
Sigue el escándalo por la aprobación exprés del proyecto «Costa Urbana» en la Legislatura porteña. El mismo da luz verde al convenio que habilita al Grupo IRSA la construcción de torres de lujo en los terrenos ubicados en una zona de humedales (en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors).
Sin un estudio de impacto ambiental, sin licencia social, ayer con 37 votos de los muchachos de Larreta y aliados se habilitó modificar la normativa del espacio público que impedía la construcción de torres de lujo en esa zona. Así, se habilitó la construcción de un barrio de 71 hectáreas que va a tener torres de hasta 145 metros de altura.
La legislatura votó seguir vendiendo la Costanera Sur con un nuevo convenio con IRSA para levantar torres de lujo.
Ni medidas para la crisis habitacional, ni para cuidar los espacios verdes, Larreta sólo cuida los negociados inmobiliarios.
La naturaleza no puede ser una mercancía pic.twitter.com/iIBnYEgSjo— Federico Winokur (@federicowinokur) August 19, 2021
Este megaemprendimiento inmobiliario estará ubicado frente al Barrio Rodrigo Bueno y a la Reserva Ecológica, que se trata de un humedal protegido internacionalmente. Todo el mismo día en que cientos organizaciones ecologistas, de izquierda y activistas reclamaban frente al Congreso la urgente sanción de la Ley de Humedales, que proteja estos espacios vitales como forma de mitigar el impacto socioambiental del calentamiento global que es producto de la barbarie capitalista.
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La sesión se hizo apenas el juez Luis Ammirato revocó la medida precautelar que frenaba el tratamiento legislativo en tanto no se realizara una audiencia pública para debatir con un necesario estudio de impacto ambiental. Un dato: para las 16 horas de ayer, luego de la votación, las acciones del Grupo IRSA subieron un 3,3%.
Al respecto, el pre-candidato a diputado por la Ciudad de Buenos Aires, Federico Winokur, de Nuevos MAS, declaraba «Ni medidas para la crisis habitacional, ni para cuidar los espacios verdes, Larreta sólo cuida los negociados inmobiliarios. La naturaleza no puede ser una mercancía»






