
Los Call Center están cruzados por los aprietes y persecuciones que vienen realizando las empresas del sector para obligar a los trabajadores a presentarse a los lugares de trabajo sin garantizar las condiciones mínimas de higiene y salubridad para minimizar los riegos.
En un primer momento, los trabajadores pedían que se garanticen las condiciones de higiene, dado que las empresas de call obligaron a sus trabajadores a soportar hasta último momento las peores condiciones: hacinamiento, falta de ventilación, sin alcohol en gel, compartiendo vinchas y teclados.
Posteriormente, al reclamo se sumó la exigencia de que las empresas respeten la posibilidad de los trabajadores de hacer la cuarentena y que las empresas otorguen las condiciones técnicas (computadoras, internet etc.) necesarias para poder hacer el trabajo home office.
A través de una carta al ministerio de trabajo, la Cámara argentina de Centros de Contacto de la República Argentina (CACC) ha realizado una panorámica del sector. Según la carta de la cámara, “un 60 por ciento de los trabajadores no prestarían servicios” durante la duración de la cuarentena, por lo que no podrían “generar ingresos para afrontar el pago de salarios durante el mes de abril 2020”. La carta finaliza diciendo que “las empresas del sector de centros de contacto se verán en la obligación de despedir a no menos de 30000 trabajadores”. Las empresas intentan deshacerse del personal, avanzar sobre las condiciones de explotación y hacerle pagar su crisis a los trabajadores.
Esta extorsión patronal ilustra el problema de los límites de la gestión capitalista social liberal de la crisis llevada a cabo por el gobierno de Fernández. Se producen zarpazos patronales bajo una medida como la cuarentena masiva tomada de manera aislada, que no es acompañada de otras medidas elementales de defensa de los trabajadores, como la prohibición de despidos. Dejan así vía libre a las empresas para despedir, explotar o extorsionar a sus trabajadores.
Los trabajadores de los Call Center están organizándose para frenarles la mano a estos chupasangres y sus intentos de descartarlos como basura.






