Los casos de corrupción, fraude y coimas de este gobierno se van sumando y ya son la crisis política más grave desde que asumió en diciembre.
Escándalo en ANDIS: auditoría demuestra sobreprecios
Luego de la filtración de los audios y el despido de Diego Spagnuolo, el Ministerio de Salud intervino la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), que venía siendo como un ente autárquico. Para intentar lavarse la cara, el gobierno comenzó una auditoría a través de su interventor, Alejandro Vilches, que arrojó datos indignantes de sobreprecios que llegan al 30%.
Mientras tanto, la empresa Suizo Argentina, que junto al gobierno tiene sus huellas por todo el escándalo, hace comunicados diciendo estar a disposición de la Justicia a pesar de que sus dueños huyeron como ratas de sus casas durante los allanamientos: “Desde hace más de 100 años, Suizo Argentina desarrolla sus actividades de forma íntegra, transparente, con responsabilidad social empresaria y en conformidad con un estricto Código de Ética…”
Ese comunicado fue compartido por el propio presidente, que sigue defendiendo a sus socios en el robo a los discapacitados.

Un punto importante a destacar es que se vuelve complicado tener datos de los sobreprecios, según la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), ya que no existe un precio testigo con el cual comparar. Esto hace que las auditorías sean complicadas. En Discapacidad, revisaron la compra de 7 medicamentos de alto coste y las compararon con las realizadas por el Ministerio de Salud. 6 de ellos permanecen en secreto y no han sido difundidos, con una excepción.
La Asparaginasa Pegilada es un medicamento usado para tratar la leucemia, en particular para casos infantiles, que fue comprado el año pasado, el 14 de agosto, por el Ministerio de Salud por un total de $ 8.274.027 por unidad a la droguería Suizo Argentina.
Luego se comparó la compra de ese fármaco a la misma empresa de la Andis este año, el 8 de agosto de 2025: Por unidad pagaron $ 13.500.176. ¡Estos corruptos pagaron una diferencia de casi 5 millones y medio más por unidad de un medicamento el cual ya es caro y es usado para tratar a pacientes con leucemia!
Un dato para tener en cuenta es que el INDEC informó una inflación interanual en salud de 35.6%, mientras que ellos pagaron un 63% más que el Ministerio de Salud hace un año.
Lo más grave es que todo esto sucedía mientras el gobierno vetaba la Emergencia en Discapacidad y reprimía a personas en sillas de ruedas.
Sobreprecios en el PAMI
A todo esto, se suma un nuevo capítulo con la denuncia de 500 oftalmólogos, que prestan servicio de PAMI, de sobreprecios en la compra de lentes intraoculares.
Este caso se da en el marco de un cambio en cómo se presta este servicio. En el sistema previo, cada oftalmólogo que hacía esta operación compraba los productos de manera individual y luego pasaba la factura al PAMI. Desde julio de este año, cambió la metodología: ahora es una compra centralizada, y luego cada unidad es enviada a los médicos para realizar. Desde el principio hubo denuncias de atrasos en el envío de estos productos, provocando que se pospongan operaciones programadas.
Pero lo peor son las denuncias de sobreprecios escandalosos en la compra de lentes intraoculares, usados para operaciones de cataratas, de hasta más un 890%.
El cálculo se llevó a cabo usando de base las compras individuales de los oftalmólogos comparadas a las compras del PAMI a las mismas empresas:
Implantec S.A.: Por lentes Acryfold un oftalmólogo pagó la unidad $24.800, mientras PAMI lo compró a $162.166.
Visión Médica S.A.: Pasó una cotización de lentes Eyeol por $28.249, el organismo los pagó $279.704.
MSZ S.R.L.: Pasó un presupuesto por lentes Auroflex por $32.000 la unidad, mientras el PAMI los compró a $177.939.
A esto se suman denuncias de infecciones por productos defectuosos enviados por el organismo.
En respuesta, las autoridades del PAMI hicieron público un comunicado en el que intentan defenderse de este escándalo diciendo que “…antes se abonaba un monto genérico sin controles estrictos, lo que permitía a los oftalmólogos elegir las lentes a su criterio e incluso aplicar cobros indebidos a los afiliados.”. No explican cómo, siendo las mismas empresas, hay una diferencia tan grande de precios.
Ambos casos son imágenes claras de un gobierno de corruptos, que roban sin importar si son jubilados, discapacitados o, como base al ejemplo puntual, niños y adultos con leucemia. Por supuesto que quienes, en su crueldad, vienen sistemáticamente reprimiendo y ajustando a jubilados y discapacitados no tienen ningún inconveniente en también robarles.




