Voces de un plenario obrero

Delegaciones de decenas de sindicatos se hicieron presentes en el club Unione e Benevolenza, en el barrio de Congreso, para discutir la situación actual de la clase trabajadora y repasar las principales luchas del último tiempo.

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El pasado sábado, en las vísperas del 1° de Mayo, se realizó el 4° Plenario Nacional de la Corriente Sindical 18 de Diciembre en la Capital Federal.

Delegaciones de decenas de sindicatos se hicieron presentes en el club Unione e Benevolenza, en el barrio de Congreso, para discutir la situación actual de la clase trabajadora y repasar las principales luchas del último tiempo.

Hacia las tres de la tarde dió comienzo la jornada, con un informe a cargo de Lucas Ruiz, dirigente docente de la Lista Gris Carlos Fuentealba de Neuquén. En su intervención, Ruiz señaló algunos de los problemas más urgentes, especialmente la enorme precarización del trabajo en la Argentina (y el mundo) de hoy.

En este punto resultó significativa la presencia de los trabajadores tercerizados de Comahue (Ferrocarril San Martín), que se hicieron presentes con una nutrida delegación y participaron además de la mesa del Plenario.

La nueva clase obrera

También protagónica fue la participación de los representantes del SITRAREPA, el primer sindicato de los repartidores de Rappi y PedidosYa. Se trata de una experiencia novedosa en el mundo sindical no sólo de la Argentina sino del mundo. Los repartidores son uno de los sectores más precarizados del país, además de haber estado entre los llamados «esenciales» durante la pandemia. El novel sindicato viene de realizar una nueva movilización al Ministerio de Trabajo hace pocas semanas.

Desde la mesa del Plenario, Belén (Secretaria Adjunta) repasó el proceso de formación del sindicato y señaló el problema estructural de la precarización. «Los trabajadores de reparto no tenemos ningún derecho laboral. Con la falsa idea de que somos ‘colaboradores’ las empresas se llenan los bolsillos y condenan a las nuevas generaciones a la ultra – explotación».

Emilse, Secretaria de Prensa del SITRAREPA, señaló además la extensión internacional de las nuevas formas de explotación mediante algoritmo. «El año pasado fuimos invitados a participar del Foro Internacional contra la Uberización del Trabajo en Bruselas. Los trabajadores por plataforma de todo el mundo estamos hermanados por una misma lucha. En vez de un capataz tenemos un algoritmo, en vez de un telegrama de despido tenemos un bloqueo mediante la aplicación. Es un capitalismo cada vez más cruel».

Además, señaló las primeras conquistas de los trabajadores por plataforma en el mundo: «El caso de los trabajadores de Amazon en Estados Unidos es histórico. Los pibes se organizaron sin experiencia previa, sin acompañamiento de ningún aparato sindical y lograron arrancarle un sindicato a Jeff Bezos, el mayor multimillonario del mundo. Organizados podemos torcerle el brazo a las empresas, no importa qué tan grandes sean. Si los compañeros de Amazon pudieron, nosotros vamos a poder».

Leandro, Delegado General del SITRAREPA en la zona sur del Conurbano, repasó las experiencias de solidaridad de los repartidores con otros sectores de trabajadores. «Llevamos campañas de apoyo a distintas luchas, de los compañeros tercerizados del Ferrocarril, de los trabajadores de Gotán y Ansabo». Desde la experiencia en el Conurbano, señaló además la extensión de la organización sindical entre los repartidores. «Llegamos a nuevas zonas y los compañeros ya saben del sindicato antes de que nos acerquemos».

La Nirva, una lucha contra el vaciamiento

Si algo tuvieron en común la gran mayoría de las intervenciones que cruzaron el Plenario, fue esa emoción auténtica que caracteriza las luchas de los trabajadores, que hermana a los que se encuentran en la pelea por una vida digna.

Un claro ejemplo de esto fueron las palabras de Paula Rojas, trabajadora de La Nirva.

«A los trabajadores de la Nirva nos abandonaron el sindicato y el patrón, que vació la fábrica. No teníamos ninguna experiencia de lucha, nunca habíamos hecho un paro. Ahora estamos peleando para ser reconocidos como cooperativa».

La Nirva, situada en Lomas del Mirador, produce los famosos alfajores Grandote. Los trabajadores de La Nirva (en su gran mayoría mujeres cabeza de familia) llevan ya dos años luchando contra el vaciamiento de Matías Paradiso. El patrón de Grandote realizó un lock – out y dejó a sus trabajadores en la calle.

Pero la organización de los trabajadores logró volver a poner en pié la fábrica y retomar la producción. «La fábrica es nuestra y no nos la van a sacar. Es de todos los compañeros que la pusimos de pié», sintetizó Rojas, arrancando un aluvión de aplausos a todas las esquinas de Unione y Benevolenza.

«Nunca vamos a dejar de pelear, siempre hay una nueva pelea. Hoy en día contamos con 26 compañeros nuevos, además de los que ya estábamos en la fábrica. Queremos seguir generando futuro para todas las familias y compañeros». Así testimonió Rojas la experiencia de control obrero en la fábrica: la de un trabajo incansable de organización y solidaridad para vencer la desidia patronal.

Resultaba imposible para todos los asistentes escuchar esta experiencia sin que estallen las emociones. «La Nirva es de los trabajadores, y al que no le gusta se jode, se jode», coreaban centenares de trabajadores al cierre de la intervención.

La pelea contra los despidos

Con la precarización y los contratos basura, se viene extendiendo por el país una oleada de despidos constantes. Las empresas (especialmente las tercerizadas y las agencias) contratan y despiden constantemente. Pero con los despidos se extienden también las luchas.

Este es el caso de los trabajadores de Alfalince, una empresa que terceriza servicios para Edenor. La firma despidió a más de 700 trabajadores hace pocos días y se espera un inminente cierre.

«Hoy acá encontré una puerta abierta donde creo que voy a poder ser escuchado», señaló Gastón, trabajador de Alfalince. «Queremos hacerle saber a Edenor y todas esas grandes empresas que no nos importan los nombres, sino la dignidad y nuestro derecho al trabajo», comentó el compañero. Tras el Plenario, los trabajadores despedidos volvieron a realizar medidas de fuerza exigiendo una conciliación obligatoria al Ministerio de Trabajo.

Otra gran empresa que aprovechó la crisis para despedir es Garbarino. La firma comercial despidió casi a toda su plantilla de empleados en un vaciamiento millonario. Gabriel, referente de la lucha de los despedidos, participó de la mesa del Plenario.

«Yo estoy acá por la solidaridad. El SITRAREPA, la Corriente 18 de Diciembre y el Nuevo MAS fueron los primeros que nos acompañaron aquel 27 de diciembre en el Puente Pueyrredón», comenzó su intervención el compañero.

«Garbarino es una empresa que se llevó la plata afuera del país. Yo les dí 15 años de mi vida y se llevaron todo mi esfuerzo afuera. A nosotros nos atendió el Presidente. Teníamos la esperanza de llegar al Presidente y que haga algo, pero no hizo nada. La semana siguiente nos llegaron 2000 telegramas de despido».

«Arrancamos nuestra lucha en marzo, aprendiendo de a poquito. Y aprendimos una palabra que es ‘traición’. Nosotros queremos simplemente trabajar, ganar lo que corresponde, darle una buena educación a nuestros hijos. Hoy estoy acá pidiéndoles ayuda a ustedes, y sé que van a estar ahí», continuó Gabriel en agradecimiento a la solidaridad recibida durante el conflicto.

«Hoy tenemos que estar levantando nuestros derechos, por eso estamos todos acá. Porque no queremos perder esos derechos que nos ganamos. Vamos a pelear por los derechos de todos los trabajadores, de Garbarino, del SITRAREPA, de la 18 de Diciembre, de la Lista Marrón, de la Carlos Fuentealba. ¡Vamos a pelear por todos esos derechos!». El final de la intervención de Gabriel se mezcla con los aplausos en un llamado a continuar las luchas en unidad.

 

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