Las Tesis de Pulacayo

Tras la caída del gobierno de Villarroel, la Federación de Mineros llamó a un Congreso Extraordinario en el distrito de Pulacayo.

0
10124

Tras la caída del gobierno de Villarroel, la Federación de Mineros llamó a un Congreso Extraordinario en el distrito de Pulacayo. La situación que se vivía en el país era tensa, una nueva Junta militar estaría en el gobierno.

En resumen, estas tesis delinean la acción de la Federación de Mineros: un programa que hizo historia y está trabajado desde la Revolución Permanente junto con el Programa de Transición escritos por Trotsky, conjuntamente con la realidad boliviana de aquel entonces.

Propone una estrategia de acción sobre la independencia de clase y las conquistas democráticas como parte del camino hacia una revolución socialista: “Los países atrasados se mueven bajo el signo de la presión imperialista; su desarrollo tiene un carácter combinado: reúnen al mismo tiempo las formas económicas más primitivas y la última palabra de técnica y de civilización capitalista. El proletariado de los países atrasados está obligado a combinar la lucha por las tareas democrático-burguesas con la lucha por las reivindicaciones socialistas. Ambas etapas, la democrática y la socialista, no están separadas en la lucha por etapas históricas, sino que surgen inmediatamente una de la otra”.

En otras palabras, lo que representaba la tesis era el programa de la clase obrera boliviana para la revolución socialista en el país altiplánico. Esto comprendía reivindicaciones como la lucha por las 40 horas de trabajo, la escala móvil de salarios, independencia sindical, creación de fondos de huelga y llegaba a plantear la conformación de milicias obreras.

Las tesis eran la herramienta teórica fundamental de los mineros. Pero también era una forma de desenmascarar la política reformista que venía realizando el MNR. Por otro lado, las tesis dicen lo siguiente: “La clase media o la pequeña burguesía es la más numerosa y, sin embargo, su peso en la economía nacional es insignificante. Los pequeños comerciantes y propietarios, los técnicos, burócratas, los artesanos y los campesinos no han podido hasta ahora desarrollar una política de clase independiente, y menos lo podrán en el futuro. El campo sigue a la ciudad, y en ésta el caudillo es el proletariado”.

El POR, en esos primeros tiempos, se posicionó correctamente, a nuestro entender, realizando un trabajo de concientización hacia el proletariado en la cuestión de independencia de clase. Recordemos que la conformación de la Federación había sido realizada por el movimiento nacionalista, y que un gran sector del proletariado creía en el gobierno que le había dado la posibilidad de tener un organismo de la clase.

La lucha por la independencia política de todo gobierno burgués, por más “progresista” que pareciera, era imprescindible para que la clase obrera empezara a tener experiencias independientes y se planteara la cuestión de su propio poder.

Por supuesto que esto fue dejado de lado muy tempranamente. Seis años después, el POR dejaba en manos del MNR la revolución realizada por el proletariado.

El POR tenía en 1952 una amplia, aunque no muy orgánica, influencia de masas, y un programa como eran las Tesis de Pulacayo. Pero en el momento en que tuvo que dar la batalla por una estrategia independiente, salió a apoyar críticamente el nuevo gobierno burgués de Paz Estensoro.

Se podía tener uno de los mejores programas para la época; la cuestión es que al momento de llevarlo a cabo, no se hizo caso de lo que fue escrito años antes.

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí