
El primer cuatrimestre, transcurrido enteramente durante la cuarentena, está llegando a su fin y en la facultad se discuten las condiciones de cursada para los siguientes meses. Durante todo este tiempo hemos denunciado el manejo autoritario de la gestión de Cristófalo, que viene decidiendo sobre lo que sucede con Filo sin oír las necesidades de estudiantes y docentes. Unilateralmente, las autoridades pasaron la cursada a la virtualidad y no han garantizado absolutamente nada para que estudiantes y docentes podamos adaptarnos a esta modalidad.
Los estudiantes sólo recibimos por parte de la gestión una encuesta que quedó en la nada y cientos de compañeros se vieron forzados a abandonar la cursada por falta de acceso a internet, a una computadora o celular en condiciones. En ningún momento se nos consultó ni se nos dio un espacio de asistencia frente a estas dificultades. Nuestros docentes se encontraron solos a la hora de pasar los contenidos a la virtualidad, dependiendo de sus propias posibilidades de pagar un Zoom o una computadora nueva, trabajando mucho más para idear formas nuevas de enseñarnos.
Al mismo tiempo, las autoridades le dieron la espalda a los trabajadores de la salud al rechazar el proyecto “Filo Solidaria”, impulsado por 200 docentes, estudiantes, no docentes y graduados, que propone abrir Puán para juntar insumos para hospitales públicos, negándose a cumplir un rol social ante la pandemia, en una postura sumamente egoísta.
La dirección tomada por Cristófalo lleva a Filo por un camino elitista y corporativista, donde continúen su educación los que puedan y los que no se queden en el camino, donde cada estudiante, docente o no docente, se preocupe sólo por sí mismo. Este camino profundiza las desigualdades en cuanto al acceso a la educación universitaria existentes entre aquellos con mayor o menor nivel socioeconómico. Deja afuera a los estudiantes con menos recursos en un momento donde aumentan los despidos, los descuentos salariales, la miseria; al mismo tiempo que super-explota a los docentes.
La situación crítica a la que nos enfrentamos ha aumentado gravemente la deserción estudiantil que ya venía en aumento. Para garantizar el derecho a la educación en las circunstancias excepcionales que vivimos bajo la pandemia, deben tomarse medidas excepcionales que faciliten que los estudiantes podamos recibirnos, continuar con la carrera y aprobar las materias que cursamos docentes. Queremos que la educación universitaria sea un derecho de todos, de los jóvenes precarizados, de los hijos de laburantes, no sólo de aquellos que la puedan pagar. Creemos que la respuesta al problema tiene que ser inclusiva, para que todos podamos continuar con la cursada.
Por todo esto, desde el ¡Ya Basta! proponemos las siguientes medidas:
Otorgar la regularidad de todas las materias del primer cuatrimestre y el segundo cuatrimestre de 2020 a todos los estudiantes que se hayan anotado para cursarlas, tal como se ha resuelto en la facultad de Ciencias Sociales, permitiéndoles a los estudiantes rendir final como regulares.
Que se restablezca la Promoción Directa que la gestión sacó para las materias del primer cuatrimestre que anteriormente tenían esa modalidad.
Instar a las y los docentes que dispongan la Promoción Directa para las materias que se dicten durante el segundo cuatrimestre. Esto les evitará una carga laboral extra al descomprimir la instacia de final y permitirá a los estudiantes avanzar con sus carreras.
Para poder rendir los exámenes finales virtuales, que la gestión garantice un espacio físico en la facultad con computadoras y conexión a internet al servicio de estudiantes, y docentes que lo necesiten, que funcione con turnos y con un protocolo de seguridad e higiene para cuidar la salud de todos.
Que la gestión y el rectorado garanticen una computadora o tablet y wifi gratis para los estudiantes.
En estas circunstancias extraordinarias es más necesario que nunca que defendamos la educación pública, gratuita y de calidad para todos. ¡Que ningún pibe se quede afuera de Filo!