Después de las elecciones europeas

Apuntes sobre la coyuntura francesa

A petición de la Agrupación Nacional de Le Pen, Macron tomó una decisión inesperada: disolver la Asamblea Nacional y convocar a elecciones legislativas “sorpresa” los días 30 de junio y 7 de julio.

La primera definición es que Macron provocó un terremoto político. El resultado de las elecciones europeas le dio 32% al Front National y otro 5% para el partido de Zemmour, lo que suma un 38% para la extrema derecha; junto con lo que obtuvo Macron, sumarían un 56% de votos.

Las grandes novedades fueron la resurrección del partido socialista, que obtuvo cerca de 15% de los votos, y una ventaja importante de la extrema derecha contra Macron, de más del doble de los votos.

Pero esto no significó una crisis tan grande como lo que hizo Macron, a lo que muchos describieron como “jugar a la ruleta rusa” con los destinos del país. Ni bien se supieron los datos de las elecciones europeas, Macron anunció unas “elecciones sorpresa” legislativas para dentro de dos semanas, con menos de una semana de plazo para presentar listas.

Esto conmocionó a todo el arco político y generó una crisis descomunal. ¿Por qué Macron hace esto? Una hipótesis es que lo hace para darle el poder a la extrema derecha permitiendo el paso a un régimen más autoritario, preparándose para medidas de guerra nacionalistas y antiobreras.

Otra hipótesis es que quiera generar miedo en la población ante la posibilidad de la extrema derecha en el poder, y entonces postularse él como la alternativa republicana, disimulando la derrota en las elecciones europeas con un triunfo nacional sobre la extrema derecha.

Sea cual fuera la razón, el caso es que produjo un caos total, porque el año ya está terminando (las vacaciones en Francia, que todos los años ponen fin al año político, comienzan en julio) y Macron saca unas elecciones sorpresa de la galera. A partir de ahí se armó un Frente Popular por izquierda, retomando el nombre del Frente Popular de los años 30, con el PS en la dirección. El PS y los Verdes –los dos partidos abiertamente pro capitalistas del frente– lograron superar a Francia Insumisa, que les cedió todo, lo mismo que el PC. Cabe mencionar que el PS, el PC y los Verdes son todos pro sionistas; Francia Insumisa tuvo posiciones más correctas.

Hollande volvió a la TV, llamando a presentar una sola candidatura «de izquierda» en cada circunscripción, pero donde haya segundas vueltas de Macron o Los Republicanos contra la extrema derecha, llamó a votar a Macron o a Los Republicanos. El PS empuja el Frente Popular hacia la derecha: cuando haya nueva Asamblea Nacional, ¿a quién van a elegir como primer ministro? Además, no hay ninguna garantía de que el acuerdo se mantenga; pueden llegar a la asamblea y armar una mayoría con Macron y Los Republicanos.

Por su parte, Éric Ciotti, el presidente de Los Republicanos, anunció públicamente que apoya a Marie Le Pen, y el comité ejecutivo lo expulsó del partido. Esto fue seguido por una telenovela en la cual Ciotti se atrincheró en la sede partidaria y las autoridades del partido cambiaron las cerraduras. Hay que tener en cuenta que éste es el principal partido burgués del país. Que esté tan dividido en cuanto a apoyar a Macron o a Le Pen, y que dirima las diferencias de esa forma, da una idea de la crisis política del momento.

Macron también se juega al todo o nada, acusando de antisemita a Mélenchon públicamente.

Marion Maréchal, la sobrina de Le Pen que se había ido del Front National para hacer campaña con Zemmour (una extrema derecha aún más extrema y racista que el lepenismo), declaró que hay que apoyar al Front National, así que Zemmour la echó de su partido.

Por el lado del PS, Glucksmann, que fue su candidato en las elecciones europeas, dijo que con Mélenchon no va a ningún lado, así que también él va a correr aparte.

En la extrema izquierda, están el NPA de Poutou, que se suma al Frente Popular sin cargos, sin nada, y el NPA del que es parte nuestra corriente, el NPA-Révolutionnaires, que va a elecciones de forma independiente.

Todo es rupturas y reconfiguraciones, idas y vueltas, anuncios durante toda la semana de novedades en todas las corrientes políticas, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda.

Para completar el panorama, hay un montón de asociaciones, colectivos y organizaciones de lucha que se suman al Frente Popular, por ejemplo muchos de los grupos que participan de las marchas por Palestina. La marcha por Palestina realizada antes de las elecciones europeas fue muy grande. El lunes hubo concentraciones en la Plaza de la República y otras, y la intersindical llamó a una marcha el sábado que se calcula que va a ser muy grande, y hay un operativo de capitalización de esas movilizaciones por parte del Frente Popular; la presión del voto útil al Frente Popular es fuerte.

En este sentido, lo de Lutte Ouvrière es una locura; están bien parados en la independencia de clase y en rechazar el operativo del Frente Popular, pero fueron muy sectarios con el NPA, que les propuso un frente en las condiciones que quisiera LO, y estos dijeron que no.

El NPA se va a presentar en unas cincuenta circunscripciones. Nosotros pensamos que cambió totalmente la situación, que hay que presentar candidaturas propias, aunque alguno no esté de acuerdo. Todo lo que sea tensiones anti-partido en este momento hay que combatirlo, el anti-partido es que el NPA no exista como partido independiente y que todo vaya detrás del Frente Popular encabezado por el PS de Hollande, responsable de algunas de las contrarreformas anti obreras más importantes de los últimos años.

También se puede caer en el ultraizquierdismo de los autonomistasde rechazar las elecciones. Pero si no nos plantamos como NPA y ponemos la bandera de clase en todo esto, estaríamos militando pata el Frente Popular.

No estábamos ni de lejos preparados para esto, y se están sufriendo las presiones del Frente Popular, aunque ese frente sea un enchastre. Las fichas van a ir cayendo más adelante.

Queda poco de la Francia de la estabilidad y se va a una nueva etapa, donde hay que afinar las definiciones internacionales, porque cambió todo muy rápido. Estaba la idea de que la extrema derecha podía llegar al poder en 2027, pero esos tres años se convirtieron en tres semanas y eso aceleró todas las crisis y los debates. La ruptura del NPA se terminó de concretar; en las elecciones europeas nosotros fuimos el NPA, pero en las elecciones nacionales se lo apropian ellos, porque salió publicado por todas partes que el NPA ingresó al Frente Popular.

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