El gobierno fascista de Israel lanzó su ofensiva para apoderarse de la totalidad de la Franja de Gaza. Actualmente, un 75% del territorio está bajo control directo de las “Fuerzas de Defensa de Israel” (FDI), pero la cifra aumenta a un 86% con la nueva ocupación de territorios.

Los sionistas se vanaglorian de la destrucción de un pueblo, su territorio y su hogar. “Gaza está ardiendo” dijo Israel Katz, ministro de «Defensa» del gobierno fascista. “Las FDI golpean con puño de hierro la infraestructura terrorista y los soldados de las FDI luchan con valentía para crear las condiciones necesarias para la liberación de los rehenes y la derrota de Hamas”.

Israel intenta tomar el control de la Ciudad de Gaza -la mayor concentración urbana del enclave- y de los campos de refugiados que funcionan en Al Mauasi. Están forzando así el desplazamiento de decenas de miles de personas y expandiendo aún más el hambre.

La ofensiva viene después de la visita de Marco Rubio, secretario de Estado de Trump, y su confirmación oficial del respaldo incondicional de Washington al genocidio.

Netanyahu dijo que no piensa ceder el control de Gaza a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), a la cual acusó de educar a los niños de Cisjordania con los mismos libros que utilizaban en Gaza, con el fin de adoctrinarlos en el asesinato de judíos.

En otras palabras, la banda de fascistas que gobierna Israel no quieren darle legitimidad a ninguna institución que represente al pueblo palestino, incluso a la dirigencia traidora de la ANP que reconoce a Israel como Estado y, de hecho, actúa como una fuerza colaboracionista con la ocupación colonial.

Aunado a esto, fortalecer a la ANP como interlocutora va a contramano del proyecto expansionista del “Gran Israel” o el “Estado de Judea”, cuyo objetivo es anexarse de los territorios de Cisjordania.

Cuando habían anunciado el plan de ocupación, el primer ministro sionista se opuso nuevamente a la creación de un Estado palestino y, haciendo gala del cinismo que caracteriza a los genocidas, responsabilizó al pueblo oprimido palestino del “conflicto” –léase opresión colonial- que sufren: “La verdadera razón de la persistencia de este conflicto no es la ausencia de un Estado palestino, sino la persistente negativa palestina a reconocer al Estado judío dentro de cualquier frontera (…) Darles un Estado independiente con todos los lujos es invitar a una guerra futura, y a una guerra segura”.

Como todo genocida, su retórica es la de que la destrucción de un pueblo, su sujeción completa y destrucción de todos sus derechos es «necesaria». Es la retórica es los fascistas, que también decían que actuaban en defensa propia.

En la última semana, Israel bombardeó Túnez, Siria, Líbano, Yemen y Qatar, violentando con impunidad la soberanía territorial de cinco países casi simultáneamente. La desfachatez con la que se presentan como voceros de la paz mientras perpetran masacres permanentemente se pone en evidencia con el ataque a Qatar. Allí, su objetivo era matar a los miembros de Hamas que eran parte de las negociaciones de paz.

No hay paz posible si sigue existiendo un gobierno fascista como el de Netanyahu. Su razón de ser es la conquista y la guerra permanente. La nueva ofensiva sobre Gaza es un nuevo pazo radicalizado de intento de exterminio total del pueblo palestino.

Son decenas los palestinos muertos en las últimas horas por las tropas de ocupación sionistas en la ofensiva sobre la ciudad de Gaza, a la que pretenden mantener indefinidamente ocupada. También se registraron ataques sobre ciudades vecinas.