
Una filmación revelada por la actual Agencia Federal de Inteligencia desató un verdadero escándalo político. En ella puede verse al ex Ministro de Trabajo de María Eugenia Vidal asegurando que «si pudiera tener una Gestapo, una fuerza de embestida para terminar con todos los gremios, lo haría».
El video data de junio de 2017 y muestra una reunión donde asistieron tanto funcionarios políticos como agentes de inteligencia y empresarios. En el archivo, que dura en total unas dos horas, se puede constatar que la reunión tuvo el objetivo de coordinar acciones entre el gobierno, los espías, la justicia y los empresarios para perseguir y encarcelar dirigentes sindicales. Concretamente, se hace referencia al «Pata» Medina, de la UOCRA, quien fuera detenido tres meses después.
La reunión es una prueba incontestable de cómo funciona el Poder del Estado capitalista y la clase social a la que responde: alejados de las cámaras, de los discursos electorales y del coaching marketinero de los candidatos, se trata de todo un aparato político, judicial y económico contra la clase trabajadora.
Muy pocas veces la sociedad tiene oportunidad de ver con sus propios ojos cómo funcionan estos entretelones del Poder. Pero esta excepcionalidad no debe confundirnos. Así es la «normalidad» del aparato del Estado funcionando al servicio de la clase capitalista.
Con todo, no deja de ser un escándalo la confesión de Villegas acerca de su deseo de tener una «Gestapo contra los gremios». Se trata de una apelación a recrear nada menos que a la Policía Secreta del régimen nazi, que amedrentó, persiguió y asesinó a aquellos grupos que se oponían al régimen de Hitler. Entre los cuales se contaban, por supuesto, dirigentes obreros y fabriles, socialistas y comunistas, además de integrantes de la comunidad judía y opositores en general.
Discurso contra los «sindicalistas», ataques a los trabajadores
El sincericidio de Marcelo Villegas no es mas que la confesión de uno de los deseos más profundos de la burguesía: poder aplastar y atomizar a la clase obrera y sus organismos para multiplicar al máximo la explotación.
Que este programa se exprese por momentos bajo la forma de la persecución a dirigentes sindicales no quita el fondo de la cuestión: ni al macrismo, ni a los jueces ni empresarios les interesa, por una sed de justicia, perseguir a los burócratas mafiosos que están enquistados en los sindicatos hace décadas y con los cuales siempre «tranzaron», sino que buscan pura y llanamente poder lanzar una ofensiva más frontal contra la clase trabajadora, una «embestida» en palabras del propio Villegas, debilitado sus organizaciones sindicales y cualquier otra herramienta que la clase se dé para defenderse de la explotación capitalista.
Que dichas organizaciones hoy por hoy sean burocráticas en su gran mayoría no cambia el fondo de la cuestión. El ejemplo del «Pata» Medina es sintomático: incluso tratándose de un dirigente millonario que vivía en mansiones (nada más alejado de la realidad de los trabajadores de la construcción) y manejaba el gremio con total ausencia de la más elemental democracia sindical, aun así su persecución buscaba desarticular la organización de los trabajadores.
Por otra parte, el kirchnerismo aprovechó para salir a vociferar que el video servía como prueba irrefutable de la existencia de la infame «mesa judicial» de Cambiemos, con la cual se perseguía a sectores opositores. La propia Cristina Fernández se manifestó en su Twitter en ese sentido, argumentando que se trata de un típico caso de lawfare como los que ella denuncia una y otra vez acerca de las causas que la involucran.
Qué otras pruebas necesitará la sociedad argentina, mas allá de las lógicas y legítimas adhesiones, para entender que el espionaje político y la persecución judicial que sufrimos quienes fuimos opositores a ese gobierno, no es un relato partidario.
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) December 27, 2021
Pero al hacer esto, el kirchnerismo confunde adrede las cosas. No es que no sean ciertas las sospechas de que muchas de las causas que enfrentan ex funcionarios del gobierno K sean «armadas» mediante mecanismos similares al que se muestra en el video del escándalo. Como dijimos más arriba, así funciona de manera relativamente normal el Estado capitalista y su farsa de «división de poderes».
Lo falaz es que se pretende etiquetar con la genérica noción de «persecución a los opositores» y de «lawfare» tanto las causas de corrupción de funcionarios (donde las causas armadas y truchas conviven, no obstante, con hechos de corrupción reales) como a los ataque a la clase trabajadora. Se busca así amalgamar los ataques que ensayan los de arriba contra la clase obrera, con las tramoyas y corruptelas de gobiernos y empresarios.
Caradurismo, nivel macrista
No queríamos dejar de señalar las lamentables y decadentes reacciones del sector político macrista frente a los vergonzosos dichos de Villegas.
La lógica indica que la primera persona en manifestarse debiera haber sido María Eugenia Vidal, quien era entonces la jefa política de Marcelo Villegas. Aprovechando la protección mediática de la que goza, la ex Gobernadora bonaerense no dijo ni una palabra de que uno de sus funcionarios de primera línea manifestó querer armar una Gestapo para embestir contra los gremios. Viniendo de Vidal, hacemos bien en este caso en interpretar que el que calla otorga.
Sin embargo, otros referentes del espacio de Juntos por el Cambio se vieron obligados a decir algo, sobre todo aquellos que pertenecen a la comunidad judía, por obvias razones.
Uno de ellos fue el diputado Waldo Wolff, del Pro. Wolff manifestó en su Twitter que repudiaba «la utilización del término Gestapo en temas banales». Léase bien: ¡no le parece mal que un funcionario del gobierno diga que quiere «terminar» con los gremios mediante una «embestida» (lo que le parece una «banalidad»), lo que le molesta es la utilización del «término»! Uno tendría que concluir que a Wolff no le molesta tener nazis en su espacio político. Lo que le molesta es que anden por ahí diciéndolo.
Repudio la utilización del término gestapo para temas banales siempre. No importa quien la haga.
— WW (@WolffWaldo) December 27, 2021