Luego de 119 días de lucha continua, los trabajadores de Télam suspenden el paro

Se debe al triunfo alcanzado la semana pasada, cuando la justicia dictaminó en segunda instancia que la intervención macrista debía reincorporar a cientos de despedidos. Siendo así, el gobierno no tiene ya ninguna instancia de apelación y debería acatar. No obstante, hay que mantener la guardia alta y los compañeros se declaran en asamblea permanente ante la eventualidad de que la dirección intente no cumplir con la resolución judicial. Reproducimos el comunicado de la comisión interna.

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Ante el reinicio de tareas

Ante el reinicio de tareas, el lunes, tras 119 de paro, y luego de finalizada una primera etapa del conflicto colectivo –que persiste en muchos aspectos-, la Comisión Gremial Interna del Sindicato de Prensa de Buenos Aires, en línea con aquello consensuado y votado en la última Asamblea General en relación a las actividades periodísticas, aclara:

La suspensión del paro rige desde las 24.00 del domingo.

A partir de entonces los trabajadores estamos, como establece la Ley de Contrato de Trabajo y el Estatuto del Periodista, “a disposición” para prestar tareas; no de cualquier manera, sino de conformidad con nuestras obligaciones contractuales, nuestra categoría profesional y nuestro convenio colectivo de trabajo.

Nuestra genuina vocación es retomar tareas, sin obstáculos, mientras, en paralelo, se establece un ámbito de intercambio y diálogo todavía inexistente para resolver los múltiples conflictos laborales pendientes generados por la empresa.

Entendemos que, en la medida de que se cumplan las órdenes judiciales, ese camino se puede realizar manteniendo el ejercicio de nuestras funciones habituales, sin nuevos paros.

¿Cómo? Desde nuestro lugar de trabajo, en forma presencial y con órdenes y tareas acordes a nuestra categoría profesional. Nadie está legalmente obligado a realizar tereas contra la rutina habitual, que ya está incorporada como una cláusula obligacional de hecho a cada contrato de trabajo.

Cualquier modificación requiere el consentimiento expreso y escrito del trabajador que, en términos jurídicos, sólo puede habilitar modificaciones que mejoren sus derechos contractuales. Aquellas concertadas a la baja son legalmente nulas.

Tras 119 días sin presentarse en los edificios, las autoridades –como primer paso para posibilitar el trabajo “normal” (lo señalamos sólo ante la necesidad de resaltar lo obvio)- debe asumir el mantenimiento del edificio: el servicio de agua, electricidad, existencia de insumos higiénicos elementales, servicio de internet en la redacción, condiciones que, a la hora de este envío, no existen en el edificio de Belgrano 347 y que, en los días del conflicto, fueron deliberadamente suspendidos por la empresa.

En segundo término, la empresa debe habilitar los usuarios y contraseñas de cada uno de los trabajadores (incluso los reinstalados) para ingresar a las PC, para ingresar al editor de textos y restablecer los “privilegios” informáticos para el acceso y publicación de material a los editores, a los redactores que trabajan sin editores y a aquellos que trabajan en más de una sección.

Desde ya, el trabajo periodístico requiere espacios de intercambio y deliberación para lo que es indispensable la presencia de alguna autoridad de la dirección periodística para organizar el trabajo. En forma excepcional algún material aislado puede concertarse por medios electrónicos pero evidentemente la totalidad de la actividad periodística es materialmente inviable por ese medio.

Llamamos a las autoridades a establecer, de inmediato, esos espacios de trabajo.

En tren de señalar más obviedades, es claro que para realizar notas en la calle; esto es, la mayor parte habitual de nuestro trabajo; es necesario una coordinación de diferentes áreas de la Gerencia Periodística que no ha comenzado a restablecerse. También que es absolutamente irresponsable (e ilegal) enviar a trabajadores a la calle sin que esté en la empresa alguna autoridad para actuar en caso de accidentes, robos o emergencias de cualquier naturaleza. No podemos, frente a un episodio de ese tenor, depender de un correo electrónico a un supuesto gerente en funciones.

Renovamos nuestra decisión colectiva de volver a tomar tareas. No establecemos ninguna condición profesional. Simplemente advertimos que lo haremos en las condiciones con las que opera cualquier redacción del planeta Tierra. No aquellas que se le ocurran a algún trasnochado en violación a la ley.

Guardamos la esperanza de que todas estas aclaraciones hayan sido en vano ya que, cualquier persona con sentido común debe estar consciente de ellas y, de existir voluntad, pueden solucionarse en lunes en un par de horas.

Invitamos a las autoridades a no repetir sus errores que provocaron el conflicto colectivo.

Los delegados, frente a cualquier eventualidad, estaremos en la agencia desde primera hora del lunes y, de ser necesario, realizaremos asambleas por piso, por sección; o incluso Asambleas Generales, para afrontar cualquier inconveniente impensado.

Si existe la racionalidad por parte de la empresa, simplemente nos dedicaremos a lo que sabemos: el ejercicio del periodismo.

Comisión Gremial Interna Télam – SiPreBA.

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