Una nueva investigación develó la contratación de miembros de una “biker gang” (Grupos violentos de motociclistas) anti-musulmana como seguridad en puestos de «ayuda humanitarias» en Gaza. Estos centros de distribución de alimentos se han convertido en trampas mortales: el sionismo hambrea a los palestinos, los concentra en búsqueda de comida y mata a los desesperados en busca de ayuda.

Son parte de la organización “Gaza Humanitarian Foundation”, la cual tiene el apoyo de la Administración Trump y del gobierno de Israel. En estos sitios están siendo usados para masacrar a los palestinos que van buscando ayuda. En total, ya son al menos  1,135 los asesinados desde su establecimiento el pasado mayo.

La investigación comenzó al descubrir que uno de los encargados de la seguridad de un sitio de ayuda, contratado por “UG Solutions”, es líder en Florida de una pandilla de motoqueros de ultraderecha anti-musulmana.

Johnny “Taz” Mulford es un veterano del ejército, desplegado en Iraq y Afganistán. Llegó al puesto de sargento y, entre su historial, se incluye haber sido castigado por “…conspiración para cometer soborno, robo y hacer declaraciones falsas a las autoridades militares…”. Luego de su baja en 2007 se unió al grupo “Infidels Motorcycle Club”.

Gracias a esto comenzó la investigación. La BBC envió un mail al grupo acerca de la contratación y el mismo Mulford envió un mail a líderes de la pandilla diciéndoles que no contesten a la BBC. Pero, entre los destinatarios, terminó incluyendo al mail de la propia BBC, revelando los nombres y datos de los otros miembros a la agencia. Lo mandan a espiar y toca el timbre.

Luego de eso, los periodistas compararon los datos con la información pública de “UG Solutions” y descubrieron que eran muchos más los miembros de “Infidels Motorcycle Club” incluidos en el trabajo de “protección” de esos puestos de ayuda.

Este grupo fue fundado por veteranos del ejército y marines de EEUU, con una ideología fuertemente anti-musulmana y de extrema derecha. Su racismo ve al mundo dividido en una lucha existencial permanente entre el «occidente cristiano» y el Islam, y se identifican como “Cruzados modernos”. Su uso de la iconografía de las cruzadas como símbolo de odio es permanente.

El propio Mulford tiene en su cuerpo tatuajes de la cruz de los cruzados (reapropiada por los grupos de ultraderecha cristianos en EEUU muchas veces) y, en el pecho, el año 1095. Ese año, el Papa Urbino I proclamó la Primera Cruzada.

Además, este grupo vende gorras con la misma fecha y remeras que dicen “Surf all day, rockets all night. Gaza summer 25” («Surfeo todo el día, cohetes toda la noche. Verano en Gaza 25»), burlándose del genocidio del que son parte contra el pueblo palestino.

A este grupo de fascistas les pagan muy bien para ser parte de la violencia contra el pueblo gazatí: entre $980 y $1580 dólares por día. Mulford fue parte de la contratación, poniendo en sus redes un llamado para “…Cualquiera que sepa disparar y moverse y comunicarse…”.

En agosto, la ONU concluyó que 514.000 personas que residen en la Gobernación de Gaza (ubicada al centro-norte del enclave) se encuentran en la fase 5 de hambruna, una situación de niveles catastróficos que pone en riesgo de muerte por hambre o causas derivadas de la desnutrición aguda.

Asimismo, el 54% de la población gazatí (1.070.000 personas) se encuentran en la fase 4 de inseguridad alimentaria aguda (previo a la hambruna), mientras que otro 20% (396.000) están en la fase 3 de crisis alimentaria.

En ese marco, el sionismo no ha parado de masacrar a los miembros de organizaciones de ayuda humanitaria para imponer su monopolio en la distribución de comida. Así, en los puestos de la “Gaza Humanitarian Foundation”, a los que los palestinos desesperados van a buscar ayuda, alimento o agua, son “protegidos” por una banda de delincuentes anti-musulmanes que deliran ser herederos de los cruzados.

La “UG Solutions”, la empresa de seguridad que contrata a este grupo de motoqueros, salieron a apoyarlos, diciendo que lo que haga, por ejemplo, Mulford en su tiempo libre es cosa de él y que es un contratista serio, negándose a declarar sobre sus tatuajes.

El grupo tiene a su presidente procesado por “Hit And Run”, huir de la escena de un choque-atropello del que fue responsable. Además, el otro grupo contratado por GHF está controlado por un ex-agente de la CIA.

Teniendo esto en consideración, no es extraño que GHF sea el grupo permitido por Trump y Netanyahu para llevar ayuda humanitaria. Son parte de la política sistemática de masacre racista.