Batakis se reunió con el Fondo y los acreedores para prometer la continuidad del ajuste

La ministra de Economía sigue manteniendo reuniones con funcionarios y acreedores en Washington. Ya se reunió con Kristalina Georgieva, titular del Fondo Monetario, con David Lipton, asesor del Tesoro estadounidense, y con Axel van Trotsenburg, director de Operaciones del Banco Mundial. 

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Batakis viajó en los últimos días a Estados Unidos. La apretada agenda de la ministra incluye reuniones y charlas con funcionarios públicos, pero también con acreedores, inversores extranjeros y CEOs de grandes empresas como Google, Chevron y Amazon.

Batakis estuvo acompañada por la viceministra de Economía, Karina Angeletti y por el embajador argentino en EEUU, Jorge Argüello. Argüello destacó la idea de «recomponer el vínculo roto de Argentina con el mercado» como uno de los objetivos centrales del viaje.

En la reunión con Kristalina Georgieva, Batakis ratificó la voluntad de la coalición oficialista de continuar con los planes de ajuste fiscal para adecuarse a las metas de déficit impuestas por el Fondo. Lo mismo sucedió en una reunión mantenida este martes con representantes de 20 fondos de inversión.

Más ajuste

«Esta mayor disciplina fiscal se va a sentir, es necesario hacerla», dijo la ministra.

Las palabras de Batakis y Argüello son claras. El objetivo del viaje a Washington es ganarse el visto bueno del Fondo y el imperialismo yanqui para la gestión económica del oficialismo. Es por eso que la ministra y sus asesores han repetido en cada reunión que la voluntad del gobierno fernandista es pagar la deuda aplicando el ajuste que sea necesario para ello.

El gobierno del que forma parte Batakis viene de atravesar la crisis política más profunda de su mandato tras la salida de Martín Guzmán de la cartera de Economía. Contradictoriamente, lo que generó dicha salida no fue otra cosa que la política económica dictada por el Fondo. Tras pocos meses de firmado el acuerdo, la decisión de Guzmán y los Fernández de bajar el déficit ajustando a los trabajadores del país ya mostró sus efectos.

Una inflación galopante que podría sobrepasar el 80% anual, sequía de divisas en el Banco Central, corrida cambiaria y peligro de default de la deuda en pesos. Estos son algunos de las desequilibrios acuciantes que la economía argentina está atravesando por la negativa del oficialismo a romper con el Fondo.

Ahora, Batakis se reune con ese mismo Fondo para jurarle que le entregará hasta el último dólar de la Argentina para pagar la deuda. Las promesas de «responsabilidad fiscal» no significan otra cosa que redoblar el ajuste sobre la población trabajadora de la Argentina, ya golpeada por la licuación de los salarios ante la inflación.

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