El nombre de Paula, de tan solo 23 años, resonó en los medios nacionales a principios de esta semana al conocerse la noticia de fue hallada sin vida en su domicilio. Había sido víctima de una violación en manada en 2016. Desde que hizo la denuncia, padeció amenazas sistemáticas por parte de los acusados y sus familiares, quienes vivían en el mismo barrio. El Estado y la justicia le dieron la espalda y la revictimizaron, con un destrato aberrante de su caso y al mismo tiempo un abandono insensible. Llegó a hacer hasta 30 denuncias de que recibía amenazas y la única respuesta de la justicia fue la postergación del juicio por la violación hasta marzo del 2022.
VIDEO: Intervención de Abril (Secretaría por el derecho a la educación Unqui)
El caso de Marina Mesa es otro testimonio de la violencia y brutalidad que sufrimos las mujeres. El jueves 25/11 fue asesinada por su ex pareja en su domicilio, de quien lograra separarse hace dos años luego de padecer sistemáticas situaciones de violencia. Pero pese a esto, no dejaba de acosarla y amedrentarla, tanto en persona como mediante llamadas telefónicas, razón por la cual Marina poseía un botón antipánico. En la tarde-noche de ese jueves el perpetrador se presentó nuevamente en la casa de Marina, y sin darle tiempo de apretar el botón o pedir auxilio, fue degollada.
Estos casos son una de tantas muestras del carácter profundamente patriarcal de ese Estado que ampara, legitima y reproduce la violencia machista. Un Estado que es responsable de cuidar a los violadores y hace la vista gorda con los violentos, mientras revictimiza a las víctimas y las deja a merced de los femicidas. Un gobierno que debería disponer recursos y presupuesto para combatir la violencia hacia las mujeres, se apresta a acordar con el FMI el pago de la estafa de Macri a cambio de ajuste y miseria para lxs de abajo.
En ese sentido y ante los aberrantes hechos, desde la Comisión Contra las Redes de Trata – Zona Sur, de la cual Las Rojas y el Nuevo MAS somos parte desde el inicio, se impulsó la convocatoria a una jornada de lucha en exigencia de justicia por Paula y Marina, denunciando el abandono del Estado y responsabilizando a la justicia patriarcal.
Dicho espacio se conformó a partir del logro de encarcelar al ex concejal proxeneta Zisuela, y hoy pelea por juicio y castigo de sus cómplices. Desde Las Rojas creemos que es vital fortalecer estos espacios, mediante el debate fraterno e impulsando acciones en la calle, a los fines de posicionarse como polo de atracción que sirva para estar organizadxs ante las luchas que vienen.
Invitamos a todo el activismo a sumarse en la pelea por justicia por las compañeras y por erradicar toda violencia hacia las mujeres.