
En la provincia del Chaco, quien encabezan la lucha contra el ajuste, son los trabajadores de la Educación. Una semana atrás rechazaron la propuesta de aumento salarial del 10% más dos caramelos. Con una imponente movilización de más 5000 docentes en las calles, repudiaron el miserable ofrecimiento del gobierno.
La estrategia del gobierno para bajar la vara del reclamo es omitir hablar del incumplimiento de la cláusula gatillo y ofrecer un 10%. La docencia, que conquistó con un enorme esfuerzo la cláusula gatillo en 2019 exige el inmediato cumplimiento de la misma, lo que implica el pago de una deuda no menor al 40% a febrero del 2021 sin recomponer nada aún de lo perdido entre los años 2017 y 2018.
El no pago de la cláusula gatillo del año 2020 significaría un recorte del 34,2 % del salario docente que se acumula a la larga perdida de los últimos años[1]. En el pliego de reclamos aparte de lo salarial figuran además otros reclamos: edificios escolares sin manteamiento adecuado, deficiencias en agua potable, energía eléctrica, baños, ventiladores, bancos y sillas.
Antes de las declaraciones del Gobernador y de la Ministra de Educación, la bronca acumulada de los trabajadores de la educación no se hizo esperar. Hubo contundencia en la medida de no inicio de clases y los paros tuvieron un acatamiento del mas 80%. Además hubo movilizaciones multitudinarias en diferentes puntos de la provincia.
Para que la lucha contra el ajuste triunfe, no puede quedar todo en manos de la burocracia del Frente Gremial Docente. Es imperativo llamar al conjunto de la comunidad educativa, los trabajadores estatales y demás sectores organizados, proponer asambleas en las bases y discutir un plan de lucha colectivo para quebrar el brazo al gobierno de Capitanich y sus políticas de ajuste.
[1]PERSPECTIVAS SOBRE LA REBELIÓN DE LOS DOCENTES EN EL CHACO. M A R Z O 2 0 2 1. GRICSO – Grupo de Investigación Sobre Conflictos Sociales UNNE






