En su primera gira internacional, el presidente de la Nación, Javier Milei, llegó al territorio ocupado por el Estado de Israel para ratificar su apoyo al sionismo y la limpieza étnica de los palestinos, con la promesa de mudar la Embajada de Argentina, ubicada actualmente en Tel Aviv, a la ciudad de Jerusalén. Una definición que desconoce tratados internacionales y el derecho a existir de toda una nación.
“Es un honor poder estar aquí. Estoy cumpliendo mi promesa de que el primer país que visitaría sería Israel y obviamente vengo a apoyar a Israel contra los terroristas de Hamas”, agradeció el ultraderechista al bajar del avión en el aeropuerto de Tel Aviv, en el que fue recibido por el canciller israelí, Yisrael Katz, que luego celebró los dichos de Milei en sus redes sociales.
La gravedad de la promesa, radica en la absoluta indiferencia a la firma de los Acuerdos de Oslo, denominados así por la ciudad en la que se firmaron en 1993, en los que se estableció la convivencia de los dos estados, Israel y el «Estado» palestino (que nunca llegó realmente a existir), sobre los territorios de Jerusalén en disputa desde hace más de 80 años.
Gracias a usted, señor presidente @JMilei por su afirmacion sobre el translado de la embajada de Argentina en Israel a Jerusalem, la Capital ????????????????
Viva La Libertad Carajo! pic.twitter.com/h1VO2kNuAs
— ישראל כ”ץ Israel Katz (@Israel_katz) February 6, 2024
En ese marco, que un Estado mude su Embajada hacia la Jerusalén occidental significa un drástico posicionamiento en el cuadro geopolítico, sobre todo si se trata de un país como Argentina, que hasta el momento no había mostrado su apoyo interestatal a Israel, al igual que otros 190 países más.
Al hacerlo en medio de un asedio permanente a la Franja de Gaza, que implica la masacre a niños y miles de civiles palestinos, Milei definió alinear al Estado argentino con el sionismo y ser cómplice del genocidio, al apoyar por completo la privación de los derechos políticos de Palestina a tener un territorio sobre el cual existir.
Aún así, en los últimos años, tres países definieron mudar sus Embajadas a Jerusalén. Se trata del país imperialista norteamericano, Estados Unidos, que se trasladó bajo el mandato del expresidente republicano, Donald Trump, en 2018, y que sigue en pie tras la asunción de su opositor demócrata, Joe Biden. Por otro lado, Guatemala, que lo hizo dos días después que los norteamericanos, y Kosovo, que inauguró su sede diplomática en 2021.
Por otro lado, cabe mencionar también que Milei hizo declaraciones contra Hamás, respondió en una declaración a la provocación sionista del traslado de la Embajada Argentina a Jerusalén. “Es una vulneración de los derechos de nuestro pueblo palestino a su tierra, y una violación de las normas del derecho internacional, considerando Jerusalén como tierra palestina ocupada». Centrando sus declaraciones en el «terrorismo», Milei repitió el discurso de todos los apologistas del genocidio. Lo suyo es identificar como «terrorista» a todo un pueblo, a su mismo derecho a la existencia.
