
Un breve informe de la Facultas de Ciencias Económicas de la UBA dictaminó en términos muy positivos el canje de bonos del ANSES ordenado por Sergio Massa el mes pasado.
La medida del Ministerio de Economía obligaba a los organismos públicos a un canje forzoso de bonos de deuda en dólares por bonos en pesos, tanto de ley nacional como extranjera. El objetivo de la medida fue bajar la presión sobre los dólares «financieros».
El informe fue encargado a la UBA por el propio Massa, pero a condición de que el mismo responda «exclusivamente» a la pregunta de si dichos organismos perdían patrimonio al momento de realizar la operación.
A partir de una pregunta ya de entrada muy acotada, el informe concluye que el canje no afecta negativamente ni al patrimonio del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del ANSES, ni el pago de haberes y jubilaciones a cargo de dicho organismo.
El pedido de informe es lisa y llanamente un intento de utilizar el prestigio de la UBA y de la Universidad Pública en general para legitimar las medidas que conforman el plan económico de ajuste llevado adelante por el gobierno bajo la directriz del FMI.
De esta manera, Massa no sólo busca dar legitimidad a la medida en cuestión, sino también a medidas futuras del mismo calibre.
Desde el punto de vista técnico, el informe se limita a calcular -respondiendo a la pregunta hecha por Economía- la valorización patrimonial del FGS al momento de realizar la operación de canje. Debido al dinero que recibe el FGS por la operación, sumado a los bonos que recibe que son llamados «duales» (es decir, bonos que ajustan por inflación o por devaluación, lo que mejor rinda), tanto en los papeles bajo ley nacional o extranjera el resultado sería positivo.
Claro, el informe destaca que más allá de los efectos inmediatos de la operación, para evaluar sus «consecuencias agregadas» sería necesario un «análisis macroeconómico integral que excede este informe técnico». En estas «consecuencias agregadas» es donde puede jugarse todo.
Aquí es donde se juega el quid de la cuestión, ya que dicho «informe macroeconómico», si se realizara, encendería las alarmas de haberle otorgado al FGS bonos en pesos que conforman la enorme masa de deuda en pesos del Estado que amenaza con salirse de control frente a un nuevo cimbronazo económico, como puede ser una subida aún más acelerada de la inflación o una devaluación.
Que los bonos sean «duales» no cambia sustancialmente el riesgo de una fuerte desvalorización de los activos en caso de una subida fuerte de la tasa de interés, ya que eso haría desplomar aún más el valor de esos bonos, lo que daría resultado negativo en caso de que el FGS necesite desprenderse de ellos para obtener liquidez.
En resumen, aunque el informe responde positivamente a la pregunta realizada por el Ministerio, deja en claro que se obtiene una revalorización patrimonial en lo inmediato, pero alerta cautelosamente que lo hace a costa de un escenario de mayor riesgo de desvalorización frente a un cambio de escenario macroeconómico o un salto en la crisis.
Efectivamente, el canje en sí mismo no afecta el pago de jubilaciones en la inmediatez, pero deja al FSG en peores condiciones financieras en el mediano o largo plazo, en el contexto de una grave crisis económica que afecta al país, lo que sí podría poner en riesgo al sistema jubilatorio en el futuro.
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