
Específicamente, los testimonios brindados tenían como eje establecer cómo y dónde secuestraron, torturaron y desparecieron a Federico Álvarez Rojas e Hilda Leikis, compañeros militantes del PST, que habían sido activistas en la Facultad de Exactas de la Universidad de Buenos Aires y luego ocuparon cargos sindicales en la Comisión Nacional de Energía Atómica y en el INTA.
El primero de los testimonios fue brindado por su hija mayor, Alejandra, contando cómo a sus trece años de edad vio cómo un grupo de militares de civil con armas, a los golpes y amenazas, se llevaban a sus padres.
El Nuevo MAS, el periódico Socialismo o Barbarie y el portal Izquierda Web tuvieron un rol en que dicha audiencia fuera llevado a cabo: los fiscales que defienden a los familiares víctimas y sobrevivientes del territorismo de Estado pudieron establecer un vínculo con Alejandra Álvarez Rojas a tráves de nuestra organización. Alejandra le había dado una entrevista exclusiva al portal Izquierda Web para conmemorar a sus padres y por ello pudieron contactarla por medio de la nota y la juventud del partido. Podés ver la nota acá.
El testimonio de Alejandra, que ubica el día, el lugar y el modo en que se llevaron a sus padres es clave para poder de una vez por todas obtener verdad y justicia.
En ese sentido, el conjunto de los testimonios brindados coincidían en los métodos de tortura a los que fueron sometidos, cómo las personas sólo se convertían en un número para los genocidas; pero principalmente coincidían en que todos los detenidos eran militantes de partidos y organizaciones políticas, habían ocupado cargos sindicales en sus lugares de trabajo o estudio: eran personas que estaban decididas a cambiar el mundo e incluso en esa batalla a muchos le quitaron la vida por eso.
Desde el Nuevo MAS queremos seguir aportando a la construcción de la memoria desde esa perspectiva. Por eso organizamos una delegación de la juventud del partido para ser parte de esa experiencia, para que haya Verdad y Justicia, y para seguir peleando por un mundo en donde no haya ni explotación ni opresión. Gritamos bien fuerte ¡30.000 compañeros detenidos desaparecidos presentes!