
Tras la misión del equipo técnico del Ministerio de Economía en la sede del Fondo en Washington y el anuncio del envío del «Plan Plurianual» al Congreso por parte del presidente, las condiciones que tendrá el acuerdo con el FMI, se conocen solo por declaraciones y trascendidos de sus voceros. Se habla de «sostenibilidad fiscal» de «reformas estructurales» y de «consenso político» como de los pasos necesarios para cerrar el acuerdo ¿Pero que significa todo esto? Y más aún: ¿Qué consecuencias tiene en nuestras vidas? Vamos paso a paso.
Sostenibilidad Fiscal
En criollo, la sostenibilidad fiscal es que den «bien» las cuentas del Estado. Que lo que se recauda sea mayor a lo que se gasta. Hace años el país tiene déficit fiscal, es decir, gasta más de lo que recauda. El déficit que Guzmán viene recortando fue a costa de los sectores populares: Se eliminó los gastos de IFE durante todo el 2021, la salud y la educación recibieron aumentos por debajo de la inflación, lo mismo los salarios de docentes y todo tipo de estatales.
El impuesto a las grandes fortunas fue un pago de una única vez y no representó un numero de peso en el conjunto del presupuesto. Se pretendió con este impuesto recaudar 3 mil millones de dólares de los cuales la mitad se destinaron a inversiones de Fracking y a subsidios empresarios.
Si bien el Ministro Guzmán y Fernández dicen que no van a ajustar para achicar el déficit, su prontuario no nos hace creerles demasiado.
Por otro lado, sin un ajuste fiscal la reducción del déficit se logra con más impuestos o emitiendo más dinero. En el primer caso se cola el gasto de los subsidios a las tarifas de los servicios: las boletas que pagamos, sin bien son difíciles de pagar, contienen un subsidio a las empresas para que no nos aumenten aún más de lo que lo hacen. Esto genera en el estado un gasto de 10 mil millones de dólares anuales, gasto que se incrementará.
Las empresas prestadoras de servicios se la llevan en pala mientras dan servicios deplorables que los laburantes pagamos con mucho esfuerzo por nuestros sueldos devaluados completamente. ¿A quien va a ajustar el gobierno sin toca estos subsidios? El macrismo nos mató a tarifazos y el gobierno de Fernández siempre que se enfrenta algún poderoso empresario termina retrocediendo (Vicentín, ley antidespidos, etc).
En relación a la emisión está mas que claro que genera inflación que luego pagamos en los precios de los alimentos. Algo que durante todo este año fue una constante a pesar de las poses de Felletti y compañía con los controles de precios. Cada vez que vamos al supermercado notamos lo que los fríos números indican: 53,2 % de aumento de los alimentos en el aculado de los últimos doce meses.
Por todo lo anteriormente mencionado es prácticamente imposible en el esquema del gobierno que la «sostenibilidad fiscal» que le exige el Fondo no sea a costa nuestra.
Reformas estructurales
Cuando el Fondo habla de reformas estructurales habla de dos reformas en particular: la laboral y la previsional. Bajar los gastos laborales eliminando derechos adquiridos en materia de indemnizaciones, cargas patronales, aumentando las condiciones de precarización y todo tipo de ataques con nuestras condiciones de trabajo. Reforma laboral en síntesis es hacer que le salgamos menos a nuestros empleadores y que nos puedan desechar cuando no le sirvamos más con el menor costo posible.
La reforma previsional plantea cambios a la movilidad jubilatoria para que le salgamos menos al estado.
Vamos a ver que le recomendó al Fondo a países como Argentina y Brasil en un documento elaborado por ellos en el 2019 llamado “El futuro del ahorro y el rol del diseño de los sistemas de pensiones en un mundo que envejece”: “para lidiar con los costos del envejecimiento, muchos países implementaron significativas reformas de los sistemas previsionales en los últimos años. Las reformas apuntaron en gran parte a contener el crecimiento del número de jubilados, modificando los parámetros claves del sistema; por ejemplo, incrementando la edad de jubilación, endureciendo las reglas para acceder a los beneficios o reduciendo el tamaño de las jubilaciones a través del ajuste en las fórmulas de cálculo de los beneficios”. Que existan menos cantidad de jubilados y que cobren menos. Más claro, imposible.
Estas dos «reformas estructurales» implica que vivamos una vida en la que nos hagan trabajar en las peores condiciones, nos descarten cuando no les sirvamos y si tenemos la suerte de jubilarnos, vivamos en miseria. Algo que obviamente no podemos permitir.
Consenso político
Para hacerle esto a la clase trabajadora se necesita derrotarla. Además, el acuerdo al que Guzmán quiere acceder, llamado «facilidades extendidas», implica una duración de diez años. Por estas dos razones el Fondo exige un acuerdo entre el gobierno y la oposición. Una alianza de todo el sistema político y la CGT contra los trabajadores que sea una ofensiva de varios años para engañarnos sobre «la necesidad» del acuerdo y la ejecución de todo el plan trazado por el FMI durante todo una década.
Hay sin embargo dos elementos que se escapan de la cuenta del Fondo y el Gobierno: la enorme tradición de lucha del pueblo trabajador argentino y una izquierda que viene de una importante elección y muchos años probándose en acompañar la lucha de los trabajadores, el movimiento feminista y la juventud.
Por otro lado, hay sectores de la base social del gobierno que hace tiempo son críticos con sus políticas y empiezan a desconfiar en las palabras de Guzmán, que rezan que se puede acordar con el Fondo sin ajustar a los trabajadores.
El 11, todos a la Plaza
Este diciembre se cumplen 20 años del Argentinazo. Ese hito de la lucha de los de abajo en el que se le dijo NO al FMI y a los gobiernos ajustadores que desfilaron por la Casa Rosada echados por el pueblo trabajador. Hace 20 años logramos que se suspendan los pagos al FMI y lo que vino después no fue ninguna gran catástrofe, lo que vino después fue un mayor margen de negociación y una gran quita. Opino que tampoco habría que haberla pagado pero lo que deja este hecho histórico protagonizado por la gente en la calle es que es ese nuestro lugar para defender lo que es nuestro, nuestros derechos.
El 10 de diciembre la izquierda unificada va a llenar la Plaza de Mayo y todas las plazas del país contra el FMI. Te necesitamos, tu presencia, la de tus compañeros de trabajo, la de tu familia y amigos hace la diferencia.