
La batalla electoral comienza y buena parte de ella se concentra en las peleas dentro de los propios partidos, más que en el enfrentamiento entre sí. Una de las internas más importantes la protagoniza Juntos por el Cambio. De un lado se ubica Patricia Bullrich y del otro, Horacio Rodríguez Larreta. Estamos hablando de los dos personajes del PRO con mayor participación pública considerando la casi desaparición de Mauricio Macri (hasta la presentación de su libro, el cual tampoco tuvo gran impacto más allá de la forzosa promoción del Grupo Clarín y La Nación) y de María Eugenia Vidal. La pelea no se reduce simplemente a cuál de los dos bandos incluirá más parte de su “staff” dentro de las listas.
La ex Ministra de Seguridad y Presidenta actual del partido quiere pelearle al Larreta los ejes políticos de campaña. Obviamente lo mencionado incluye cuáles serán los temas que utilizarán como caballos de batalla para la disputa contra el peronismo/ kirchnerismo y la izquierda y el cómo presentarlos ante la sociedad.
Desde el fracaso de la conducción de Macri al frente del Gobierno Nacional y la derrota contundente ante la fórmula de Fernández/ Fernández, la distancia entre Bullrich y Larreta se ha acrecentado. La pandemia y la cercanía a nuevas elecciones le dieron un impulso más fuerte aún a la interna.

Las diferencias giran en torno al sentido de ser de Juntos por el Cambio después del estruendoso fracaso al frente del gobierno nacional.
Bullrich refleja el sector más “duro” porque es el que quedó fuera de toda responsabilidad de gobierno. Intenta afirmarse en una base social de clase media derechista, amiga de la represión e incluso negacionista de la pandemia. Puede darse esos lujos desde la tribuna, sin responsabilidades reales.
Por su parte, la estrategia de Larreta es más parecida a la de las fotos del año pasado en las conferencias de prensa por la pandemia. “Dialoguista”, en realidad tiene preocupaciones de gestión más concretas por hallarse al frente del gobierno de la principal ciudad del país. Los discursos delirantes contra todo tipo de medida sanitaria simplemente no pueden ser mayoría, afirmarse en la clase media reaccionaria más “loca” solo puede servirle para perder peso.

La surgida en las entrañas del peronismo plantea un discurso mucho más represivo, la cual la lleva a liderar la denominada “ala dura” del Pro. En 2021 se metió de lleno en el plano ideológico con el lanzamiento del libro, “Guerra sin cuartel”, un intento desesperado de seguir estableciendo la máxima de la “pelea contra el narcotráfico”. Con un eje orientado específicamente a la seguridad busca consolidar a la parte del electorado más reaccionario. Aquel que formó parte de las marchas y banderazos (de los cuales ella misma participó) y que ha sido el más seguidor del ex presidente. En este plano, el propio Macri, en principio con muy poco capital político, acompañaría (al menos desde dentro de la interna) a quien fue su Ministra durante cuatro años.
Por otro lado, aparece el “moderado” Larreta. El Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires apuesta a un discurso mucho más mediado. La comprensión desde su entorno parte que de cara a la Presidencia, correrse hacia la derecha no será del todo efectivo. Es por ello que apunta sobre todo a la amplia avenida del medio.
En los hechos la batalla entre ambos dirigentes se manifestó en declaraciones de un lado y del otro, que aumentaron la tensió. Una de las cuestiones que más relevancia tuvo en los últimos tiempos fue la postura alrededor del “Vacunatorio VIP”. Bullrich criticó con fiereza mientras que Fernán Quirós, Ministro de Salud de CABA, lo tildó como un mero error. El nombre de Quirós es vital, dado que se perfila para encabezar la lista de diputados nacionales por la Ciudad, cargo al cual también aspiraría la ex Ministra de Seguridad Social bajo el (corto) gobierno de Fernando De La Rúa. Quien todavía no definió su postura y juega a la incertidumbre es Vidal. Todo parecería indicar que quedaría del lado de Larreta, por su anhelo de fugarse de la Provincia tras su abultada derrota. La interna de pesos pesados se sintetizaría en Bullrich- Macri y Larreta- Vidal. Fórmulas que incluso comenzaron a ser encuestadas por consultoras afín al espacio.
Además deben finalizar la delineación de los acuerdos con el resto de los protagonistas. El jefe de Gobierno porteño intentará mantener la relación con la UCR a partir de Martín Lousteau como medida de primer orden, Graciela Ocaña y Roy Cortina (Confianza Pública y Partido Socialista, respectivamente). Por su parte, Bullrich buscará congeniar con Jorge Macri, intendente de Vicente López por el PRO.
Bullrich adelantó su postura a principio de año y le marcó la cancha a Larreta: “Veremos a quien elige la gente”. No se refirió a la pelea entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos. Fue directamente apuntada a la posible interna. Vale destacar que todo el proceso sigue dependiendo en parte de la realización o no de las PASO. Por ahora quedaron establecidas en septiembre aunque están planeadas reuniones para ir por la suspensión definitiva.






