
Con mesas en distintos puntos del país, el Nuevo MAS salió a las calles para difundir y dar a conocer sus propuestas a miles de trabajadores, jóvenes, mujeres.
La agitación política hace eje en la critica el ajuste del gobierno nacional, que ha gestionado la pandemia en beneficio de las ganancias capitalistas, dejando correr despidos y rebajas salariales con paritarias por debajo de la inflación.
También se plantea la necesidad de renovar a la izquierda, con una figura como Manuela Castañeira, que se viene haciendo presente en las luchas de los trabajadores, las mujeres y la juventud. Como ha sido la lucha por tierra y vivienda en Guernica, los cortes contra la precarización en Puente Pueyrredón, e incluso la solidaridad internacional expresada en su viaje a Bolivia en el marco de la resistencia al golpe de Estado de Añez en 2019.
Según se puede percibir en el contacto con la gente, crece un descontento con el deterioro de la situación económica. Este enojo es particularmente notorio entre los jóvenes, muchos de los cuales tienen trabajos precarios, o han tenido que suspender o abandonar sus estudios debido a la falta de respuestas del gobierno al deterioro educativo y la falta de conectividad en el marco del pase a la modalidad virtual en educación.
Otro reflejo que surge del intercambio con la gente es la simpatía que hay con la propuesta de Manuela Castañeira de realizar un debate público con Nicolás Del Caño en pos de la unidad de la izquierda. El electorado y simpatizantes de estos espacios políticos son ávidos de debate, quieren conocer las propuestas, similitudes y diferencias, para sobre esa base conocer las posibilidades de que la izquierda pueda superar su fragmentación.
Las mesas se desplegaron en estaciones de tren, puertas de fábricas, calles transitadas. En varias ciudades y zonas como: CABA, La Plata, Oeste, Mar Del Plata, Bahía Blanca, Córdoba, Neuquén, Río Negro, entre otros puntos del país.







