
El incremento que rige es del 10,5% para productos como la nafta súper y el gasoil común. Mientras, en los productos premium la suba llega al 12%. De este modo, los combustibles ya acumulan en estos primeros meses un alza de hasta el 31%.
Recordamos que la última suba fue el 14 de marzo, cuando los productos tradicionales incrementaron sus precios en un 9,5% y los de categoría premium un 11,5%. La petrolera YPF también anunció subas para sus productos este lunes. El aumento alcanza al 10% en los precios de la nafta y el combustible en todo el país. Para el diésel premium la suba es del 13,9%, quedando por encima del aumento de las empresas privadas. El dato saliente es que se trata del decimoquinto aumento de combustibles bajo el gobierno del Frente de Todos.
Además, este nuevo aumento resulta abrumador debido al impacto inmediato que tendrá en el bolsillo de las y los trabajadores. Por otro lado, es de esperar que la suba de un insumo esencial para todas las demás ramas de la economía sin excepción, continúe presionando el aumento generalizado de todos los precios. Esto se vería reflejado ya en los datos de la inflación de mayo y los próximos meses, justo cuando venimos de conocer la cifra del 6,7% de marzo.
Las empresas se aseguran mantener sus ganancias mientras trasladan parte de los costos que es producto, entre otros factores, del aumento de los precios internacionales. Así mismo, en algunos medios se habla de que las subas se debe a que las empresas compran productos premium al exterior «por no tener la capacidad de refinación suficiente de esa calidad».
La guerra declarada por el gobierno, FMI, empresarios y sectores de la derecha contra el pueblo trabajador no da tregua. Las centrales sindicales traidoras dejan pasar este ajuste que pagan con miseria y hambre las grandes mayorías. Mientras, los empresarios capitalistas son los grandes ganadores en este escenario donde reina -por ahora- el maldito ajuste por vía inflacionaria.






