
Con una serie de acciones de lucha que vienen realizando en estos tres meses, luego de que la patronal realizara un lock out violando dos conciliaciones obligatorias y una ley anti despidos, no han conseguido aún una respuesta por parte de los gobiernos tanto municipal, como provincial y nacional.
El patrón, Ricardo Bruzzese tiene un historial nefasto de trato negrero con los trabajadores de Penta, como así también con los compañeros de los otros dos frigoríficos que administra en la zona (La Huella y Arenales). Con una impronta profundamente antisindical, se conoce que elige a dedo comisiones internas y no duda en mandar patotas a barrer con todo atisbo de lucha por parte de los obreros y los delegados que estos eligen democráticamente.
Así viene operando este parásito que se mantiene impune con la complicidad de todos los gobiernos patronales de turno, ajustando, recortando salarios y amedrantando a los obreros. No puede explicarse si no que los trabajadores hayan entregado petitorios en todas las instancias gubernamentales, realizado cortes, asambleas, movilizaciones, conferencias de prensa, sin haber obtenido respuestas. Fueron reprimidos por la policía de Kicillof y baleados por las patotas que el patrón tiene desde el principio dentro del frigorífico.
Por su parte, el gobierno acaba de confirmar la intervención de Vicentin y la eventual presentación de un proyecto de expropiación de la empresa. Esta cerealera es una de las más grandes exportadoras del país y la firma cuenta con un prontuario de entrega de trabajadores al gobierno de la dictadura, estafas multimillonarias al Estado y lazos espurios con gobiernos como el de Macri. Los trabajadores de Penta han tomado este hecho para plantear que en el frigorífico se actúe de igual manera. Es un gran paso adelante para dar una salida positiva a la situación de los trabajadores y sus familias. Para eso es necesario empezar a discutir un verdadero plan de lucha, con medidas escalonadas en la calle y en el gremio. La expropiación, estatización y, eventual control obrero de cualquier empresa que estafe al Estado y presente quiebra, o que rompa la ley antidespidos, debe ser conseguido con la movilización de los trabajadores y de los más amplios sectores de la sociedad que se organicen para obtener esa conquista en favor de las masas trabajadoras.
El Estado tiene que hacerse cargo de Penta, donde Bruzzese cruzó el límite de la ilegalidad en reiteradas oportunidades, y la planta debe ser puesta a producir bajo control de sus trabajadores, que son los que mejor conocen como funciona. No puede ser que una empresa que produce alimentos, que son extremadamente necesarios en esta situación de pandemia, esté parada por el capricho de un patrón que hace lo que se le da la gana y mantiene a 240 obreros en la calle, adeudando más de cinco quincenas. El frigorífico debe estar funcionando con sus trabajadores y sus delegados. Su producción debe orientarse a satisfacer las necesidades reales de la población.
El próximo jueves 18 de junio, los trabajadores concentrarán en Plaza Alsina en la ciudad de Avellaneda a las 10 hs. para exigir la expropiación del frigorífico
Desde la corriente sindical 18 de diciembre, en apoyo a la medida decidida por los trabajadores, declararon: «Hacemos un llamado a todas las organizaciones políticas, sociales y sindicales para rodear de solidaridad la lucha de Penta. Además, creemos que es muy necesario que esta movilización llegue a la Plaza de Mayo, porque es el gobierno el que debe dar respuesta. Hay que avanzar en combinar la movilización en las calles con un paro general en el gremio, hasta que sean satisfechos todos los reclamos de los trabajadores. Por la estatización bajo control de los trabajadores del frigorífico Penta. Basta de despidos y precarización.»






