Gaza: después de la tregua, continúa el genocidio sionista

Tras el fin de la corta tregua, Israel está dejando en claro cuáles son sus intenciones. La incursión israelí sobre la Franja no es una “operación antiterrorista” contra Hamás sino una guerra genocida que busca exterminar al pueblo palestino como nación y borrar a la Franja de Gaza del mapa.

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Genocidio sionista

El viernes terminó la tregua pactada entre el gobierno israelí y Hamás. La misma fue el único respiro recibido por el pueblo palestino desde el inicio de la invasión israelí y fue casi impuesta al sionismo por la presión internacional de millones de personas que se movilizaron por un cese al fuego.

En estas horas, el genocidio sionista continúa. El ejército israelí está evacuando forzadamente la ciudad palestina de Jan Yunis, la segunda más grande de la Franja de Gasza, habitada por 200.000 personas y ubicada al sur de la “línea de seguridad” impuesta por Israel hace algunas semanas. Esto indica claramente que Israel no tiene intenciones de mantener ningún tipo de “zona segura” para los civiles palestinos, sino que continuará bombardeándolos indiscriminadamente hasta destruir completamente la Franja.

“La gente nos ruega que le aconsejemos dónde encontrar seguridad. No tenemos nada que decirles” dijo el director de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Thomas White.

En el sur de Gaza se encuentran apostados 1,8 millones de los 2,3 millones de palestinos desplazados desde el norte. Se estima que esos desplazamientos duplicaron la población efectiva de Jan Yunis, que pasó de 200.000 a 400.000 habitantes. Luego de destruir el norte de la Franja y desplazar a 2 millones de palestinos, ahora Israel se dedica a masacrarlos allí donde los hacinó.

El Ejército israelí marcó la ciudad como su nuevo objetivo militar y se dedica a bombardear zonas residenciales. Uno de los puntos más bombardeados es el barrio conocido como “Ciudad Hamad”, un complejo residencial construido hace pocos años para dar hogar a los palestinos que habían sido desplazados en la ofensiva israelí de 2014.

Tras el fin de la corta tregua, Israel está dejando en claro cuáles son sus intenciones. Al comienzo de la guerra, Netanyahu y compañía dijeron que los ataques se limitarían “al norte de la Franja” y se establecerían “zonas seguras en el sur” para los civiles palestinos. Hoy se demuestra el cinismo de esas mentiras. No existe ninguna zona segura en Gaza y a Israel no le interesa ni un ápice la vida de los civiles palestinos. La incursión israelí sobre la Franja no es una “operación antiterrorista” contra Hamás sino una guerra genocida que busca exterminar al pueblo palestino como nación y borrar a la Franja de Gaza del mapa.

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