Residentes de salud

Todes a las calles por salario y en defensa de la Salud Pública

El oscurantismo del gobierno de Milei y su ministro de Salud, Mario Lugones, tuvo un nuevo capítulo la semana pasada con un ataque directo a les residentes de salud: degradar las residencias de salud en becas. El 17 podemos darle un fuerte golpe al gobierno, e instalar con más fuerza que en la provincia de Kicillof, les residentes y trabajadores de la Salud también peleamos por aumento salarial ¡porque ya no se aguanta más! A esto nos jugamos desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre.

El oscurantismo del gobierno de Milei y su ministro de Salud, Mario Lugones, tuvo un nuevo capítulo la semana pasada con un ataque directo a les residentes de salud: degradar las residencias de salud en becas. La resolución modifica el reglamento de residencias, que sintéticamente, degrada su condición de trabajadores residentes –que aún con los bajos salarios se les equiparan los derechos laborales como a les trabajadores de planta– transformándolos en becarios, con ningún tipo de derecho. Lo único que mantienen es la ART y el Seguro por Mala Praxis que, a decir verdad, eso es más una cobertura para las instituciones que para les propios residentes.

El argumento es atroz: que la residencia no es un trabajo, sino parte de la formación. Esto es falso, porque todes les residentes son profesionales, graduados de las carreras de grado. La residencia es una instancia donde se profundiza la formación y, en algunos casos, donde se especializa en un área en particular. Por eso, cuando cualquier persona se va a atender a un hospital público, al primero que ve es a un residente. Tienen matrícula, conocimiento, y la potestad de garantizar una atención responsable. Y deberían percibir un salario y todos los derechos laborales correspondientes.

En la resolución el gobierno presentó dos tipos de becas, con las que les residentes “podrían elegir”: la Beca Institución –el salario es de 998 mil pesos, depende del hospital, y no tiene aporte – y la Beca Ministerio –el salario es de 828 mil pesos, depende del Ministerio Nacional, y se realizan algunos aportes–.

Las semanas anteriores había largado una serie de provocaciones como respuesta al conflicto que se está construyendo desde los distintos ámbitos de las Residencias de Salud, resolviendo que les profesionales extranjeres quedarían en segundo orden (atrás de les argentines) a la hora de las adjudicaciones, medida totalmente discriminatoria que sólo busca dividir al colectivo de residentes.

Por otro lado, a través del vocero Manuel Adorni, el gobierno difundió la campaña de “los residentes tienen que pagar su propia residencia”, como si el trabajo que realizan todos los días en hospitales, salitas y centros de salud, fuese un “favor” que el Estado les otorga a les profesionales ¡cuando son les residentes un gran bastión para sostener el sistema público de salud!

El gobierno de Milei, enemigo de la Salud Pública

Como racconto podemos decir que en los últimos meses, les residentes y trabajadores de la salud en general han peleado contra el intento de cierre del Hospital Laura Bonaparte –uno de los hospitales insignia de Salud Mental y con la especialización en consumo problemático–. Luego vino el cierre de inscripciones a las RISaM (residencias nacionales de Salud Mental). En paralelo comenzó a cocinarse la pelea por salario, que tuvo su epicentro en el Hospital Garrahan, y que rápidamente se expandió a todas las jurisdicciones: PBA, Nación y CABA. Son trabajadores de la salud que apenas llegan a los 800 mil pesos de salario ¡una verdadera vergüenza!

El gobierno de Milei y Lugones odian la Salud Pública, porque no les interesa ni un poco que el que no pueda pagar un tratamiento muera en el camino. Odian a los profesionales que se forman y pelean miradas críticas, ¡porque son terraplanistas y anticiencia! La motosierra del gobierno está bien dirigida a los sectores que más detestan estos oscurantistas.

Y contradictoriamente la Salud Pública es una de las conquistas más importantes que tenemos en el país, defendida contra innumerables ataques de todos los gobiernos que pasaron. Por eso, cuando les residentes marchan por las calles, les vecines y transeúntes se paran a aplaudir y sumarse a los cantitos.

Así les pasó a les residentes de Provincia de Buenos Aires el pasado 24 de junio, cuando casi 500 profesionales movilizaron a la Gobernación en La Plata, para exigirle a Kicillof y Kreplak un salario mínimo de 2 millones, para poder llegar a fin de mes. “Gracias por defender nuestro derecho”, decía un vecino que se acercó a saludar lo que quedaba de la concentración al finalizar la radio abierta.

Nuestra compañera Mariana Rueda, referente de la Comisión Provincial de Residentes –CPR– declaró frente a los medios que se acercaron (que fueron muchos, por cierto): “El gobierno de Milei está destruyendo la Salud Pública, y el gobernador Kicillof traslada el ajuste: no tenemos ni curitas en los hospitales y cobramos salarios miserables. Hoy somos cientos en las calles para mostrar que vamos a defender la Salud, gobierne quien gobierne”.

Esta enorme legitimidad, sumado a que les residentes son profesionales recientemente graduados de la Universidad pública, donde también se vive una dinámica de defensa de lo público, es lo que le da un enorme potencial para dar una pelea fuerte contra el gobierno, y ganar sus reivindicaciones.

¡En defensa del Salario y contra el cierre de las Residencias de Salud!

El gobierno de Milei y Lugones abrieron varios frentes de ataque. Mientras los salarios se siguen evaporando (lo que de hecho constituye no sólo un drama para les trabajadores, sino una forma encubierta de cierre de las residencias al servir como freno a la hora de elegirlas como opción laboral), avanzó con la degradación a becas de las residencias nacionales, lo que constituye un claro antecedente: si pasan ésta, se viene en el resto de las jurisdicciones.

El martes 8 firmó un decreto de creación de un nuevo organismo, el ANES, que concentrará la administración de 5 hospitales nacionales (Baldomero Sommer, Alejandro Posadas, Ramón Carrillo, Laura Bonaparte y el Instituto de Rehabilitación Psicofísica del Sur). Esta medida sólo busca achicar la planta y el presupuesto de esos hospitales, profundizando el achicamiento.

El ataque del gobierno de Milei, Lugones, -y que Kicillof sin más traslada a la Provincia de Buenos Aires-  es global: no dejan ni un centímetro sin bombardear. Por eso es que la respuesta tiene que estar a la altura, y ser también una pelea global, que pueda construir una lucha unitaria, manteniendo las especificidades de cada sector.

La pelea por el salario mínimo no sólo es urgente, sino estratégica: si los sueldos siguen siendo así de miserables para una tarea que requiere “exclusividad”, les profesionales ya no van a poder optar por estas instancias laborales, por la imposibilidad de llegar a fin de mes. Y es también una forma de poner sobre la mesa las verdaderas necesidades de les trabajadores, algo que a este gobierno bien le gusta bastardear.

El próximo 17/7 está convocada una acción en defensa de la Salud Pública, donde van a confluir les trabajadores del Hospital Garrahan, de otros hospitales nacionales y les residentes de PBA, de Nación y CABA. Desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre Salud, hemos planteado la importancia de movilizar con fuerza, poniendo por delante a les residentes y trabajadores de la Salud, que son quienes hoy están protagonizando una de las peleas más importantes contra el gobierno de Milei.

Un párrafo aparte se merece la Marrón-PTS (y no más que eso) que, como siempre, no deja las maniobras ni por un segundo intentando que un posible conflicto enfrentando al gobierno de Milei, gane las demandas del colectivo de la Salud Pública, se convierta en un kiosco más su partido.

Con el argumento de la unidad, intentaron en la asamblea de residentes interjurisdiccional diluir toda la especificidad de cada residencia, en el concepto “todas las luchas”. La coordinación es un proceso muy difícil que requiere de la experiencia concreta, no se decreta en un zoom, y menos es la suma de pancartas en una cabecera. La coordinación es la definición de una serie de reivindicaciones, de métodos de lucha, de discusión de las responsabilidades políticas del malestar de les trabajadores. Y para eso hay que caminar mucho juntes. Decir que “hay que coordinar” para simplemente poner figurones en la cabecera de una marcha para la foto, es una maniobra que solo diluye peleas reales y, en definitiva, tamaña ayuda para el gobierno. Eso es lo que intentó la Marrón-PTS.

A pesar de la decena de intervenciones que realizaron los militantes de esa agrupación, la mayoría de residentes resolvió la importancia de que el 17 sea una marcha en defensa de la Salud Pública, que se exprese en una cabecera común de trabajadores de la Salud y de residentes, y que reciba el abrazo solidario de todos los sectores que quieren acompañar.

Una acción que es muy importante porque hoy la única manera de ganarle algo a este gobierno, es en las calles. Así les estudiantes universitarios frenaron el intento de Milei de congelar el presupuesto educativo; así se le respondió la sociedad el 1F cuando atacó a los homosexuales acusándolos de pedófilos, abriéndole un período de crisis política; y de la misma manera les jubilades siguen peleando cada miércoles por el aumento jubilatorio: en las calles.

El gobierno de Milei tiene un apoyo muy grande de parte de los sectores de arriba, lo que incluye también a las direcciones peronistas y las conducciones burocráticas de los sindicatos y las centrales sindicales: todos cuidan que no se arme un conflicto lo suficientemente grande como para ponerlo en jaque. La salida parlamentaria, la presentación de leyes, es una alternativa de patas cortas que llega a su fin con el amado veto del gobierno de Milei. Si queremos ganar todas las conquistas que nos planteamos para defender la Salud Pública, tenemos que ser miles en las calles, hasta imponerlas. No hay salida institucional con un gobierno que quiere llevarse puesto el régimen, y pasar por arriba de todas las instituciones de esta democracia.

Y para eso es importante ir construyendo por abajo esta enorme Jornada; con agitaciones, pegando carteles convocando en cada lugar de trabajo, hablando con todes les compañeres que podamos para sumarlos a esta movilización. El 17 podemos darle un fuerte golpe al gobierno de Milei y Lugones, e instalar con más fuerza que en la provincia de Kicillof, les residentes y trabajadores de la Salud también peleamos por aumento salarial ¡porque ya no se aguanta más!

A esto nos jugamos desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre Salud, ¡el 17 llenemos las calles en defensa de la Salud Pública!

¡Abajo la resolución de Milei y Lugones que degrada las residencias a becas!

¡Salario básico de 2 millones para todes les trabajadores!

¡Triplicación del presupuesto para Salud!

¡No al cierre de las RISAM!

¡Ningún despido!

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