El día de hoy el movimiento de mujeres vivió una importante jornada. 200 personas se movilizaron a las puertas del Tribunal Oral Criminal Nº 2 de Quilmes, donde se dió a conocer la sentencia en el juicio contra Daniel Zisuela.

Zisuela es ex – concejal del Partido Justicialista en Florencio Varela, dirigente sindical y político que aprovechaba sus conexiones con el Estado para manejar una red de trata y explotación sexual de menores. Una causa escandalosa que refleja la íntima relación entre las redes de trata, el Estado, la policía y el poder político.

La sentencia es escandalosa. Daniel Zisuela, responsable de una red en la que abusaron de aproximadamente 40 menores de edad, fue sentenciado a solo 13 años de prisión. Si bien
es histórico lograr que un miembro del poder político sea sentenciado a una pena no
excarcelable, está claro que la sentencia no está a la altura de las vejaciones cometidas.

Asó lo reflejó la bronca con la que las víctimas agitaban afuera de los tribunales, dejando en claro que la lucha va a seguir para que se extienda la pena a los 20 años que la fiscalía solicitaba.

El perfil de este repugnante personaje de la política varelense es digno de ser analizado, ya que configura un caso testigo de cómo se manejan las redes de trata y explotación sexual. Zisuela fue concejal del municipio de Florencio Varela, presidente del bloque del Frente Renovador, Secretario Zeneral del gremio gastronómico UTHGRA en la zona sur y Presidente del club de fútbol Argentinos de Quilmes.

Durante cinco años prostituyó a menores de edad provenientes de los barrios populares de Varela. Zisuela las reclutaba para sumarse al PJ y, una vez establecido el vínculo, abusaba de ellas y las distribuía a prostituyentes en hoteles y departamentos de la zona. Incluso organizaba fiestas en lugares como el restaurante Prins en el cruce de Florencio Varela o Casa Amarilla con dirigentes políticos y sindicales que elegían “a la carta” a una menor para abusar sexualmente de ella.

Nada de todo esto pudo ser posible sin la acción deliberada de todas las esferas del aparato político (municipal, provincial y nacional). Zisuela aprovechaba sus contactos con la Policía para amenazar a las jóvenes. Les decía que si hablaban iba a mandar a algún “drogado” a matarlas y haría que la policía lo encubra como un intento de robo. A su vez, dentro de los prostituyentes que abusaban de las jóvenes se encuentra una larga lista de políticos, sindicalistas y candidatos que aún el domingo pasado se repartían entre las boletas del Frente de Todos y Juntos, como Darío Olmedo (Sec. Gral. ATE), Juan Olmedo (ex Sec. Gral. UOCRA), Diego Jiménez y Octavio Astidillo (Juntos), Mirta Rojas (Libres del Sur, Randazzo), Amancia Báez (Anses, FdT), y una larga lista de actuales funcionarios municipales del Frente de Todos.

Producto de la marea verde y del movimiento de mujeres es que hoy podemos hablar de una condena firme para este personaje. Las jóvenes abusadas comenzaron a organizarse por justicia por las vejaciones sufridas y para que ninguna joven más tenga que pasar por lo mismo.

Ese inmenso movimiento que conquistó el derecho al aborto legal, seguro y gratuito también se esparció en la conciencia de millones de pibas que empiezan a decir basta y a luchar contra la impunidad que garantizan el patriarcado y el capitalismo. Y gracias a esa enorme fuerza de mujeres, se organizan para que Zisuela y los responsables se pudran en la cárcel.

Desde Las Rojas nos hicimos presentes en la movilización para solidarizarnos con estas valientes luchadoras, dejar en claro que no es un caso aislado y que para que estas redes operen hace falta la complicidad de todo el entramado estatal y gubernamental. Por eso decimos bien claro que sin Estado proxeneta no hay trata.

Nos ponemos a disposición de estas valientes compañeras para que Zisuela y el resto de los cómplices se pudran en la cárcel, para seguir luchando por el desmantelamiento de las redes de trata y explotación sexual. Saludamos este golpe a la impunidad que no es obra de la Justicia, que rebaja la condena porque es parte del entramado que ampara violentos y proxenetas.

Esta condena es obra de la organización y la lucha desde abajo. Ese es el camino para seguir esta pelea, movilizando cuando se apele la sentencia y siguiendo en las calles hasta que no quede ni una piba, ni ningún menor en estas redes de explotación que se llevan a les mas vulnerables con el amparo del Estado.