
En un nuevo 17 de octubre, las movilizaciones del peronismo muestra las fracturas dentro de la coalición oficialista. La CGT se reunió en el Estadio Obras con un discurso díscolo y la ausencia de Moyano, que concentrará en Plaza de Mayo con el kirchnerismo. Los movimientos sociales oficialistas se reúnen en La Matanza. Alberto Fernández quedó marginado y habló desde la inauguración de la autopista Ezeiza – Cañuelas.
El albertismo, desdibujado
En una fecha simbólica privilegiada para el movimiento peronista, el presidente peronista de la Argentina quedó poco menos que pintado. La razón es simple: la tónica de los actos es preparar la interna peronista para las elecciones del 2023. Y nadie le ve mucho futuro electoral a Alberto Fernández.
El mandatario habló desde Ezeiza en la inauguración de una obra junto a Kicillof, Massa y otros funcionarios nacionales, entre ellos Katopodis y Tolosa Paz. Con la tibieza que lo caracteriza, el presidente se limitó a recorrer la historia de la fecha y criticó la gestión del macrismo entre 2015 y 2019. Además anunció un bono de $45.000 para los sectores «más vulnerables» y la suba del piso del Impuesto a las Gananacias.
Desde Casa Rosada lamentaron que Fernández no haya sido «invitado» a ninguno de los actos del 17 de octubre. Y consideraron que esto se debió a «reclamos que los sindicatos vienen haciendo» al gobierno, especialmente alrededor de la inflación. En otras palabras: nadie quiere quedar pegado a Alberto.
La burocracia massista
La CGT, por su lado, montó un importante acto en el estadio Obras Sanitarias de Núñez, donde la mayoría de los oradores criticaron al oficialismo sin mucho disimulo.
«Necesitamos construir un espacio político que tenga la capacidad de resolver los problemas que aquejan a los argentinos. Se nos dijo que éramos parte del Gobierno, pero la CGT no está sentada en los lugares en los que se define la política», dijo el triunviro y Secretario General de Sanidad Héctor Daer.
En el mismo sentido se expresó Gerardo Martínez de la UOCRA. «No queremos ser convidados de piedra. Queremos tener diputados, senadores, queremos estar en la mesa en la que se toman decisiones«. Así se anunciaba la intención de crear el «Partido Sindical», como lo denominaron los medios.
Todos los discursos de los dirigentes cegetistas apuntaron en el mismo sentido: criticar la gestión albertista y, a diferencia de Moyano, despegarse de cualquier posibilidad de postulación de Cristina Kirchner para el año próximo. Ya lo había anunciado Sebastián Maturano, de la Juventud Sindical, con un discurso contra La Cámpora en el discurso de apertura: «¿qué tienen ellos para ocupar más cargos que nosotros en la conducción del Partido Justicialista?».
Pero quien dejó las cosas más claras fue quizás Carlos Acuña, del sindicato de playeros de estaciones de servicio. «Me gustaría que el candidato sea Sergio Massa, que es un hombre joven y tiene mucho empuje», dijo en una entrevista televisiva minutos antes de que comenzara el acto.
Acuña dijo abiertamente lo que no se dijo oficialmente en el acto. La idea de «un gobierno peronista con los trabajadores adentro», como se propuso desde el palco, no es más que subordinar los sindicatos tras la candidatura derechista de Massa. Los dirigentes cegetistas no proponen ninguna alternativa a la gestión ajustadora del FdT, a lo sumo plantean un cambio de caras y algunas diferencias en las formas.
El moyanismo se alineó con el kirchnerismo
Uno de los puntos de conflicto es el sistema de paritarias, que ya venía siendo cuestionado por distintos sectores de la coalición oficialista. Desde Obras, la CGT remarcó la necesidad de mantener las paritarias como «arma de los trabajadores» para cuidar el salario. Pablo Moyano, en contraste, habló de que se aplique «una suma fija» para recomponer los salarios. Es una propuesta original del ala kirchnerista del gobierno, que el moyanismo ya venía apoyando.
El acto más esperado es quizás el que protagonizarán el propio Moyano y los sindicatos kirchneristas (la Bancaria de Palazzo y la CTA). Estarán acompañados por La Cámpora y el PJ bonaerense. El principal orador en Plaza de Mayo será Máximo Kirchner, junto a otros sindicalistas del riñon K como Hugo Yasky (hoy diputado) y Roberto Baradel (SUTEBA).






