
“Es un mentiroso, es deleznable, que me diga cuándo hicimos una situación de esa característica, de ninguna manera, lo desmiento absolutamente”. Esa fue la posición de Roberto Baradel, titular del Suteba, frente a la crítica del exdiputado macrista Eduardo Amadeo, que lo acusó de participar de una protesta en apoyo a un maestro condenado por abuso.
La respuesta del sindicalista docente llegó luego de una típica chicana de la derecha contra lxs trabajadores de la educación pública: “Sin ninguna duda hacer una huelga en educación es inaceptable de entrada. Baradel hizo una huelga para protestar porque un maestro había sido condenado por abusar de un niño. ¿Eso queremos para nuestros hijos?”, había lanzado Amadeo.
El tema es que el macrismo toma como foco de críticas a Baradel para atacar a lxs docentes, como parte de su sistemática campaña para hacerlxs quedar como un grupo de privilegiados e inútiles. Pero lo cierto es que Baradel, alineado con el Gobierno, viene firmando desde hace años las paritarias a la baja, dejando pasar las reformas educativas contra el estatuto, y haciendo el juego de la polarización electoral, que le sirve tanto al peronismo como al macrismo.
Y esta situación no fue la excepción: “Le vamos a cruzar una demanda a Amadeo. Intenta deslegitimar el trabajo que nosotros venimos haciendo, la defensa de la educación pública, mienten sistemáticamente”.
Así, queda todo envuelto en una ida y venida de chicanas, denuncias, amenazas. Pero, ¿qué sucede en el medio?
Quedan entrampados los docentes, como siempre, foco de los sistemáticos ataques, buscando vulnerarlos para pasarles los ajustes y las reformas que baja el FMI: en eso sí se ponen de acuerdo Alberto, Massa, Cristina y la derecha.
Lxs docentes de la Lista Gris Carlos Fuentealba opinaron para izquierdaweb sobre el tema: “Consideramos que la posición de un genuino representante de los trabajadores, debería ser la de alinearse con la docencia, con una postura educativa donde explique a qué responden las constantes falsas denuncias de abuso hacia los maestros, la creciente situación de violencia en las escuelas y el desamparo de los docentes”.
¿A qué se deben estos ataques?
Para la agrupación Fuentealba, la violencia contra lxs docentes se ha convertido en algo tan sistemático que es inútil tomarla como una suma de casos individuales, como viene haciendo la dirigencia gremial. Capa tras capa de problemas sociales y políticos se combinan para apuntar contra la escuela pública y lxs trabajadores de la educación. La escuela solía ser la puerta por donde salías de la miseria, capacitándote para tener un trabajo estable, y ya no lo es: del otro lado de la puerta te espera el mismo barro donde empezaste, porque el capitalismo decide que el trabajo estable será solo para unos pocos, aunque todxs vayan a la escuela. En este marco, que ya significa una ruptura objetiva de lazos con las comunidades vulnerables, actúa la política del sistema: ya es folclórica la prédica kirchnerista contra lxs trabajadores que sí tienen un trabajo estable, haciéndolos quedar como privilegiados frente a lxs millones de desocupados y excluidos.
Sumémosle a eso la prédica de la derecha, que frente a cualquier reclamo docente enarbola los resultados de las evaluaciones, culpando a lxs docentes de que lxs pibes no aprenden. Agreguemos el trabajo de los medios cada vez que hay una situación de violencia, afirmando cualquier disparate y dándoles micrófono solo a los que acusan y jamás a lxs docentes acusadxs. Sumemos la falta sistemática de investigaciones en estos hechos, a pesar de que algunos de ellos estaban evidentemente preparados. Sumemos también que, a pesar de que en la inmensa mayoría de estos ataques y acusaciones la conclusión de la Justicia fue que los abusos ocurrían en la casa, o que no habían ocurrido en absoluto, jamás se han hecho reparaciones públicas de la imagen de lxs docentes acusadxs ni se han tomado medidas reales contra lxs acusadorxs. Y como si esto fuera poco, agreguemos conducciones gremiales que cuando las acusan solo se defienden a sí mismas, en lugar de emprender una gran campaña nacional en defensa de sus afiliadxs.
Lo último que necesitan los docentes agredidos es una dirigencia que diga “yo no fui”. Tenemos que plantarnos y explicar estas situaciones de violencia a toda la sociedad con mucha firmeza. Por eso tenemos que organizarnos para recuperar nuestros sindicatos de manos de los dirigentes que nos dan la espalda, promoviendo la organización desde abajo, para defender los derechos de lxs docentes, recuperar los lazos con la comunidad educativa, y frenar el derrumbe de la educación pública.






