
El anuncio del ministro Trotta del “esquema dual” alternando presencialidad con virtualidad, no es otra cosa que instalar una nueva normalidad, apoyada sobre la vieja política del desfinanciamiento educativo y sobre el esfuerzo en las espaldas de la docencia.
Mientras en CABA – el distrito más rico del país – los años de desfinanciamiento educativo han dejado escuelas hacinadas, mugre y plagas de palomas y ratas. Larreta acaba de anunciar que estudian la vuelta escalonada, o algunos a la mañana y otros a la tarde, o por días. Ni hablar de aumento de presupuesto, de construir más escuelas y aulas para garantizar distanciamiento e higiene. Sin citar la fuente de donde surge la estadística, Larreta dice que el 93% de les estudiantes tienen acceso a las tareas virtuales. ¡Las y los docentes de la Ciudad sabemos que no es así! Mientras tratan de forzarnos a utilizar plataformas diseñadas para convertir al/la docente en un mero tutor virtual, estamos haciendo esfuerzos enormes para poder llegar a todas las familias, y en muchos casos no hay manera, porque estas familias no tienen conectividad ni dispositivos. Las instalaciones para dar wifi gratis en la Ciudad están… pero no tocan las ganancias millonarias de las empresas de celulares y de internet.
La situación de muchísimas familias empeora.* Los casos de COVID-19 aumentando a ritmo acelerado en los barrios y que afectan en la *31, en la Zavaleta y Tierra Amarilla, en la 1-11-14, en la Carbonilla, en Cildañez… Y podríamos seguir enumerando. Como están denunciando los vecinos, hay tratamiento de primera y tratamiento de segunda. Hay maltrato hacia las personas que resultan positivas en los testeos y en algunos casos han dejado a niños y niñas en las casas mientras se llevan a las madres y padres a esos hoteles de la ciudad en condiciones bastante malas. En la provincia de Buenos Aires se han cerrado con las fuerzas de seguridad, como el caso de Villa Azul, que están transformando los barrios populares en guetos a cielo abierto. Las y los trabajadores de la salud, que son la primera línea, denuncian constantemente que no tienen ni siquiera los elementos necesarios para cuidarse.
A todo esto, la entrega de comida por parte de los concesionarios de Larreta, que ya venían siendo una miseria, incluso con algunos alimentos vencidos, que en el caso de las escuelas con vianda directamente es una burla (8 barritas, 8 saquitos de té y 4 manzanas). La insinuación de que el reparto pasaría a ser mensual generó el rechazo hasta de las conducciones más afines a la gestión. Y tuvieron que retroceder. Así y todo, la entrega es tan paupérrima y las necesidades tan grandes, que no es suficiente.
Las compañeras de cocina, que son las que ponen el cuerpo en las entregas, ya precarizadas, con salarios bajísimos y que no cobran durante los tres meses del verano, ¡están recibiendo la mitad de sus salarios!
La docencia de la ciudad tiene que ponerse en pie
Ya hay numerosos y enormes ejemplos de la solidaridad que se despertó entre las y los docentes. Además de las largas horas de trabajo y esfuerzo y preocupación por mantener el vínculo con nuestros estudiantes. Se están organizando colectas de alimentos, de elementos de higiene, de ropa. Sin dejar de denunciar y exigir lo que es responsabilidad del Estado, la solidaridad entre los de abajo está creciendo.
Desde la Carlos Fuentealba venimos realizando esta experiencia desde hace más de dos meses, colaborando con escuelas de la zona sur, y participando de las distintas iniciativas. Venimos insistiendo en que es necesario que los sindicatos se abran para ponerse a la cabeza de organizar, con los cuidados y el distanciamiento necesario, las tareas de solidaridad. Ahora que se empiezan a generalizar las iniciativas, es más importante que nunca volver a nuestra organización natural, que son las asambleas por distrito. Ya hay algunos ejemplos, con el 14, donde se trabajó gracias al esfuerzo de las docentes de la Carbonilla, junto con trabajadoras del CESAC de la zona, en materiales para evacuar las dudas sanitarias y los miedos de las familias frente a la desinformación. En el distrito 13, algunas escuelas están organizando ollas para hacer frente al hambre que recorre los barrios.
Por todo esto, se hace necesaria la coordinación de los distintos esfuerzos, poner en pie las asambleas docentes de los distritos para profundizar la necesaria solidaridad entre les de abajo y también exigir con mayor fuerza que se destine presupuesto para construir escuelas, que se aumenten y enriquezca el reparto de alimentos a las familias, que se pague salario de emergencia de 50 mil pesos a las personas sin trabajo, entrega de elementos de higiene en todos los barrios y conectividad gratuita para todes les estudiantes.






