En defensa de la salud pública

El inmenso triunfo de la lucha de los trabajadores del Hospital Garrahan

Esta lucha se convirtió este año en emblema de la lucha contra el ajuste de MIlei y su política de destrucción de la salud pública. Es con un triunfo que los trabajadores del Garrahan cierran un año de pelea: conquistaron un aumento salarial del 61%, torciéndole el brazo al gobierno.

«10 años de formación. 68 horas por semana. $797.000 por mes. $2.900 por hora» rezaba una pancarta presente en una medidas de fuerza convocadas antes del triunfo por los trabajadores del Hospital Garrahan. Hay momentos en que una decena de palabras resume el sentir de cientos de miles o millones de personas. La imagen recorrió las redes y medios de todo el país mientras la lucha del emblemático hospital pediátrico se convertía en una lucha nacional, apoyada y legitimada por millones de trabajadores de toda la Argentina.

«Este logro es gracias a la lucha de las y los trabajadores de salud, quienes ganaron el apoyo de toda una sociedad a un reclamo tan sentido como lo es que niñas y niños puedan acceder a una salud pública de calidad. Y este apoyo social se impuso pese a las numerosas extorsiones de este gobierno inhumano y a las campañas para desacreditar a las y los profesionales» escribió Manuela Castañeira, referente nacional del Nuevo MAS. «Hay que seguir en las calles para lograr la aplicación de las leyes de financiamiento universitario y de emergencia en discapacidad. Qué la CGT entreguista se despierte de la siesta y siguiendo este ejemplo convoque a paro general y plan de lucha para derrotar los ataques de Milei.»

Los trabajadores del Hospital Garrahan cobraban a mediados de este año el equivalente a dos alfajores por cada hora de su jornada. Casi faltan las palabras para describir el nivel de degradación que el gobierno de Milei está imponiendo sobre la salud pública, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos del Hospital Pediátrico más importante del país.

Federico Winokur, desde el acto convocado por los trabajadores del Garrahan después del triunfo, dijo: «Hoy perdió Milei. Las y los trabajadores del Garrahan, a pesar de toda la campaña del gobierno, conquistaron un aumento del 61% de salario, logrando que se implemente la ley de financiamiento para salud. Estamos en la conferencia de prensa donde se está festejando este triunfazo. Ahora seguimos luchando por la implementación del presupuesto de universidad, de discapacidad, por aumento para los jubilados y contra la reforma laboral que quiere llevarnos a la esclavitud.»

 

En el primer año y medio del gobierno de Milei, el Hospital Garrahan recibió más de 600.000 consultas de pacientes que llegan día a día desde todos los rincones del país. El 40% de las mismas (unas 240.000) fueron de pacientes oncológicos. En el mismo período, el Hospital perdió más de 200 profesionales contando médicos de planta, residentes y otros.

Es una tendencia creciente durante los últimos años y que aceleró explosivamente con la gestión Milei. Los trabajadores de la salud migran desde los centros de salud públicos hacia puestos en el sector privado o consultorios particulares. Como si no alcanzara con la insoportable sobrecarga de trabajo y las pésimas condiciones laborales que impone del desfinanciamiento constante, la absoluta destrucción de los salarios empuja a los profesionales a dejar sus puestos de trabajo.

Operación vaciamiento

Hace no mucho el gobierno había festejado públicamente los avances en el vaciamiento del Garrahan. «El Hospital llegó al equilibrio fiscal» decía el mileísmo en un comunicado, como si la salud pública fuera un mero ejercicio de contabilidad.

Mario Lugones, el ministro de Salud de Milei, se vanagloriaba por haber equilibrado el déficit de 31.000 millones de pesos que tenía el Hospital. Se atrevió a despreciar públicamente a los 4.300 trabajadores que sostienen el funcionamiento del Hospital todos los días, sosteniendo que lo único importante en la agenda era liquidar el «excesivo» gasto. Para eso se dedicó a recortar el presupuesto interno del Hospital y a reemplazar prestaciones públicas por atención a privados en los consultorios y dependencias del Hospital.

No hicieron falta más que un par de semanas para ilustrar el cinismo de la gestión mileísta sobre el Garrahan. El desguace sistemático quedó expuesto por lo insostenible de las condiciones de trabajo. Es imposible sostener un hospital que atiende 600.000 consultas anuales con trabajadores que trabajan 70 horas semanales y cobran por debajo de la línea de pobreza. Encuestas realizadas por la Asamblea de Residentes y Concurrentes muestran, por ejemplo, que la mayoría de los residentes de la Capital gasta más del 50% de su salario en alquiler.

Y los anuncios de los últimos días no cambian la esencia de la cuestión. El gobierno anunció un aumento unilateral (sin paritaria) de 500.000 no remunerativos para los residentes. Aumento que no alcanzaría siquiera para sacar a los residentes de la pobreza, pero que tampoco fue efectivizado y no llega más que a una pequeña porción de la planta de trabajadores del Garrahan. Además de residentes hay que contar a cientos de médicos de planta y unos 200 becarios, incluyendo técnicos en distintas áreas que trabajan una jornada de 8 horas diarias con 8 guardias mensuales y además realizan tareas de investigación.

Las provocaciones y amenazas del gobierno

Los residentes venían de casi un mes de paro por tiempo indeterminado. Durante la cuarta semana de medida de fuerza, el anuncio de aumento unilateral (e insuficiente) fue seguido de amenazas de despidos masivos en el Garrahan. El gobierno dijo públicamente que si se efectuaba un nuevo paro sería considerado ilegal y todos los adherentes serían despedidos, tras decretar una conciliación obligatoria a través de la Secretaría de Trabajo. Un nuevo capítulo, a escala Garrahan, del ataque constante de Milei contra el derecho a huelga. La amenaza, además, implicaba destruir la carrera entera de cientos de residentes, dando así un paso más, atroz y brutal, en el desguace de la salud en Argentina.

Fue entonces que el reclamo llegó al debate político nacional, y el gobierno respondió con mentiras y provocaciones. “El Garrahan tiene 953 empleados administrativos y solo 478 médicos de planta. Lo insólito: el presupuesto destinado a sueldos administrativos supera al que se destina a todo el cuerpo médico” dijo en redes sociales la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano. El absurdo es evidente: son los propios médicos los que están denunciando la nefasta política de vaciamiento de este gobierno. Con todo esto tuvieron que lidiar para alcanzar su triunfo los trabajadores del Garrahan.

Manipulan las cifras para engañar incautos y justificar que quieren dejar sin atención a miles de niños porque su única prioridad es el lucro de los ricos. El Hospital Garrahan tiene alrededor de 5 mil trabajadores de todo tipo. La mayoría realiza algún tipo de atención médica, entre enfermeros, residentes, etc. Lo que la caradura y provocadora de Loccisano está ocultando es que solamente está contando como «médicos» a los que se encuentran en esa categoría técnica, no a todos los que realizan algún tipo de atención médica. Ni siquiera cuentan en sus cifras, por ejemplo, técnicos o enfermeros.

El provocador de Adorni dijo, por su parte, que el motivo de la protesta es en realidad contra la implementación de «control biotécnico». Tiene presupuesto para instalar maquinaria de control de los movimientos del personal, pero no para aumentar los salarios de miseria. Mientras los trabajadores, los que conocen realmente el hospital, denuncian vaciamiento, ellos quieren instalar la narrativa de que el problema es que los profesionales de un hospital de alta complejidad no trabajan lo suficiente.

Y ahora sus trolls de redes sociales, después de intentar quebrar meses de lucha con desinformación, quieren atribuirle el triunfo de los trabajadores a las bondades de esta basura de gobierno. Los hechos son los hechos: Milei y sus seguidores son enemigos de los trabajadores de la salud, y de la salud pública en general. Con este triunfo, los trabajadores del Hospital Garrahan muestran que se puede derrotar los planes de miseria del gobierno.

Seremos directos: Te necesitamos para seguir creciendo.

Manteniendo independencia económica de cualquier empresa o gobierno, Izquierda Web se sustenta con el aporte de las y los trabajadores.
Sumate con un pequeño aporte mensual para que crezca una voz anticapitalista.

Me Quiero Suscribir

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí