El domingo pasado fueron las elecciones provinciales bonaerenses, que resultaron en una paliza contra el gobierno de Milei, producto de la profunda crisis política, económica y social que atraviesa el gobierno, agravada por el escándalo de las coimas en discapacidad que lo mostraron de lleno como un gobierno de ladrones y estafadores.
En esta elección, en la que primó la fuerza de los aparatos, el peronismo fue quien capitalizó ese voto castigo, de manera tal que se alzó con un triunfo en la mayoría de las secciones, incrementando sus bancas provinciales. Mientras tanto, la izquierda en su conjunto ha sufrido un retroceso respecto a las legislativas 2021, tanto en relación con las PASO (-13%) como en relación a las generales del mismo año (-27%).
En ese panorama, el dato destacado fue el fuerte retroceso que tuvo el FITU. Si comparamos con las PASO de 2021, en dónde corrieron con 2 boletas y en dónde también nos presentamos el Nuevo MAS y Política Obrera, el decrecimiento fue del 12%. Pero si la comparación es con las generales, donde el FITU gracias al mecanismo proscriptivo se quedó con los votos del resto de la izquierda y de otros espacios menores, la caída resulta más abrupta, en un 40%, un derrumbe de 250.000 votos. A causa de este retroceso, perdió los 10 concejales que conquistaron hace 4 años (2 por La Matanza, 2 por Moreno, 2 por Merlo, 2 por José C Paz y 2 por Coronel Pringles), y también estuvo a punto de perder sus 2 Diputados Provinciales de la 3° Sección, que retuvieron por un pelín, por tan solo menos de 10.000 votos.
El agravante político de este retroceso, es que mientras desde el Nuevo MAS apostamos a una nueva generación de referentes de la izquierda y del anticapitalismo expresando la renovación, el FITU optó por una práctica tradicional propia del peronismo y de las fuerzas tradicionales patronales: las candidaturas testimoniales. Así, en la 3° Sección, en la que se jugaban mantener o perder sus únicas dos bancas en la legislatura bonaerense, el FITU decidió correr con su principal referente en dicho distrito: Nicolás Del Caño; un engaño total al electorado, ya que en Octubre también se postula a Diputado Nacional, y de entrar no asumiría su banca en la legislatura bonaerense, dejándole su lugar al Chipi Castillo quien, en una maniobra impresentable, también se candidatea a Senador Nacional en CABA, es decir, ¡en otro distrito! Y, aún a pesar de tirar toda la carne al asador y recurrir a estos métodos lamentables, el resultado electoral del FITU fue pésimo. A tal punto de poder salirle el tiro por la culata, porque ahora Del Caño aparece como la cara de la derrota luego de esta pobre elección, con la cual perdieron sus concejales y con la que podrían perder sus bancas en Octubre.
Sin embargo, a pesar de este evidente magro resultado, desde el FITU, y en particular del PTS, salieron a vender que habían realizado una “gran elección”, con la cual habrían “conquistado dos nuevas bancas”[1] cuando solo las mantuvieron por muy poco. Para poder sostener este relato, han difundido alguna que otra mesa circunstancial con un porcentaje un poco mayor, haciendo rememorar aquella famosa “mesa de Necochea”[2], lo cual ha sido visto por muchos de sus simpatizantes como algo ridículo. Incluso llegaron a hablar de que habrían crecido en La Matanza, cuando justamente allí no pudieron consagrar ningún concejal, perdiendo los dos que habían obtenido 4 años atrás.
Veamos en números algunos ejemplos paradigmáticos:
Distrito | Elecciones generales 2021 | Elecciones generales 2025 | Porcentaje del retroceso |
La Matanza | 71.331 (9,68%) | 52.393 (7,78%) | 20% |
José C Paz | 13.758 (9,19%) | 7.848 (5,74%) | 38% |
Merlo | 29.140 (10,53%) | 16.562 (6,59%) | 37% |
Moreno | 22.849 (9,23%) | 10.124 (4,44%) | 52% |
Coronel Pringles | 2.577 (19,85%) | 814 (7,13%) | 64% |
Morón | 14.820 (8,25%) | 10.418 (5,86%) | 29% |
Miremos los números en La Matanza; ¡ahí es donde festejan un supuesto crecimiento!
A modo de explicación del cuadro, los primeros 5 distritos son los que llevaron al FIT a tener 10 concejales en 2021. Pero su retroceso, cuya dimensión queda representada en la última columna, significó la pérdida de todas esas bancas. Se incorporó al cuadro el caso de Morón, en donde habían quedado cerca de entrar al Concejo Deliberante 4 años atrás, situación lejana con los resultados actuales.
No se puede tapar el sol con la mano, por más triunfalismos que se quieran simular, a ojos de todo el mundo el FITU hizo una mala elección teniendo en cuenta la forma en que se la jugaron y los pocos resultados obtenidos. Corresponde a los partidos del FITU hacer un balance serio y, por sobre todo, honesto de cara a las y los trabajadores y a su militancia acerca de este Frente que ya lleva 14 años y que, de manera oportunista, ha virado hacia un poroterismo, y encima sin porotos. Un balance que, entre otras cuestiones, debe incluir el error garrafal de haber decidido dividir a la izquierda por intereses mezquinos.
[1] Resultados oficiales. Masivo rechazo y derrota del Gobierno, ganó el peronismo y el Frente de Izquierda conquistó dos bancas
[2] En las elecciones presidenciales de 2003, Alberto Rodríguez Saa declaró que en la mesa 86 de Necochea iban primeros, utilizándola como mesa testigo para afirmar que su hermano Adolfo estaba peleando la elección. Finalmente, el candidato puntano terminó en 4° lugar con un 14%.