«Siguen gobernando los mismos de siempre» declaró Gallardo Muñoz sobre las elecciones en San Luis. «Las coaliciones capitalistas clásicas de la provincia se repartieron la mayoría de los votos. La novedad es la bajísima participación, histórica para San Luis. No hubo debate ni discusión real sobre qué se jugaba en esta elección.»
Menos del 60% de los habitantes de la provincia fueron a las urnas. Poggi, que viene del riñón de los Rodríguez Saá y supo ser candidato del macrismo en la provincia, aventajó por amplia diferencia a Rodríguez Saá: el primero alcanzó el 47,27% de los votos frente al 21% del segundo. Es un retroceso histórico para el apellido de quienes solían dominar la política provincial. Se afianzó el gobierno, cómplice del ajuste, que monopolizó la visibilidad de la campaña con los recursos del Estado y el apoyo de los capitalistas de la provincia.
«El gobernador Poggi fue el mejor alumno de Milei. El ajuste nacional se aplicó al pie de la letra en la provincia. También Hissah, intendente de la capital, fue partícipe directo de los ataques a los derechos de los trabajadores y los vecinos de la provincia» agregó el referente provincial del Nuevo MAS. Por eso la participación fue baja: ninguno de los candidatos que se veía que podían ganar generaba ningún entusiasmo.
Por su parte, las listas del mileísmo puro, que quiere ganar posiciones en el Estado para poder gobernar llegando a acuerdos en mejores condiciones con «la casta», con la que no para de negociar, tuvo una muy baja elección del 7%. Es un porcentaje minúsculo para un gobierno que se presenta como rupturista y de cambio de la política nacional como es el de Milei.
La izquierda fue en dos listas dividida por la política de división del FITU, que retrocedió en votos alcanzando un 0,74% a nivel provincial.
El Nuevo MAS se presentó en la elección de concejales de la capital, llegando al 0,67% de los votos.




