Misiones | Contundente paro en hospitales contra el ajuste a la salud

Activistas y delegados sindicales de trabajadores de la salud nos hacen llegar esta nota sobre la pelea que están llevando contra el ajuste a los hospitales públicos. La nota apreció originalmente en la "revista superficie" a fines de octubre.

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Foto: Revista superficie

MAÑANA DE PARO EN EL BALIÑA Y EL CARRILLO

Por Tania Piris Da Motta (26 octubre de 2018)

Día 119º de paro ininterrumpido en los hospitales Baliña y Carrillo de Posadas. En la vereda arden las gomas y comienza la jornada de huelga nacional convocada en rechazo del proyecto de presupuesto 2019.

 

BALIÑA: LA LUCHA QUE NO PARA

Los trabajadores del Hospital de Enfermedades Transmisibles “Pedro Baliña” se sientan en la puerta de entrada e invitan bizcochuelo y mate. La gente entra y sale: el hospital mantiene las guardias, aunque la atención está reducida por la medida de fuerza.

Para un automóvil en la ruta y una mujer baja y pregunta si tienen para hacer placas. Teresa Saucedo, la delegada del hospital, les explica que no, que no tienen.

“Esa señora seguramente ya viene de otro hospital, porque la mayoría de los hospitales en Posadas están sin placas”, aclara Teresa. “Y también se están reduciendo los insumos de los programas nacionales, como el de HIV”, agrega, y comenta que a veces no pueden entregar las dosis correspondientes a los inscriptos en el programa.

Es preocupante, además, la situación con respecto a los que padecen tuberculosis. “Ahora hay muchos casos de tuberculosis; nosotros tenemos varios internados acá; eso es consecuencia del hambre y la miseria”, acota Teresa.

Alguien comenta que, lamentablemente, tuvo que dejar en un geriátrico a su padre, y la conversación deriva en la frecuencia con que los casos de depresión afectan a las personas que se jubilan.

Teresa aclara que no se quiere jubilar. Este año cumplirá 47 años de servicio, pero prefiere estar en el hospital, protestando por su situación laboral, que en casa deprimiéndose por los pocos pesos del haber jubilatorio.

“Algunos se engañan y creen que van a estar mejor si se jubilan, pero después cuando cobran su segunda o tercera jubilación, se dan cuenta que no es así”, explica Teresa y trae como ejemplo el caso de un ambulanciero que de cobrar 20 mil como trabajador activo pasó a percibir sólo 9 mil pesos como pasivo.

El sueldo promedio de un trabajador de salud es de 12 mil pesos; el básico es mucho menor, con casos que apenas superan los 2 mil pesos. Hay cerca de 5 mil precarizados en todo el sistema. Por eso piden aumento salarial y pase a planta permanente, pero no hay respuestas. Tampoco la hubo después de la marcha que se hizo hace dos semanas desde el Pediátrico hasta la sede del Ministerio, que reunió a manifestantes de varios sectores de salud pública.

Pero la lucha no se detiene. Teresa anuncia que está previsto proseguir con una jornada de protesta y corte de ruta.

 

CARRILLO: PLENARIO PROVINCIAL YA

Al lado del Baliña está el Carrillo, el Centro de Salud Mental. Un muñeco de ésos que se hacen para la fiesta de San Juan cuelga de las rejas del portón de entrada. Varios carteles indican que el hospital está de huelga.

Los trabajadores van sacando sillas y bancos para sentarse afuera, y comentan las alternativas de la situación. Hacen hincapié en la cantidad de días: “Hace más de cien días que estamos con la medida”, dice un empleado de Estadística, y se acuerda de la huelga del 94 en contra de la carrera sanitaria, y de otra huelga del ´99 que duró 7 meses y 1 día, y “fue entregada por la burocracia de Juan “Chito” Pasamán”, opina.

“Acá lo que queremos es que ATE y CTA se preocupen por la situación de los trabajadores y no por tratar de llevar agua para su molino”, sigue diciendo, en un intento por explicar la situación. De acuerdo con su interpretación, hay una interna entre la conducción de ATE y la conducción de CTA-A (a pesar de que el gremio ATE está dentro de la central CTA-A) que impide llevar la medida al siguiente nivel, a la provincialización.

La misma opinión sostiene Oscar Krimer, médico psiquiatra de planta, quien además agrega que la situación impacta “en el estado de ánimo de los trabajadores”. Krimer reflexiona: “La ley de carrera sanitaria de 1994, promulgada por el gobierno del PJ con el aval de UPCN y ATE (la firmaron Gómez y Pasamán), es nefasta porque es el comienzo de la precarización laboral. Aceptaron que entren 2.500 trabajadores y que queden afuera 1.500 (técnicos y profesionales) que recién entraron en el 2007 (13 años después). También se garantizó desde 1994: salarios a la baja por debajo de la inflación, adicionales en negro hasta hoy, falta de paritarias, y que ningún cargo se concursara en 24 años. Hoy estamos con los salarios y jubilaciones en el punto más bajo de miseria”.

Llega a la ronda el delegado del hospital, Luis Vera, y cuenta que todavía no han recibido respuestas a las reiteradas solicitudes que le hicieron a César Fariña, secretario general de ATE Misiones, para que convoque a un plenario de delegados de trabajadores de salud de toda la provincia. La solicitud también fue elevada a la CTA-A, con el mismo resultado. “Es necesario hacer un plenario provincial porque hay que unificar la lucha en todos los hospitales de la provincia y así darle fuerza. Medidas aisladas y sectoriales tienen pocas perspectivas”, fundamenta Krimer.

El delegado explica: “Fariña estaba en Buenos Aires, haciendo gestiones, pero acá en la provincia hay una situación que atender y él está obligado a dar una respuesta”.

“Nosotros queremos que antes del sábado de esta semana podamos conocer la fecha del plenario”, enfatiza. “De lo contrario, podríamos concluir que los sindicatos en realidad son cómplices del Gobierno”, agrega.

Otro trabajador del Carrillo hace un aporte con respecto a las reivindicaciones que se levantan: “Nosotros no queremos equiparación. La equiparación (con los otros sectores de salud) es insuficiente. Nosotros pedimos salario mínimo igual a la canasta familiar, que hoy ya tendríamos que calcular en 35 mil pesos”.

Una persona sale del hospital y se dirige a la ronda: “¡Fuerza, compañeros! ¡No aflojen!”, exclama mientras levanta la mano para despedirse.

 

 

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