiaba mucho porque el pasaporte costaba cinco veces el salario promedio, que son unos 20 euros.
Yo creo que el mayor proceso de radicalización empieza en mi caso con el evento León Trotsky. Empiezo a investigar sobre el trotskismo en Cuba. Hago la tesis de maestría sobre la historia del trotskismo.
Y en el 2019 fue el primer evento León Trotsky. El primer evento recibió algunas críticas, algunas pocas críticas de otras organizaciones, de organizaciones trotskistas. Decían que se realizó de espalda la clase trabajadora, encerrado en un salón, un grupo académico. Yo respeto todas las organizaciones marxistas, pero yo creo que quienes decían eso no tenían idea de lo que sucede en Cuba. Eso fue un paso gigante. Tuve que enfrentarme contra la orden expresa del viceministro de Cultura diciendo que no se podía hacer el evento León Trotsky en Cuba. Y no voy a agradecer a quienes me ayudaron a hacerlo de diferentes instituciones porque los pudiera meter en un problema.
Alguien hoy, despectivamente, un extranjero también, fuera de todo sentido, al ver la represión que hubo contra la compañera Alina López, decía que en Cuba no torturan. Cosa que es real, no desaparecen y torturan como pasó acá. Pero cuando nosotros íbamos a publicar algo o decir algo, teníamos que pensarlo dos o tres veces.
Hoy mismo te paras en una fábrica a repartir un volante de alguna de estas organizaciones que critican al evento León Trotsky con todo su derecho, si duran 10 minutos va a ser mucho. Van a ser arrestados por la seguridad del Estado si son extranjeros, deportados inmediatamente, y si no se les abre una causa penal, pueden buscar en el código penal cubano vigente que son de 4 o 6 años por “propaganda enemiga”
Hay un periodista opositor de derecha con el cual no concuerdo que tiene 6 años de cárcel por tirar volantes.
Perdón, quiero hacer un paréntesis, la verdad que ese tipo de crítica me parecen delirantes. ¿No vas a hacer ninguna reunión para discutir las ideas de Trotsky hasta que tengas en frente a toda la clase trabajadora? ¿Vas a tener ese público antes de debatir nada? No existe, nunca existió. ¿Sos una organización de izquierda que estás discutiendo de cara a toda la clase trabajadora todo el tiempo? ¿No discutís ideas en el marco de reuniones más chicas? Es un delirio.
Nosotros no teníamos prácticamente cómo. Cuando yo terminé de organizar aquello, yo le decía a los compañeros que me habían ayudado que fue el germen de Comunistas Cuba. Les decía “miren esto es un antes y un después para mí. Yo estoy seguro que aquí va a haber un punto de no retorno y se me va a lanzar la maquinaria contra mí”. Así sucedió.
Cuando regreso me dice un compañero que fue de los fundadores de Comunistas: “Fran, hay que organizarse. Por todo esto que tú nos estás contando yo me di cuenta que había que organizarse”. Vi las formas de cómo se organizaban los compañeros trotskistas en diferentes países. Me percaté que podíamos recibir material que era el mejor apoyo. Cada vez que terminaba una charla decía, hace falta cada vez que vaya a Cuba alguien que lleve “La Revolución Traicionada”.
Cuando se terminó el evento una corriente nos dejó 20 ejemplares de “La Revolución Traicionada”. Eso desapareció inmediatamente.
Circuló como pan caliente.
Así mismo dice un compañero en Cuba “circuló como pan caliente”. Ya de por sí el título es atractivo en Cuba. Me acuerdo que algún idiota pro burocracia me decía, “es que eso se escribió en el año 38. No tiene nada que ver, es un escenario completamente diferente, la gente no va a entender eso”. Y yo digo, bueno, evidentemente ustedes los que apoyan a la burocracia cubana subestiman a la clase trabajadora. Porque todos los que he repartido, esos muchachos por lo general después ni se quedan con ese libro, porque se lo prestan a otro y otro a otro.
Luego pasó algo de lo más lindo, que me dice alguien, oye, tú le diste “La Revolución Traicionada” a no sé quién. Yo le digo, “no, yo a esa persona no la conozco”. Dice, ah, pero tiene una “La Revolución Traicionada” nuestra, pues le ponemos alguna marca para saber que es de las que nosotros repartimos. Y descubrimos que habían habido cinco personas de por medio. Cuando nosotros dimos ese ejemplar había ido pasando de mano.
El 10 de enero de 2020 se funda Comunistas Cuba. La fecha se escogió porque era la fecha en que el estalinismo asesinó a Julio Antonio Mella.
El fundador del Partido Comunista Cubano.
El estalinismo, supuestamente el estalinismo, asesinó a Julio Antonio Mella el 10 de enero en Santa Clara. Estaba muy vinculado al trotskismo, fue expulsado bajo la acusación de trotskista en el 29. Y en México fue despedido, ni más ni menos, por el sindicalista que después fundaría el Trotskismo en Cuba, Sandalio Junco.
Sandalio Junco, que famosamente existe la anécdota de que supuestamente llegó a golpear a Stalin. Es un mito popular.
No lo había oído.
No está comprobado, pero es un mito popular de que tuvo un encuentro cara a cara con Stalin y llegó a pegarle.
Me extraña que lo haya podido hacer porque si no, no hubiera podido salir de la Unión Soviética. Dicen que sí hablaba con Trotsky. Sandalio Junco es un personaje muy controversial porque en sus últimos años estaba tan alejado del trotskismo que hasta el mismo partido trotskista del momento, el partido trotskista cubano del momento, que era el partido obrero revolucionario, los acusa de conciliador de clases. Era el dirigente sindicalista del Autenticismo. El partido… vamos a decirle socialdemócrata.
Y entonces nosotros continuamos funcionando como un grupo de estudio hasta que el gobierno cubano empieza a dar muestras que lo que iba a aplicar era la llamada “doctrina del shock” por Naomi Klein. En una situación catastrófica vamos a aplicar el paquetazo neoliberal.
Que es el paquetazo neoliberal que se usó en Chile en los 90, en China, en Polonia.
Y en este caso nosotros lo empezamos a prever desde mayo, abril del 20, empieza Díaz-Canel a decir continuamente que esto no puede seguir así, hay que cambiarlo, hay que “liberar los medios de producción”.
Fíjate qué cosa tan ambigua, ¿no? Eso lo dijo el decano de la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana y ellos lo repetían como un mantra y tú que me dices que estabas estudiando economía política, no hay nada más ambiguo que “liberar los medios de producción”.
Y… suena bastante liberal, te digo.
Pero imagínate que eso te lo diga el presidente cubano, te preocupa doble. Porque si a ti te suena liberal que te lo esté diciendo alguien que viene por la línea china, ya ahí te preocupa.
Y decidimos entonces ya aparecer públicamente como un comité editorial. La primera publicación fue en junio, el 10 de junio del 2020.
¿Qué fue lo que publicaron?
Nuestra línea editorial. Es algo muy interesante lo que sucedió. Pedíamos que se tumbara la estatua de un presidente de la República Burguesa que había dirigido una masacre contra afrodescendientes, que produjo entre 10.000 y 30.000 afrodescendientes asesinados.
Fue en el marco también de las protestas en Estados Unidos que tiraron las estatuas de los esclavistas y los generales de la Confederación.
Exactamente. En medio de todo esto, en medio de cuando empieza el movimiento Black Lives Matter, yo publico esto y digo, “bueno, esto está sucediendo hasta allá, nosotros tenemos que echar abajo a este tipo que lo echó abajo la revolución”. Pero el gobierno cubano lo defendió porque era un general de la guerra independencia. Y desgraciadamente unos cuantos intelectuales cubanos salieron en defensa de ese tipo José Miguel Gómez. La estatua desgraciadamente sigue ahí, en uno de los puntos más importantes de La Habana y en un parque de Santa Clara también.
Por esa época armamos una especie de frente amplio que se llamó 27N, del cual formé parte y agrupaba intelectuales, porque nos impactó mucho que íbamos de cabeza al capitalismo, que iba a haber una represión mucho más grande. Fueron debates de casi una semana entera todas las noches, porque teníamos y seguimos teniendo el principal problema de que nuestros principales núcleos están alejados, uno en La Habana, otro en Santa Clara. Y es muy difícil la construcción de cualquier agrupación comunista de oposición en Cuba. Bueno, de cualquiera. Te dije ahora mismo que por repartir propaganda comunista, propaganda opositora, te pueden dar de cuatro a seis años de cárcel, así dice en el Código Penal. Pero no solamente eso, a eso agrégale que, desgraciadamente, como siempre digo, la burocracia cubana ha sido exitosa en hacer creer a los 11 millones de cubanos que en Cuba hay socialismo.
La despolitización crece mucho entre la juventud cubana. ¿Qué pasa? Esta juventud cubana de 2000 en adelante, cuando abre los ojos, en el 2016, Fidel acaba de fallecer. Tú me decías que más bien te vas acercando al marxismo a los 15 años. Ahí en Cuba la educación es marxista-leninista.
El 11 de julio yo vi a un grupo de oficialistas que estaban contra las protestas bajo la consigna “yo soy Fidel” Y uno de los manifestantes les dice “yo no tengo ningún problema con Fidel, Fidel es mi ídolo. El problema es Díaz Canel”. Esa gente de pueblo, jóvenes, muy jóvenes, te dicen “con Fidel, esto no hubiera sido así. Fidel hizo la revolución”.
Y tiene que ver sobre todo con que hay muy poco debate público, que con el debate público es que te formás. Y yo decía, bueno, a quién se le ocurre en Cuba…
¿Cuántas condenas a 5 o 6 años querés que tengan?
Exactamente. Y por la otra misma me acuerdo también la contrarrevolución, la prensa de Miami diciendo “un líder sindicalista da declaraciones a Estados Unidos, un líder sindicalista opositor cubano”. Y yo decía, están inflando. ¿Qué sindicato autónomo? ¿Cómo tú te puedes decir líder sindicalista si no hay ningún sindicato autónomo?
Y entonces, esa es una de las cuestiones interesantes que he ido aprendiendo en Argentina, el tema de los movimientos desocupados. Porque quienes salen a manifestarse en Cuba el gobierno los criminaliza. Me acuerdo ahora en las protestas de Santiago, un periodista oficialista decía “Yo conozco a algunas de las mujeres que salieron a protestar porque no hay leche, porque no hay arroz. ¿Saben que hacen con la leche que le da el gobierno para los hijos? La venden”.
Y yo le decía a mi compañera: “si yo sé que algunas de ellas la venden porque, en mi barrio, muy obrero, la venden porque los niños tienen que comer y se le da la leche prácticamente gratis, es verdad, de 0 a 7 años. Pero cuando tú tienes la leche en polvo y tu niño tiene 3 años, no alcanza la leche. Entonces te dan a precios muy bajos la leche y tienes que venderla para poder tener algo para darle de comer.”
Entonces, esto es otro de los ejemplos de cómo van explotando las protestas sociales en Cuba. Muy alejado de todo tipo de organización.
En Cuba es un proceso, que más allá de todas las críticas que le podamos hacer, que se va gestando dentro de la cuestión cubana, de la situación específicamente cubana. Y el nacionalismo prendió mucho. El nacionalismo prendió mucho y el caudillo Fidel Castro prendió mucho también. Y cuando empiezas a revisar los estados mal llamados socialistas de la Europa del Este, todo era un desastre. Y ninguno de sus líderes había encabezado una revolución. Ni ninguno era popular, el único por el cual la gente lloró fue por Tito.
El de Cuba es un proceso de décadas en las que se fue destruyendo, sin una represión como la de una dictadura militar, en la conciencia social, la capacidad de autoorganización o la idea positiva de que nos vamos a autoorganizar para luchar por nuestros derechos. Porque organizarse en Cuba para luchar por nuestros derechos está la idea negativa de que eso es contrarrevolución. Oponerse al gobierno es contrarrevolución.
Según ellos, toda forma de autoorganizarse es oponerse al gobierno y es contrarrevolución.
Entonces eso cuesta mucho trabajo romper. Ahí yo me daba cuenta en las protestas del 11 de julio de cómo nos sentíamos protegidos en la masa. Nos sentíamos diluidos en la masa. Y recuerdo perfectamente una muchacha, no supe quién era, diciendo, “mira qué lindo, mira qué lindo como nos manifestamos y no nos hacen nada.”
Porque la policía estaba impactada. Nunca había visto miles, miles de personas manifestándose pacíficamente. Era tan pacíficamente que cuando la marcha avanzaba y la calle era cortada por la policía, retrocedía y tomaba por una boca calle y avanzaba como una serpiente. No querían enfrentarse a la policía. Pero hubo más de 500 detenidos.
Ahí es donde se reforzó realmente la represión.
Yo diría que sí, y si te pones a mirar después, la cifra llega hasta casi mil, porque empezaron a revisar los videos. Hasta casi mil manifestantes fueron detenidos. Te das cuenta que eso yo no sé cuándo ha sucedido en Argentina. En una sola manifestación recoger mil personas.
Eso te habla de un gobierno que tiene miedo, que no supo cómo actuar, se sintió sobrepasado completamente y esto generó un fenómeno que yo quiero llamar “izquierda crítica” porque es muy difícil llamarse “izquierda opositora” ¿Todavía quieres defender la Revolución Cubana? Claro, y te queda en el imaginario algo muy fuerte de que yo me estoy oponiendo. Es lo primero que te salta en el inconsciente, de décadas y décadas. Y te acusan de gusano. Y yo digo que son ellos son los que están siendo contrarrevolucionarios.
Es algo que quizás, evidentemente fuera de Cuba, cuesta trabajo comprender. Porque una cosa es poder analizarlo con mente fría desde afuera, y otra cosa es vivir ese proceso desde adentro. Se juega mucho el afecto, como dice mi compañera. Eso fue uno de los debates que todavía se tienen en Comunistas y te das cuenta que hay compañeros que les cuesta trabajo.
Me acuerdo que hicimos una vez un pequeño congreso clandestino con compañeros trotskistas de otros países, en el que uno dijo “el deber político de ustedes es derrocar a la burocracia cubana.”
Y nosotros nos quedamos en shock. Me acuerdo que un compañero dice, “bueno, en realidad nuestro deber histórico es derrocar al capitalismo”. Pero en Cuba también pasa por enfrentarse a la burocracia. La burocracia no se puede reformar. La burocracia dirigente cubana ha tomado medidas constantemente en favor del capitalismo, del cual lucra también muchas veces.
No se puede construir el socialismo con ellos. No tiene sentido. Es imposible.
Y está claro que están encaminados a la restauración capitalista.
Exactamente. Entonces, el 11 de julio, nació la izquierda crítica, porque no todos son opositores.
Si esta entrevista la leen algunos intelectuales o investigadores cubanos, no me dejarán mentir al decir que todos los intelectuales cubanos, todos los investigadores cubanos, cuando hacíamos una investigación relativamente crítica, nosotros mismos, sin que nos obligaran, tratábamos de meter una oración que contentara al gobierno porque era eso o no publicar.
Yo escribí un artículo con el título: “Cuba. La mala hora del trotskismo”. Contenía una crítica velada a Trotsky y una crítica velada al trotskismo cubano. Esos eran recursos que tenía que hacer yo para poder publicar el artículo.
Y así todo hubo una oposición férrea a que saliera ese artículo. Una oposición férrea porque la historia oficial del trotskismo cubano en el gobierno publicado en Cuba decía que el trotskismo llegó hasta el año 35 y el trotskismo cubano desaparece en realidad en el año 73. Y decir lo contrario era negar la historia oficial. Se publicó gracias a una historiadora que no voy a decir el nombre para no meterle un problema. Impugnaba la historia oficial.
Volviendo al 11 de julio, cuando todos nos miramos, ¿quiénes éramos? En su mayoría afrodescendientes. Explotaron las protestas, ¿qué quiero decir con esto? Los barrios obreros de Cuba son mayormente afrodescendientes. La mayoría, casi todos, eran obreros, de pocos ingresos. Yo me veía rodeado de gente que salía de esos barrios en chancletas u ojotas, dirían ustedes, en camisetas musculosas del domingo.
Y sin embargo, los que venían a reprimirnos eran los militares o blanquitos traídos de determinados lugares, de barrios bien, casi chetos, dirían ustedes, vestidos con la camiseta del partido. Y eso evidentemente radicalizó a la clase trabajadora, le voló la cabeza a muchos jóvenes de izquierda. Ya eso provocó un antes y un después que cambia completamente la perspectiva de lo que estás hablando.
Porque todo marxista te está hablando de la clase trabajadora y vos ves que es la clase trabajadora la que está protestando.
Alguien decía, tratando de, como decimos en Cuba, tirar el salve a la burocracia cubana, dijo, “pero los bolcheviques reprimieron al alzamiento del Kronstadt”. Yo digo, pero es que no tiene nada que ver. Era una guerra civil.
En el caso nuestro fue una manifestación pacífica de miles y miles de personas que tuvo carácter violento en un suceso que se llamó La esquina de Toyo que personalmente para mí fue tan violento y tan raro que siempre he sospechado que hubo infiltrados ahí. Eso a ustedes no les asombraría.
No, lo hemos visto varias veces.
Exactamente, es muy raro que por un lado hay una manifestación pacífica de miles de personas y en otro lugar de la ciudad un grupito de 30 o 20 personas le dieron candela a los autos, tiraron los autos patrulleros y ahí no hubo la gran marcha.
Casualmente, los testigos tienen condenas de 20 años, 25 años.
¿Casualmente los testigos del hecho?
Sí, exactamente. Casualmente los testigos del hecho están condenados a más de 20 años de prisión.
Contanos un poco sobre los juicios.
Bueno, las condenas sobre todo cuando tú te pones a ver las causas que les ponen, te das cuenta que es lo que te estaba diciendo el código penal de 4 o 6 años.
“Sedición” es lo más que les ponen. Y sedición es lo más ambiguo que hay. Si ellos entienden que estás conspirando contra el gobierno,
te das cuenta que eso está a discreción completamente de ellos, de lo que ellos entienden que puede ser que alguien esté conspirando contra el gobierno cubano. Y les hicieron la acusación a 36 manifestantes, más de 20 años de condena por manifestarse. Hay con sentencia firme 297 personas detenidas y cuando te pones a ver los nombres de esas 297 personas ninguno de los manifestantes son personas conocidas, salvo algunos disidentes de derecha.
Cuando empiezan las protestas en otra localidad, rápido aprovechan y se los llevan presos. Pero no los detienen en las manifestaciones, ellos no habían sido parte.
Eso es muy interesante. La versión de la prensa burguesa internacional, la prensa del imperialismo, intenta asociar como referente de las manifestaciones a los nombres conocidos de la derecha y de los movimientos que hablan de “patria y vida” pero me estás diciendo que ellos no eran parte de las protestas del 11 de julio.
Para nada. No tienen nada que ver. El mejor ejemplo es que, te pongo el caso, el 27 de noviembre, esta agrupación Frente Amplista, mientras había manifestaciones populares en el Capitolio, en La Habana Vieja, ellos van al Instituto de Radio y Televisión para exigir un derecho a réplica al presidente. Es una cosa pequeño burguesa de creerse el ombligo de todo mientras los hechos pasan en otro lado.
Y cuando tú revisaba sus consignas, no decían nada del alza de precios, por un alza de salarios y de pensiones, que eran las principales exigencias de las manifestaciones populares.
Es muy interesante lo que me estás diciendo, porque va directamente al corazón de la narrativa de la derecha, porque tanto la derecha internacional y la burguesía como el gobierno cubano quieren instalar el relato de que solamente hay dos cosas que se pueden hacer en Cuba. O estar acríticamente con el gobierno, o querer la restauración capitalista.
Y lo más interesante, me parece, es que me estás diciendo que la derecha, que es a la que acá se le da mucha prensa, que supuestamente serían referentes de las movilizaciones, y que en realidad no solamente no tienen nada que ver, sino que hay socialmente un abismo entre uno y otro.
Totalmente, totalmente.
Una consigna muy clara constantemente fue queremos alimentos y medicamentos. Y se cantaba una consigna muy arraigada en la izquierda: “el pueblo unido jamás será vencido”.
Es una canción que se cantaba en la izquierda reprimida por Pinochet.
Y el mejor ejemplo de que las protestas no son organizadas por la contrarrevolución fue el domingo 17 de marzo en Santiago de Cuba, nadie decía “patria y vida”. La consigna es “tenemos hambre, queremos comida”. Era más claro que el agua.
Es una reivindicación económica, claro.
Paz, pan, trabajo. La consigna de la revolución del 17.
Y hoy lo que toca es luchar por la libertad de esos presos. Cuando tú te pones a mirar, yo te voy a mandar la lista que tenemos de los detenidos publicada por la Fiscalía General de la República. Tenemos una lista de más de 140 detenidos, tomate el trabajo de ir googleando uno por uno y vas a descubrir que hay dos patrones: uno, muchos no aparecen en Google, son perfectos desconocidos, y los otros son perfectos desconocidos que han saltado más o menos como noticia por denuncias de los familiares, de maltratos que han sufrido en prisión.
Pero esos dos patrones te evidencian que fueron sentencias para escarmentar. Y no fue una sentencia para escarmentar a ninguna contrarrevolución. Fue una sentencia para escarmentar las reivindicaciones que vienen desde abajo.
Exactamente.
¿Qué está preparando el gobierno cubano ahora?
Y es que están tratando ya desde abril, desde marzo, de criminalizar las protestas que evidentemente van a estallar en el verano.
EWl gobierno teme a nuevas protestas porque hay recortes, hay grandes recortes y sobre todo también en el combustible. Es verdad que el gobierno cubano está en una situación económicamente crítica.
Tengo entendido que hace poco hubo un aumento del 500% del combustible.
Ni más ni menos. 500% del combustible. Yo cuando tuve la cifra, yo calculaba. Yo soy malo en matemáticas. Yo volvía a calcular y calcular. Decía, pero es que este número es muy grande. No puede ser. Y es verdad.
Hay defensores europeos del gobierno cubano que me dicen “pero es que era muy muy barato“ y les digo, entonces, que si el gobierno tiene que actualizar los previos, bueno, pero que también actualice los salarios. Es la misma cosa que le decimos el gobierno de Milei.
El salario mínimo cubano cayó a 6 euros por mes. Pero no solamente eso, eso es algo que desde la caída de la Unión Soviética lleva así, más o menos.
Y frente a los crecientes problemas económicos, ¿cómo ha sido el repliegue del gobierno no cubano? Priorizando gastos. No, no tenemos dinero para comprar el trigo con el cual vendemos el pan a la población. Ya no se entrega gratuitamente. Bueno, sí, yo sé que está una situación económica bien jodida, pero son prioridades.
Los otros días estuvo más de prácticamente dos meses un barco petrolero frente a las costas de La Habana que el gobierno cubano no le acababa de pagar. Y no desembarcó, capitalismo puro.
Y sí, sé que está en una situación económica crítica, pero siguen las construcciones de los hoteles. Siguen abasteciéndose los hoteles.
Eso te iba a decir, la mayoría de los fondos están cada vez más destinados a la empresa del Estado, Gaesa.
La mayoría de los fondos del gobierno están yendo al turismo, que está en manos de Gaesa.
Antes quien controlaba la venta de alimentos minoristas era el Estado. Privatizaron la venta de alimentos fuera de la canasta normada, fuera de la libreta de abastecimiento, eran estatales a precios asequibles a la clase trabajadora.
¿Cómo es que el sector privado sí vende pan? ¿Cómo el sector privado sigue vendiendo facturas? Como dicen ustedes, “dulcecitos”, decimos nosotros. En el sector privado, si tú quieres, puedes ir a comprar leche, puedes ir a comprar queso, puedes ir a comprar carne. El gobierno decidió desfinanciar el abastecimiento y entregarlo a empresas privadas. Los precios se disparan y la gente no puede comprar.
El desabastecimiento pasa por la privatización. Pasa por la restauración.
Si quieres, entra a Cuba Debate, que es como el medio más oficial. Cuba Debate ha incluido, como una renovación de la prensa, propaganda comercial. Y hay, en medio del desabastecimiento, una propaganda de pastas, carnes y lácteos de una tienda privada. CBM Tienda. Una tienda privada, publicidad en el portal oficial del gobierno cubano.
¿Y qué venden ahí? Carnes, lácteos, pastas. ¿Qué es lo que la gente está exigiendo? Comida. Entonces, ¿quién lo tiene? Ni la clase trabajadora cubana ni ninguna clase trabajadora es tonta. La comida está. Esa gente la tiene.
Esa gente tiene carne, esa gente tiene lácteos, esa gente tiene queso, tiene pasta. ¿Por qué tú no me lo vendes a mí? En medio de la crisis misma de la ya del medio del coronavirus había arroz para comprar, poco pero había, podías comprar pollo, podías comprar picadillo, poco y había colas.
Pero después empezaron a dejar las puertas abiertas completamente al sector de la economía privada. Eso de lo que estábamos hablando de meterle dinero a los hoteles ha ido en detrimento de meterle dinero a la soberanía alimentaria.
Me acuerdo que estando en la celda, hablaba con un obrero, Santiago se llama, nunca lo volví a ver, y le explicaba la situación que estaba viviendo el país y demás. Y él me dice, “sí, periodista, usted tiene razón de que hay poco, pero lo poco que hay el gobierno lo está distribuyendo mal”. Él no tenía una cifra, él no tenía una estadística, nada. Era un obrero de una fábrica metalúrgica. Eso fue el 11 de julio. En agosto aparece una declaración de un ex ministro de Economía de Fidel en los 90, José Luis Rodríguez, dando una cifra inédita, desconocida. Que uno hubiera pensado que, si hubiera sido un intelectual Santiago, Santiago tenía acceso a esa fuente. En el 2021, el 50% del presupuesto el gobierno lo destinó al turismo y en 10 años el gobierno solamente destinó el 3% del presupuesto para la agricultura.
Santiago lo sabía. Más de la mitad del dinero lo estaban metiendo en el turismo y solamente el 3% durante 10 años en la agricultura.
No hace mucho deponen al ministro de Economía que llevó adelante el paquetazo, acusado de corrupción. Fue un lavado de cara. Un spot comercial, hecha por una empresa privada cubana, decía “estas tierras no se cultivaban hace 20 años, desde que nosotros las tomamos tenemos unos cultivos fructíferos y en conservas de latas y vegetales”. Y al ministro de Economía se lo vinculaba con esa empresa. Y al ministro de Economía se lo vinculaba con esa empresa. Y fue depuesto como un corrupto.
Era él quien que enfatizaba una y otra vez que había que sacrificarse, que había que ajustarse para construir el socialismo.
También estuvo plagada de corrupción la restauración capitalista en Europa del Este. Fue la burocracia la que se quedó con las empresas privadas.
Pero claro. Es lo que yo los otros días le decía a un compañero, ¿cómo pretenden restaurar el capitalismo sin cortarle derechos a la clase trabajadora? Si restauran el capitalismo, al gobierno cubano no le queda de otra de ajustar. Si quiere llevar al capitalismo adelante, se tiene que llevar por delante a la clase trabajadora.
Ahora el gobierno cubano está en una situación extremadamente difícil porque en Cuba se está uniendo hoy el proceso chino con el proceso soviético de restauración.
¿En qué sentido?
El gobierno cubano quiere aplicar el modelo chino, un partido comunista administrando una economía capitalista, pero para eso necesita el capital estadounidense, necesita el FMI, necesita el Banco Mundial, que fue lo que se hizo en China y Vietnam. Pero está ahogado completamente el gobierno cubano.
Biden en la plataforma demócrata de las elecciones decía que quería más o menos restablecer relaciones con Cuba, con otras palabras, para resarcir los daños que había tenido el “pueblo de Estados Unidos” durante el mandato Trump. Es decir, quería recuperar todas las pérdidas que había tenido el empresariado yanqui que invirtió en Cuba durante la época Obama. ¿Por qué el gobierno Biden no hace lo de Obama? Sencillamente, cuando Obama empezó los contactos con el gobierno cubano, éste tenía popularidad, tenía una economía relativamente estable.
Y ahora Estados Unidos se da cuenta que es un gobierno muy débil con una economía en crisis, que eventualmente puede caer por las protestas y es mejor tener un gobierno títere. ¿Para qué me voy a arriesgar a tener un Vietnam que es un país capitalista, pero es un país capitalista cuyos intereses chocan con los míos?
Y que mantiene cierta independencia.
Exacto. Por conflictos burgueses, pero tiene cierta independencia. Entonces, ¿por qué hacer eso si puedo tener un gobierno plenamente plegado a mis intereses?
Sí, y además está la diferencia que tiene a la burguesía gusana en Miami, no existía ese tipo de burguesía en China, ni existía ese tipo de burguesía en Vietnam.
Además, pero si el gobierno estadounidense y las grandes internacionales les interesa invertir en Cuba, pesan sobre la balanza, ¿qué me das más? ¿Esto o lo otro?
Y hablo de la vía soviética porque evidentemente hay un proceso de reconversión ideológica brutal. Cuando tú ves las consignas del partido y ves la perestroika, es muy similar. Tú miras las consignas del Partido Comunista Chino y lo que estudian y demás, y parece que es un gobierno psicótico, porque restauran el capitalismo diciendo “viva Marx y Lenin y Mao Zedong”. En este caso, te animo a que me digas cuál era la consigna del más reciente congreso de la UJC.
La verdad que no me acuerdo.
“Crea tu felicidad”.
Lo que sí vi fue un discurso de un joven que no decía absolutamente nada, pero estaba muy animado sobre cómo morir por la revolución, pero no se sabía para hacer qué y cuál era el camino de la revolución.
Pero imagínate tú este caso de una consigna que sea “crea tu felicidad”.
Parece un slogan para nenes de alguna empresa capitalista latinoamericana. Es ideología del emprendedurismo, ¿no?
Parece una publicidad para el Día del Niño. Algo así. Me recordaba la revolución de la felicidad de Macri. O sea, los globitos amarillos. Entonces, cuando tú miras, hay un desmonte tan grande, tan grande e ideológico, que hasta en los congresos del partido tú no te encuentras un retrato de Marx, un retrato de Lenin. Y no solamente eso, te invito a que veas en el plenario del congreso pasado, en los retratos, te vas a dar cuenta que tampoco estaba el Che Guevara.
Porque cada vez les cuesta mucho más trabajo esconder debajo de la mesa el discurso anticapitalista del Che Guevara.
No nos queda claro hasta qué punto dentro de la burocracia dirigente existe un sector que se quiera arriesgar a perder también, a tener la posibilidad de perder el poder político, que es lo que sucedió en la Unión Soviética. China dijo, sí, queremos restaurar al capitalismo, pero no que nos pase como en la Unión Soviética, queremos seguir teniendo el poder.
Sí, lograron mantener también controlada la restauración con las zonas económicas especiales, al ser un país tan grande y con tanta independencia. Cuba viene de la historia de ser prácticamente una semicolonia de Estados Unidos. Es otra situación. La restauración muy probablemente significa una recolonización o semi-recolonización.
Completamente. Y, paradójicamente, lo único que salvaría, ya te dije, al gobierno cubano es que Estados Unidos levante el bloqueo. Por eso, ¿va a intentar el gobierno cubano de apostarle con todo al nuevo gobierno demócrata porque como sabes los presidentes estadounidenses en su segundo mandato hacen lo que no han hecho en el primero? Obama lanza sus relaciones con Cuba en el segundo mandato. Igual, con Fidel no iba a suceder nada, Fidel se opuso siempre de manera solapada a las relaciones con Obama. Si quieres busca la carta que se llama “A mis compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria” del 26 de enero del 2015 Era un llamamiento incluso a los estudiantes universitarios.
Pasemos un poco a la historia del encuentro León Trotsky, los últimos dos encuentros y el que se va a hacer ahora en octubre.
Perfecto. Del primero, bueno, ya te conté. Fue hecho en base a sudor y lágrimas, como decimos en Cuba. Estaba la orden del viceministro de Cultura, Fernando Rojas, de que no se hiciera el evento.
Yo agradezco mucho a los compañeros de Brasil que hayan logrado mantener viva la chispa del evento, hacer un evento más internacionalista fue idea de un grupo de brasileños. El segundo evento se hizo entre el 6 y 8 de mayo del 2019 en Brasil.
Tuvo lugar el primer evento de León Trotsky en La Habana. Y empezaron a llegar con anterioridad varios delegados para participar en la marcha del 1 de mayo que hace el gobierno cubano, que este es el segundo año que no lo hace.
Los brasileños se brindaron para continuarlo y supuestamente iba a ser en el 2020, pero por razones obvias de la pandemia no se pudo realizar. El segundo evento nos dio muchos aprendizajes en cuestiones técnicas, logísticas. Y ahora estoy esperando con ansias, ha sido un tanto difícil la coordinación del tercer evento aquí en Argentina
Inicialmente habían propuesto hacerlo en Europa, pero en algún momento me doy cuenta que era imposible prácticamente que los compañeros latinoamericanos viajaran a Europa tanto.
Se iba a perder la militancia, no solamente la militancia trotskista latinoamericana, hay muchos intelectuales de izquierdas que no son trotskistas y quieren participar como Gabriel García Higuera uno de los mejores biógrafos de León Trotsky, peruano, que estuvo en el primer evento.
En la mesa coordinadora no solamente están los partidos del FITU, está el nuevo MAS también, se le hizo extensiva la invitación a política obrera, y cuesta trabajo para mí que vengo de Cuba, fuera de todas las cuestiones, las polémicas internas del trotskismo argentino, que tiene su peso y experiencia. Y las dificultades políticas que eso lleva.
Es el riesgo de ser un revolucionario en una situación no revolucionaria.
Claro, hay que saber llevar la lucha tanto en la calle como en el parlamento a la misma vez y nunca poner el parlamento por encima de la calle, de las fábricas, de los sindicatos. Va ser muy muy instructiva mi estancia acá, me hace aprender mucho de las formas de organización, de lo que se puede hacer allá. Ojalá puedan venir algunos intelectuales cubanos.
Hay sorpresas, viene gente grande del extranjero, que esperamos que haya una amplia participación. Las bases están puestas en la página web de Comunistas, se ha divulgado bastante dentro de la prensa trotskista pero mi principal expectativa es que no solamente vayan a las charlas militantes trotskistas, anhelo profundamente que vayan muchos jóvenes que sienten solamente simpatía hacia las izquierdas.
Porque una de mis grandes preguntas en el libro que estoy escribiendo sobre la Revolución Cubana es siempre por qué en la casi totalidad, no solo de los estados obreros, sino que incluso gobiernos de izquierda tienen derivas autoritarias. Terminan o nacen siendo autoritarios completamente. Es lo que pasó en el siglo XX con los estados satélites de la URSS.
Bueno, un poco la historia no contada del comunismo internacional, la mayoría de las veces es la historia no contada de las revoluciones obreras y socialistas.
Ahora debido a eso también, de las historias no contadas, hay una mesa dedicada a África, que vamos a tratar de traer trotskistas de África, por Zoom. Desterrado en una pequeña isla olvidada del Caribe que se llama Dominica, no República Dominicana, me sensibilicé aún más con la cuestión de la lucha de la clase trabajadora africana y afrodescendiente, porque en ese país el 98% de la población es afrodescendiente.
No hay oposición de izquierda en ese país. El laborismo gobierna hace décadas con una corrupción bestial, al punto de que imagínate que puedes ir a votar sin mostrar tu DNI.
Ah, ¿qué te parece? Suena a algo que se podría hacer en El Salvador.
Sí, suena a algo que se podría hacer en El Salvador. Exactamente. Y pues no, se hace en ese paisito. Si preguntas en Google si existe algún país sin semáforos te va a decir Bután, nada más, pero en Dominica tampoco hay semáforos. No hay semáforos, no hay prensa diaria, sale cada 10 o 15 días, no hay canales de televisión local ah, que lo juro sí, un paisito completamente alejado de todo, y ese paisito está entre dos islas, colonias francesas. Y ahí existen organizaciones trotskistas.
¿Y qué paneles te parece que serían los más importantes? A los que invitarías a la juventud simpatizante de la izquierda en el encuentro León Trotsky.
Para empezar, Cuba. Pero no lo quería decir porque soy panelista.
¿Te estás autopromocionando?
No, no es por la autopromoción, es que me preocupa mucho la cuestión de Cuba en Argentina.
Hay un panel sobre las polémicas sobre el Che y Trotsky, la lucha armada, los puntos de contacto entre Che y Trotsky.
Me parece que es necesario tenerlo en cuenta aún más en Argentina.
La de África me interesa mucho que vayan para que se vea para que vean que existe ese inmenso continente subcontinente, sobre todo el subcontinente negro. Y que ahí existe lucha de clases.
“Trotsky, los trotskismos y la lucha contra el colonialismo y el racismo”. Esa sería la de África.
Aparte es una discusión marxista que viene desde el propio Marx.
“Trotsky, la cuestión nacional ucraniana. Los trotskismos frente a la guerra de Ucrania”.
Es una de las cosas más candentes de los últimos años.
Exactamente. Va a estar Trotsky ante la cuestión judía y los trotskismos frente a la lucha por la liberación de Palestina. Ese va a ser una mesa bastante caliente también. Trotsky y los marxismos en América Latina. Esto pudiera parecer más teórico, pero esta izquierda, estos jóvenes de izquierda que yo aspiro que vayan, a lo mejor han estado interesados en Mariátegui y les interesaría ver, bueno, y qué tal Trotsky-Mariátegui, qué onda entre los dos, qué dicen los mariáteguistas y los que siguen por Trotsky.
Hay unos textos muy interesantes sobre el diálogo entre la teoría de la revolución permanente y la teoría de la revolución en Mariátegui. Que tiene que ver con la polémica que hubo entre Mariátegui y el oficialismo de la Internacional Comunista. Mariátegui planteaba que la revolución antiimperialista en América Latina solamente podía ser socialista. Y en ese momento la delegación de su partido chocó con el oficialismo de la internacional comunista en un Congreso, con el principal representante del estalinismo latinoamericano. Cordovilla.
El que dio la orden de expulsar a Mella del PC. Y que a la vez fue uno de los partícipes de la contrarrevolución estalinista en la Revolución Española.
Y hubo un choque entre los delegados mariateguistas y el oficialismo de la Internacional Comunista, porque las posiciones mariateguistas se acercaban, no terminaban de ser, pero se acercaban, a la teoría de la revolución permanente de Trotsky.
También está el panel de los trotskismos en los procesos de caída de los estados obreros de la Europa del Este y la Unión Soviética. Eso creo que es fundamental. Una de las propagandas que siempre se ha hecho, y un artículo que escribió incluso el historiador oficial del trotskismo cubano, el difunto Rafael Soler, es que el trotskismo ayudó a la caída de la Unión Soviética.
Ojalá hubiera tenido tanta fuerza el trotskismo.
Esa es una de las principales propagandas que hay. Y está bueno poner en claro cuál fue la postura de los trotskismos, y siempre digo de los trotskismos, en la cuestión de la caída de los países de Europa del Este y de la Unión Soviética.
Bueno, hay otras mesas. Está lo de los trotskismos, el movimiento de mujeres y LGTBIQ+. Yo quería que hubiera una mesa nada más de trotskismos y la cuestión LGTBIQ+. Creo que aquí en Argentina estuvo el Frente de Liberación Homosexual.
Sí, en los 80.
Que hubo compañeros del MAS.
La cuestión LGTBQ ha sido muy movilizadora en Cuba. Sirvió para constituir colectivos nuevos, para autoorganizarnos, la posición de izquierda, por decirlo así, la izquierda crítica tiene como una especie de raíz por allá, se vinculó mucho a lo LGTBQ.
Son mesas que no existieron en el primer evento, que no existieron tampoco en el segundo.
Está la mesa dedicada a los cruces teóricos cruces teóricos entre Trotsky y Gramsci. El imbécil de Milei habló no hace mucho de Gramsci sin saber ni un carajo de Gramsci. Se inventaron una teoría de la conspiración neonazi en torno a Gramsci. La teoría del “marxismo cultural” viene de un teórico que se llama William Lynd, que lo toma del de la teoría del bolchevismo cultural. Fue parte de la propaganda nazi que decía que el marxismo y el judaísmo, por supuesto, se infiltraban en la cultura para introducir y legitimar el capitalismo, el nuevo gobierno mundial, el nuevo orden mundial.
Ah, el nuevo orden mundial. El pobre Fidel, ya muy anciano, escribía columnas hablando de eso.
A centímetros de citarte el “Protocolo de los Sabios de Sion”.
A mí me daba lástima ver a ese Fidel. No tenía nada que ver. Le seguían publicando. Imagínate tú a alguien con tanto poder. Cómo le ibas a decir: “No comandante, esto no se puede publicar”. Ese fue otro punto que nos costó mucho trabajo llegar darnos cuenta, que nunca hubo democracia socialista en Cuba. Discutiendo con algunos compañeros yo les decía: “¿ustedes se dan cuenta que en la constitución del 76 se fusionó el cargo del primer ministro y presidente de la república en el cargo del presidente del consejo de estado y de ministro, que lo ocupó Fidel?”. Que Fidel, a la vez, en ese año era el primer secretario del partido único en el poder partido que él había fundado, el líder del ejército que él había fundado. Y además de todo eso, el segundo al mando era su hermano. Como que mucha democracia no había.
En nuestros textos teóricos acerca de la Revolución Cubana, porque tenemos un debate, nosotros planteamos que, si bien fue una revolución antiimperialista, fue una revolución anticapitalista, no fue una revolución socialista. Una de las cosas que señalamos es las consignas de las revoluciones.
Comparando la consigna de la revolución rusa con la consigna de la revolución cubana. La consigna bolchevique era “todo el poder a los soviets”, y la consigna cubana fue “Comandante en jefe, ordene”.
Te das cuenta del trasfondo nacionalista muy grande de Cuba en la consigna “Patria o muerte”. Después, justo con la caída de la Unión Soviética, es que Fidel insiste en “Socialismo o muerte, venceremos”. Pero en vez de darle un rumbo más socialista a Cuba, o darle un verdadero rumbo socialista, lo que jaló más por el nacionalismo.
Ahí reapareció José Martí y Antonio Maceo como principales referentes de la Revolución Cubana porque se empezó a hablar de que el Partido Comunista era el partido de la nación cubana y no del socialismo.
Cuando crece el nacionalismo retrocede el socialismo.
Es una de las cosas que también pasó en China. Han caído incluso en la reivindicación de la historia imperial y de confucianismo. Es delirante pero dentro del Partido Comunista se han retomado las tradiciones confucianas y de las tradiciones de organización del viejo imperio.
En la URSS, la narrativa nacionalista volvió con Stalin, rompiendo con el internacionalismo bolchevique.
Te das cuenta que Putin está muy cómodo con eso. Por eso reivindica a Stalin y no le gusta Lenin.
A mí me da un dolor inmenso ver cómo a veces izan la bandera roja con los martillos los soldados rusos en Ucrania. Me duele muchísimo eso. Yo nunca me imaginé que me iba a doler ver izar la bandera roja.
Y es increíble la capacidad de manipulación que tiene eso. La cantidad de estalinistas emocionados que he visto con eso. Y yo digo, “pero no, ¿no se dan cuenta?”.
Y aparte con el gobierno post-restauración que representa la caída de la URSS.
El gobierno que representa la caída de la URSS. Totalmente. Si tú dices que es delirante lo del confucionismo, más delirante es que los ministros y viceministros cubanos hayan tenido un curso de posgrado por decirlo así, para estudiar las ideas de Xi Jinping el año pasado. No fueron a estudiar las ideas de Mao, ni siquiera las del restauracionista Deng Xiaoping, sino las de Xi Jinping. Son detallitos que te das cuenta por dónde viene la cuestión.
Una restauración capitalista pasando por China y no por Estados Unidos.
Y sí, porque lo tratan de hacer con la vía china, pero no pueden.
No tienen el capital para poder hacerlo. No tienen la fuerza que tenía China. Ellos se asesoran mucho con Vietnam. Ojo que Vietnam es el principal inversor extranjero en Cuba, las empresas privadas vietnamitas son las primeras que invierten en Cuba, el principal inversor es Vietnam estatal y privado.
A la vez, en el pueblo cubano hay un nivel de consciencia contradictorio con la desmovilización que hay hoy. La gente se niega a trabajar a niveles de explotación de Vietnam. Las ropas que nos ponemos, las zapatillas que nos ponemos, tú miras las etiquetas y dicen “Vietnam”.
Eso es interesante lo que me estás diciendo. Entiendo que uno de los principales obstáculos para la restauración del capitalismo del gobierno cubano es que se tiene que llevar por delante a la clase trabajadora.
Además, porque han sido décadas de construcción cultural, los avances de Cuba bajo la revolución fueron descomunales. Lo niega la propaganda de Miami. Un primo mío me decía, que en realidad durante Batista la cosa no estaba tan mal. Cuba tenía un nivel de alfabetización del 60%. Yo le digo, ¿tú sabes lo que es el 40% de la población analfabeta? Prácticamente la mitad de la clase trabajadora es analfabeta. ¿Tú sabes cómo impide el desarrollo de un país eso? No, por no hablar de una persona, lo que es una persona analfabeta.
Hay un libro de Hannah Arendt, que en realidad no es un libro, son unos extractos del libro de Hannah Arendt sobre la revolución. El libro se llama “La libertad de ser libres”. Ella explica lo que no ha podido entender el gobierno estadounidense, por qué falló la invasión a Bahía de Cochino. Y es porque la revolución dignificó al pueblo cubano. Y fue algo real.
Imagínate tú que a un campesino analfabeto le digan “tu hijo va a ir ahora a un internado en La Habana, en una mansión de unos burgueses, y va a estudiar una carrera universitaria”.
Eso es una revolución. El Che Guevara decía que una revolución es cuando lo extraordinario se convierte en lo diario. Y sí, fue una revolución que degeneró precisamente porque no había democracia socialista, porque la clase trabajadora no podía controlar las decisiones políticas y económicas del gobierno.
Mientras el líder fue carismático, críticas más, críticas menos, se dejaban pasar. La represión era nada más contra la contrarrevolución. Pero cuando empieza el proceso de restauración capitalista, cuando el gobierno empieza a reprimir a la clase trabajadora, a intelectuales comunistas, entonces ya la clase trabajadora no tenía instrumentos para enfrentarse a la burocracia restaurando el capitalismo, ya no tenía cómo crear sindicatos autónomos, a los cuales se opuso el Che desde el inicio.
Me quedo con esta idea que estás diciendo y en función de esto, en función de todo lo que ganó la clase trabajadora en la Revolución Cubana y que en última instancia lo fue perdiendo por no estar auto-organizada, por no tener la posibilidad de auto-organizarse. En función de esa conclusión, para nosotros, la Corriente internacional Socialismo o Barbarie, la derrota de la autoorganización de la clase trabajadora fue lo que determinó el rumbo de la revolución del siglo XX.
¿Para qué te gustaría que sirva el encuentro León Trotsky? ¿Y qué mensaje te gustaría que les llegue a los simpatizantes de izquierda en Argentina y en otras partes que también escuchen esto?
El socialismo sin democracia no es posible. Trotsky fue el principal revolucionario en decirlo. Solamente con el poder de la clase trabajadora el socialismo será posible. Me parece que puede servir muy bien para fortalecer a la izquierda argentina.
Y pienso constantemente en cómo puede ser útil para Cuba. Tiene que servir para quebrar la concepción de que solamente la derecha pide la libertad y la democracia. Ahora mismo estamos viendo en Argentina un gobierno que tiene una consigna que se contraría constantemente con la realidad. “La Libertad Avanza” y cuando te pones a ver todo lo que hay son recortes de libertades civiles. Sin democracia, libertad para el mercado.
Los derechos civiles fueron arrancados por la clase trabajadora: el derecho a organizarse, el derecho a repartir propaganda, a estudiar. Eso lo logró la clase trabajadora. Y esto es lo que quisiera que vieran los jóvenes que se van a ir acercando. Muchos serán de la UBA, de los que han estado manifestándose ayer, de sociales, de económicas, que es donde se va a hacer el evento en la Facultad de Económica y Ciencias Económicas.
Quiero que entre gente que no sea estudiante, que no sea intelectual, que no sea académica. Cualquiera puede llegar, levantar la mano, preguntar cualquier cosa. No es un evento elitista para nada.
Ojalá y sirva para esto, para entender que sin democracia no hay socialismo, una y otro van de la mano.



