Brian Cabrera es el nombre de la nueva víctima de la crisis social en Mar del Plata. Su nombre se suma a la lista de víctimas de las políticas de un gobierno Municipal que, en sintonía con el gobierno nacional de Javier Milei, tiene como única respuesta a la pobreza la violencia y represión a manos de su Patrulla Municipal.
Según registros municipales, este año en la ciudad hay un 10% más de personas durmiendo en la calle. Sin embargo, y a pesar de que hace más de un mes llegaron las bajas temperaturas, el Operativo Frío, como denominan desde el municipio a su programa para atender a las personas sin vivienda, aún no ha comenzado, lo que resulta un escándalo. Mientras tanto, las personas en situación de calle siguen muriendo.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Mar del Plata sigue siendo la ciudad con mayor desocupación del país. La tasa de desempleo es alarmante: 8.6%. Las mujeres son quienes más sufren esta situación. Además, la pobreza (oficial) afecta al 38.1% de la población. Más de un tercio de los habitantes de la ciudad lucha por sobrevivir.
La crisis de la vivienda y la situación de calle en Mar del Plata son síntomas de un sistema económico que prioriza la acumulación de la riquezas de unos pocos sobre la vida y la dignidad de las personas.
El principal responsable de las muertes de personas pobres en nuestra ciudad es el intendente Guillermo Montenegro, quien, junto a los empresarios de la zona, viene llevando adelante políticas que benefician a sus propios intereses acumulando riquezas con innumerables negocios inmobiliarios, mientras la mayoría de la población se sumerge día a día en la pobreza.
Es urgente que se tomen medidas anticapitalistas para lograr una salida de fondo a este sistema podrido que hunde cada vez más a Mar del Plata en una crisis más y más profunda. Se necesitan más refugios dignos, presupuesto real para la atención en adicciones, trabajo genuino con todos los derechos y un plan de viviendas. Se debe financiar con impuestos progresivos a las grandes fortunas de quienes hoy se enriquecen y llenan los bolsillos a costa de la vida de las mayorías. Es fundamental implementar políticas públicas que prioricen el derecho a la vivienda, al trabajo y a la salud de las personas sobre las ganancias y la acumulación de riqueza.




