Desde el segundo semestre del año pasado, la patronal de la Petroquímica Río Tercero especula con obtener insumos más baratos para su producción mediante la importación de Diisocianato de Tolueno (TDI). Por este motivo, pretende forzar el despido de cientos de trabajadores, como demostró a inicios de julio, cuando cesó a 124 obreros. Esto dio paso a un proceso de organización y lucha por parte de los trabajadores de la empresa. Desde Izquierda Web conversamos con Lucas Felici, dirigente obrero de los petroquímicos.
Natalia Fernández (NF): En relación al conflicto en la empresa, el cual venimos siguiendo de cerca desde octubre, ¿qué pensás sobre el contexto nacional en relación al ajuste que está llevando adelante Milei? y ¿de qué forma influye en la lucha que ustedes están llevando adelante?
Lucas Felici (LF): Este gobierno desde el inicio planteó un escenario en contra de la clase trabajadora. El conflicto se inicia, en cierta manera, por la apertura indiscriminada de las importaciones y, después, la fábrica agrega una “receta mileísta”, porque echan trabajadores, militarizan la fábrica y pretenden no pagar indemnizaciones. Es el libreto que arma Milei. Pero es contundente: es la política y es el gobierno el que puso a la clase obrera en esta situación. Si bien tenemos una disputa con una patronal agresiva y estafadora —también hay que decirlo—, es el gobierno nacional el que le dio todas las herramientas. No hay dudas.
NF: Estamos en rumbo a una coyuntura electoral. ¿Qué pensás en torno al escenario que se abre? y ¿cómo ves la situación de la clase trabajadora en medio de esta crisis de representación que se vive a nivel nacional y provincial?
LF: Yo creo que los partidos que se disputan el poder político —hablo del peronismo y del radicalismo— no entendieron nada. No han interpretado las necesidades de la clase trabajadora. De hecho, no han encontrado un discurso que convenza a los compañeros y compañeras de que no hay que votar, ni siquiera cerca, a Milei. Creo que les faltó autocrítica; les faltó el movimiento obrero como participante de las discusiones y de los debates. No veo nada distinto a lo que ya vimos. Obviamente, como dirigente sindical tengo un posicionamiento con la política en general; como persona tengo un posicionamiento y me considero de izquierda. Pero me parece lamentable que no hayan encontrado ese discurso. Creo que estamos frente a una situación muy compleja, porque lo que más me preocupa es la baja participación en las elecciones. Creo que eso habla de un hartazgo de la clase trabajadora en general y del pueblo argentino, y que ya no convence. Y que, bueno, hay que encontrar la forma de convencer a los compañeros de que la salida no es por donde se intenta salir siempre.
NF: Ya que te representás con la izquierda, ¿Qué pensás en relación a la izquierda en el escenario electoral?
LF: Yo creo que cuesta. Hay un ataque constante a aquellos que pensamos y proponemos otra salida. Hay un ataque del gobierno nacional, hay una persecución. Incluso los partidos tradicionales también atacan. Yo creo que falta mucho, mucho por trabajar para terminar de establecer… Yo creo que hay que hacer autocrítica en todo, ¿no? Y creo que la izquierda también tiene que hacer una autocrítica y generar instancias de unidad. Y si hay discusiones, hay momentos en los que no hay que darlas —o en cierta manera, hay que dar siempre discusiones—, pero hay que entender que hay momentos y necesidades. Y la necesidad de hoy es abrazarnos y encontrar equilibrios en los armados. Yo no entiendo cómo, con Milei en el poder, todavía estamos renegando en las filas para establecer un frente que por lo menos discuta la posibilidad de tener poder y de discutir hacia adentro.
NF: Ahora, como dirigente sindical, están protagonizando una lucha impresionante y son un ejemplo para el conjunto de los trabajadores y también de los sindicatos en su forma de organizarse. Y creo que lo hemos visto: la forma en que se vinculan con su base y, además, que como dirigentes intentan que la clase avance. ¿Qué pensás con respecto a esta situación donde la CGT y las CTAs no están dando respuestas? ¿Cómo se enfrenta esta situación?
LF: Me parece fundamental militar en asambleas en los sectores de trabajo, abrir el debate y volver a poner sobre la mesa de discusión las herramientas fundamentales que son el derecho a huelga y el paro. La clase trabajadora tiene que entender que tiene una herramienta poderosísima para enfrentar estas embestidas, y es parar todo. Entonces, si la CGT no te da un paro —porque la clase trabajadora ya ni siquiera confía ni cree— yo creo que no hay que exigirle más a la CGT. Lo que creo es que cada uno de nosotros, quienes tenemos la posibilidad ya de representar un sindicato, establezcamos para nuestro sector, que ya representamos. Los compañeros que están tratando de ganar un sindicato, organizarse con la base y convencerlos de que estas herramientas hay que utilizarlas y arrancárselas a las burocracias. No esperemos más nada de las burocracias, porque si esperamos sentados que la burocracia nos resuelva la vida a los trabajadores, la verdad es que vamos a esperar muchos, muchos años más. Hay que sacar a las burocracias o ponerles arriba de las mesas —los escritorios de las burocracias— las herramientas que tenemos las clases trabajadoras: las huelgas, los quites de colaboración y la discusión política, obviamente que para adentro, porque no nos permiten ni siquiera discutir políticamente con los compañeros. Entonces, hay que enfrentarlos y no hay que tenerles miedo.
NF: ¿Y con el gobierno, qué hacemos?
LF: Desde el sindicato químico estamos totalmente enfrentados con el gobierno. Para nosotros es “afuera Milei”, porque cuando vos seguís planteando que siga gobernando Milei, lo que estás diciendo es que siga pegándoles a los jubilados, sacándole presupuesto a las universidades, que sigan cerrando fábricas, que sigan echando compañeros del Estado, que sigan reventando la ciencia. Eso es seguir garantizando que gobierne Milei. Lo que hay que hacer es establecer que la clase trabajadora encuentre, en su conjunto, la unidad que corresponde —que aún no hemos encontrado—, salir a copar las calles, ganarle a la represión de Bullrich, pero también ganar todas las fábricas del país para lograr una huelga general que, de una vez por todas, lo saque a Milei del gobierno.
NF: Ahora, el 5 de agosto finaliza la conciliación obligatoria. ¿Cómo siguen ustedes, los petroquímicos?
LF: Nosotros tenemos claro la forma en que actúa la empresa y la ilegalidad con la que están hacienda la reestructuración y los despidos masivos. Tenemos muy en claro que acá lo que tiene que salir es un dictamen del Ministerio de Trabajo para darle un marco de legalidad al conflicto. Estos despidos son nulos e ineficaces. Esta empresa ni siquiera pagó el artículo 245, pero lo notifican queriéndonos hacer creer a los trabajadores que el pago total de la indemnización los exime de responsabilidad. No. Hay otros marcos que tiene que empezar a transitar la empresa para llevar adelante semejante ajuste en una fábrica, como son los procedimientos preventivos de crisis, que no realizaron. Entonces, lo que vamos a hacer el 5, cuando se acabe la conciliación, es ocupar la fábrica, tomar la fábrica, y no nos vamos a ir de nuestro lugar natural de trabajo. Porque los que están en falta son ellos, y como a la producción no la tenemos —porque llevaron adelante un lockout patronal—, lo que vamos a hacer es usar la última herramienta que tenemos: hacernos cargo de la fábrica.
NF: Muchísimas gracias. Desde IzquierdaWeb nos ponemos a disposición para seguir cubriendo y rodeando de solidaridad este conflict, hasta que consigan recuperar sus puestos de trabajo y se mantenga esta fábrica tan importante para ustedes y el pueblo de Río Tercero.
LF: Muchísimas gracias. El abrazo de ustedes siempre nos fortalece. Como último mensaje: nunca esperamos que el triunfo sea el único resultado de una lucha, pero démosla. No sabemos como va a terminar, pero que en este conflicto se establezca, por lo menos, volver a reactivar a la clase obrera en la provincia de Córdoba.