Desde el pasado sábado (27), la juventud marroquí salió a protestar contra el gobierno del presidente Aziz Akhannouch y el rey Mohammed VI.
El movimiento se autodenomina “GenZ212”, acrónimo derivado de la generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) y el prefijo telefónico del país norteafricano. Inició como un grupo virtual en la aplicación “Discord”, la cual reúne a 126 mil personas en el país.
El detonante inmediato de las movilizaciones fue la muerte de ocho mujeres embarazadas en un hospital de la región de Agadir, debido a la atención deficiente que recibieron en el centro hospitalario. Las muertes destaparon la crisis del sistema de salud y, junto con esto, provocaron la ira social ante la precarización de los servicios públicos.
Lo anterior explica que las movilizaciones se extendieran a 17 provincias, transformándose en el principal movimiento de protesta social desde 2016. El gobierno, por su parte, respondió con una fuerte represión y, al momento de escribir esta nota, se reportan 409 detenidos y 280 personas heridas.
Entre sus reivindicaciones principales de las manifestaciones, destacan las siguientes:
- Acceso a una educación pública, gratuita y de calidad;
- Salud pública digna, con infraestructuras equipadas y suficientes médicos para atender en las regiones.
- Oportunidades de empleo de calidad para los jóvenes.
- Medidas contra la corrupción gubernamental y el nepotismo.
- Justicia social para las regiones pobres y marginadas.
El trasfondo del movimiento es la profunda crisis social y económica que afecta a los jóvenes del país. De acuerdo a las estadísticas oficiales, el 25% de la población marroquí tiene entre 15 y 24 años (unas 9 millones de personas), y la tasa de desempleo juvenil alcanzó el 47% en el segundo trimestre del presente año.
Junto con esto, el movimiento GenZ212 también tiene relación con las movilizaciones contra la normalización de relaciones con el Estado genocida de Israel, un tema que generó la ira de la población marroquí.
A lo anterior, se suma que el gobierno está invirtiendo gran parte del presupuesto estatal en la construcción de estadios para el Mundial de futbol masculino de 2030, el cual organiza junto con España y Portugal. Esto es visto por la población como un gasto innecesario, dado que los servicios públicos están en ruina, ante lo cual las autoridades no hacen nada.
Un dato a destacar, es que muchos de los usuarios de esta plataforma se identifican con nombres de personajes del animé “One Piece”. De esta forma, las protestas en Marruecos muestran una conexión con los estallidos sociales en Indonesia, Nepal, Corea del Sur y Perú, donde los manifestantes también tomaron las calles con símbolos de la serie animada.
La trama del animé consiste en un grupo de jóvenes piratas que luchan contra una élite política que abusa del pueblo, discrimina y esclaviza. En unos de los episodios, Monkey D. Luffy, el capitán pirata, declara que lucha por “un mundo donde mis amigos puedan comer todo lo que quieran”.
Por lo anterior, “Los Sombrero de Paja” (nombre de la tripulación pirata) se transformaron en un símbolo de la libertad y la lucha por la justicia social para los jóvenes de la generación Z.