
Al femicida de uniforme de una piba de 18 años lo cuidó el Estado hasta último momento, lo ciudó la Policía Bonaerense en primer lugar. A ella, que lo denunció 18 veces, incluso le negaron un botón de pánico. Úrsula Bahillo fue hallada muerta este lunes por la noche, asesinada a golpes y puñaladas a la altura del paraje Guido Spano a 13 kilómetros de la ciudad de Rojas.
A los amigos, familiares y cientos de vecinos que salieron a exigir justicia este lunes a las calles de Rojas, se los reprimió violentamente. Un video muestra hasta que punto se ensañó la misma fuerza a la que pertenecía Martínez con un grupo de pibas que protestaba frente a la comisaría de la ciudad de Rojas este lunes por la noche. Le dispararon cobardemente mientras se estaban retirando e hirieron a una en un ojo. Hablamos de la misma institución que permitió continuar en funciones y portar un arma a Martínez luego de las denuncias de Úrsula y otras 14 más de parejas anteriores.

El accionar de la policía Bonaerense fue avalado horas más tarde el ministro de Seguridad de la provincia y responsable de dirigir esa fuerza, Sergio Berni, quien respaldó y defendió la represión porque “quemaron un patrullero”. “Lo vuelvo a repetir, una situación que nada tiene que ver con el accionar policial terminan prendiendo fuego un patrullero que es una herramienta del Estado, de la Policía y de la ciudad de Rojas», dijo. Así juzga la gravedad de los hechos, un patrullero es una perdida mayor que la vida de una piba de 18 años.
Patricia Nasutti, la mamá de Úrsula, denunció en una entrevista que “Nadie nos quería decir que nuestra hija estaba muerta y me trataron como a una delincuente. Me pusieron esposas, estoy toda machucada por la forma en que me trataron, y fue un varón, aunque no le pude ver la cara porque me tiraron al suelo”. “Estoy esperando que el ministro Sergio Berni baje a la cúpula policial, quiero que la muevan entera porque no hicieron nada” enfatizó Patricia.
Un Estado que ampara y cuida a los violentos y femicidas
Patricia tuvo ocasión de relatar cómo actuó la policía cuando concurrió junto a Úrsula a la Comisaría de la Mujer a denunciar que Matías Ezequiel Martínez había violado la restricción perimetral los primeros días del mes de febrero. “Tenía fotos en la puerta de mi casa y no hacían nada, pedía por favor porque no quería que fuera una menos, que no me la tocaran y la salvaguardaran”.
En esa misma Comisaría le habían dicho que no tomaban denuncias porque “no trabajaban el fin de semana”. Se ve que las fuerzas represivas del Estado y los funcionarios cuidan a los violentos y femicidas con una claridad que asquea.
Se repite una y otra vez, hasta el hartazgo, que este femicidio se pudo haber evitado, pese a las reiteradas denuncias quien vivía con miedo era Úrsula (como tantas pibas) y así lo resumía una amiga desde su cuenta de Twitter:
“Úrsula avisó, fuimos a hacer la declaración y les chupó un huevo. Nos dieron un papel de mierda y nada más y hoy mi amiga está muerta. Ojalá se haga justicia por ella y por todas”
Una de las últimas novedades publicadas por la Agencia de Noticias Telam es que “El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, y el jefe de la policía de la provincia, comisario general Daniel García, dispusieron la intervención tanto de la seccional local como de la Comisaría de la Mujer de la ciudad de Rojas, mientras que Asuntos Internos trabaja en “auditorías preventivas”, a raíz del femicidio de Úrsula Bahillo y los posteriores incidentes, informaron fuentes ministeriales y de la fuerza.”
Tan tarde llegaron, tan poca importancia dan a la vida de las mujeres que denuncian hechos de violencia de género que muchas ya no están. No hay respuesta política del gobierno nacional a una pandemia que crece, la de los femicidios. No hay presupuesto para programas que no sean meros anuncios para lavarse la cara, como hasta ahora parecen las medidas que tomó el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.
Muchos jueces y funcionarios continúan fallando a favor de violentos y femicidas, como lo hizo la jueza Karina Zocconi días atrás al liberar al violador de una piba de 18 años que trabajaba en su local en el barrio de Once. Su decisión escandalosa fue revocada con posterioridad. Pero siguen siendo las pibas, los familiares, amigas y amigos, junto al movimiento de mujeres quienes ante cada caso salen a decir basta y pedir justicia en las calles.
Hoy se esperan manifestaciones convocadas por diversos grupos feministas, activistas y organizaciones en Capital Federal frente a la Casa de la Provincia de Buenos Aires. A las 18 horas en Callao al 273. En la ciudad de La Plata la concentración será a las 12 del mediodía en la intersección de las calles 7 y 50.
Por justicia por Úrsula, por todas. Porque lejos estamos de que se haya puesto fin al patriarcado, como alegremente dijo el presidente Alberto Fernández, en un país donde ocurre un femicidio cada 24 horas con el aval del Estado, sus instituciones y el gobierno.