La empresa multinacional se vio obligada a poner fuera de funcionamiento un turno de producción por un fuerte brote de contagios de Coronavirus. A partir del lunes, se trabajará solo a la mañana con los trabajadores que (a priori) no estarían contagiados.

Los trabajadores afirmaron a Infogremiales que hay un «estallido de contagios» entre ellos, por lo que no es sostenible sostener la concentración de personas dentro de la fábrica.

«Tenemos compañeros a los que ya les agarró por segunda vez en dos meses. Tenemos gente con neumonía, otro estuvo internado hasta hace poco» sostuvieron. De unos 200 hisopados, 65 dieron positivo: esa tasa de positividad da cuenta de la gravedad de la explosión pandémica.

Las versiones que circulan sostienen que los contagios se deben más a la situación general que a la irresponsabilidad empresarial. Semejante «aclaración» está en sintonía con la política oficial de que la producción y las ganancias empresarias no se toquen, que para detener la segunda ola basta con no permitir el esparcimiento de los trabajadores, como si el virus tuviera un horario fijo de circulación en las horas de la madrugada.

Ese relato choca con lo que evidencian los números. La tasa de positividad de los test a nivel nacional dan alrededor de un 20%, mientras que el de Toyota estaría en torno al 32%. Además, los test no alcanzan a toda la población en la tasa general y en la planta de producción prácticamente sí. La mentira no se sostiene: el contagio masivo fue dentro de la fábrica.

En agosto del año pasado, todavía en épocas cercanas a los primeros picos de la pandemia, la fábrica tenía pleno funcionamiento y sucedió algo similar. La producción debió ser reducida por casos de contagios masivos. Las multinacionales como esta lograron ser declaradas «esenciales» por el favor del gobierno de Fernández. Porque evidentemente la producción de camionetas Hilux 4×4 es «esencial» para sobrevivir a la crisis del Coronavirus.