Pancho arrancó a militar en la juventud del Viejo MAS, militando en los barrios de Monte Grande, llevando la prensa para discutir con cada compañera y compañero. Siempre dialogando de manera paciente y firme. Trabajó en la textil AMAT antes de su cierre en los 90.

Apenas se empezó a construir el Nuevo MAS se sumó a las reuniones de ocupados, piqueteando en fábricas, llevando su experiencia a la nueva clase obrera, transmitiendo su experiencia y sensibilidad a las nuevas generaciones. Sus compañeros de equipo lo recuerdan “sin perderse ninguna”, yendo a cada marcha, cada pintada, llegando a la puerta de Firestone en su bicicleta. Siempre con ganas de seguir formándose, no se perdía un solo curso de verano, le encantaban, ni los plenarios donde percibía y compartía las nuevas problemáticas que expresaba la juventud.

Con esa convicción también construía en su barrio, le decía a los pibes y pibas que tenían que estudiar y pelear por su futuro, dedicándose a construir un club que ayudara desde el deporte a formarse y tener su espacio de recreación. Era tan sensible que inmediatamente vio la potencialidad del movimiento de mujeres. Cuando empezó a surgir él #NiUnaMenos, la marea verde y el movimiento feminista, decía que había que enseñar voley en el club y de paso hablar de ESI a les pibes, para ayudar a organizarse y darles un espacio a las pibas. Así constante y orgánico siempre construía y generaba consciencia a su alrededor.

El último tiempo reflejaba un sector de trabajadores populares, que con cada crisis estaban peor, que todavía no terminaba de “estallar” la cosa, pero que mucho más no se podía aguantar. Hablaba con sus compañeros en el Mercado Central, con sus vecinos, al almacenero del barrio, siempre sacándole charla para transmitir alguna idea y traer reflejos de la realidad. Siempre viendo la posibilidad organizativa y el poder que le da a la clase como herramienta para pelear por sus derechos.

Un gran compañero que fue parte de empujar la puerta para las próximas generaciones en la pelea por una sociedad mejor.

¡Hasta el socialismo siempre Pancho!