Una enorme charla con más de cien estudiantes y trabajadores de reparto por aplicación copó el Salón Verde; con un panel de lujo en el que participaron Guillermo Gianibelli, docente de la Facultad y abogado del sindicato del Subte y de SiPreBA; Matías Cremonte, presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas, asesor de Aceiteros y ATE Nacional; Emilse I., Secretaria de Prensa del Sindicato de Base de Trabajadores de Reparto por Aplicación (SiTraRepA) y Ramiro Manini, asesor legal del SiTraRepA. Intervención de Ramiro Manini, asesor legal del SiTraRepa.
“Si nosotros queremos ser otra cosa, queremos ser hombres y mujeres libres, la perspectiva es dejar de ser vendedores de mercancías, la perspectiva es transformar esas relaciones sociales, cambiar el mundo”
Me parece que esta buenisima la charla, en primer lugar les quería agradecer a todos los que se acercaron, a Matias, Guillermo y Emilse que están acá con nosotros y además quiero agradecer particularmente a Matías porque nos viene asesorando desde el momento cero con la construcción del SiTraRepA y que es una ayuda invaluable.
Esta charla está muy buena porque aparte, casi parece casualidad, pero la estamos haciendo en un año donde parece que los conflictos obreros surgen en todo el mundo y eso es muy interesante. Desde los 90, con la caída del muro de Berlín, nos querían vender la idea de que la clase obrera se había acabado, el fin de la clase trabajadora y esa idea se demostró falsa.
Me parece que en este siglo XXI podemos decir con mucha firmeza que la clase obrera está más viva que nunca, con un montón de cambios y particularidades obviamente, pero vuelve con toda la fuerza a aparecer en escena. Aparecen en todos los portales en primera plana como vuelven las huelgas de trabajadores en todo el mundo, centralmente en EE UU y Europa a partir de la inflación generada por la guerra de Ucrania y la salida de la pandemia. Es un hecho político que está siendo problematizado, porque vuelve el conflicto obrero con muchísima fuerza después de las derrotas de los años 90, que se vivieron a fines del siglo pasado. La vigencia de la clase trabajadora me parece qué es la que de alguna manera trae acá a colación el debate de cuál es la relación entre el marxismo y el derecho. En un punto es el debate de cuál es la relación entre el derecho y la transformación de la sociedad.
Me parece que es un poco lo que estuvieron problematizando Guillermo y Matías en este panel hasta que punto digamos el derecho transforma la realidad o el derecho consagra cosas que ya existen. Ahí me parece que el marxismo tiene un montón de ideas para traer, porque el marxismo justamente es una doctrina, una teoría, una serie de ideas ordenadas alrededor de cómo transformamos la realidad, de cómo terminamos con este mundo de opresión y explotación. Me parece que ese debate en este siglo XXI está más vigente que nunca, ahí quiero decir una cosa sobre lo que es la clase trabajadora en este siglo XXI que para mí tiene que ver con que estamos ante una nueva clase trabajadora, no nueva en el sentido que haya cambiado la relación de explotación clásica que existe desde los comienzos del capitalismo donde los trabajadores básicamente no teníamos nada para ofrecer salvo nuestra fuerza de trabajo y nos la compran los empresarios, como decía Matias, por su valor, por el salario digamos mínimo digno que se puede pagar por esa fuerza de trabajo, eso no cambió. Lo que si de alguna manera cambió con los años 90 y las derrotas que hubo por ejemplo se me viene a la mente la derrota de los trabajadores mineros en Inglaterra con Margaret Tatcher, la dictadura en Argentina, como también decía Matías, o el menemismo, que derrotó a los trabajadores ferroviarios en Argentina, hubo un corte en la experiencia histórica de la clase obrera. De alguna manera con este nuevo siglo XXI hay una nueva clase trabajadora en varios sentidos. En primer lugar en un sentido quizá geográfico, hoy en día el mundo es más asalariado que nunca, esto es un dato importantísimo, y esos trabajadores se ubican en rincones del mundo donde quizás antes no había tanto trabajo asalariado. Por ejemplo China, donde hay empresas como la Foxcom, una fábrica de elementos electrónicos donde hay más de 200 mil trabajadores muchos de los cuales incluso viven dentro de la misma fábrica. Le dicen Foxcom city, una especie de ciudad donde los trabajadores viven y mueren en el mismo predio. Más de 200 mil trabajadores en una sola planta, ¿de que fin de la clase obrera vamos a trabajar si tenemos una fábrica así? Esto se repite en todo el Sudeste Asiatico. Además las nuevas tecnologías que siempre los gurúes del capitalismos que venían a decir que las nuevas tecnologías iban a terminar con el trabajo, en realidad las nuevas tecnologías traen nuevas formas formas de trabajo, son distintas y son trabajadores que vienen con otras experiencias. En Argentina, por ejemplo, hay 50 mil trabajadores de reparto por aplicación, en Brasil dicen que hay mas de 100mil repartidores, no se cuantos hay en Europa, quizás Emilse nos puede contar más adelante, debe haber cientos de miles de trabajadores de reparto por aplicación en Europa, estamos hablando de una nueva clase trabajadora también en ese sentido, no solo geográfico, sino por el trabajo concreto que realiza, las nuevas experiencias que transita. El capitalismo todo el tiempo con su transformación trae nuevos sectores donde se puede producir y aparecen nuevos trabajadores que están haciendo nuevas experiencias, es un elemento de la realidad. Durante el siglo XX la clase obrera hizo grandes experiencias de lucha y de organización que en un punto se cortaron en los años 90 y principios de los 2000 y hay nuevos sectores de la clase trabajadora que están haciendo nuevas experiencias. El SiTraRepA es un ejemplo claro de eso, son un montón de compañeros y compañeras que están haciendo una experiencia nueva de organización que trae consigo un montón de cosas.
Se me viene a la mente un texto muy lindo de Engels, sobre la clase obrera en Inglaterra, que hablaba de como se formaban los primeros sindicatos a principios del siglo XIX, que se organizaban por fábricas o ciudades dónde los compañeros empezaban a organizarse por ejemplo en los bares, te sentas a tomar una birra con tus compañeros y de repente de ahí empieza a surgir una unión, una mutual, y ahí empezaron a surgir los primeros sindicatos a nivel mundial. Obviamente esos sindicatos, esa organización, es muy incipiente, recién arranca, son los trabajadores defendiendo lo más básico de su vida que es el valor de su fuerza de trabajo.
Porque ahí hay un problema que tenemos los trabajadores, y es que nosotros no tenemos tatuado en el pecho cual es nuestro valor. ¿Cuánto vale nuestra fuerza de trabajo trabajo? Y eso es un problema porque si bien uno puede determinar cuál debería ser el valor de la fuerza de trabajo, por ejemplo los compañeros de ATE del INDEC hacen la cuenta de cuánto cual es el salario digno que tiene que tener un trabajador para estar tranquilo. Pero sin embargo ese valor no está determinado por la naturaleza, es un hecho social. El valor de nuestra fuerza de trabajo lo tenemos que defender los trabajadores, lo tenemos que defender con nuestra organización sindical y política. Obviamente que en ese proceso no estamos transformando esa relación social, donde somos explotados. Lo que estamos haciendo es defender el valor de nuestra fuerza de trabajo, estamos defendiendo el valor de la única mercancía que tenemos para vender, como decía Marx. Con los sindicatos cuando salimos a defender ese valor estamos defendiendo nuestra capacidad de vender nuestra fuerza de trabajo por lo que vale. Eso no transforma el mundo, pero es fundamental.
Es fundamental porque plantea los presupuestos para poder plantear esas transformaciones, y esto lo digo porque en este siglo XXI esta joven y nueva clase trabajadora, de estas empresas súper tecnológicas hay una cosa muy pérfida que lo decía Emilse, que es que quieren instalar la competencia entre trabajadores, entre compañeros, ahí entre los repartidores pasa mucho lo cuentan mucho los compañeros en las paradas. Las empresas quieren instalar que no hay solidaridad entre compañeros sino que es el sálvese quien pueda vos vas a estar mejor si logras pedalear a destajo toda la semana, todos los dias, eso te va a permitir subir en puntaje, llegar a ser por ejemplo un repartidor diamante, con eso vas a tener una mejor tarifa y en ese camino te conviene estar por arriba de tus compañeros. En un punto la empresa te dice hasta te conviene ser mejor que tus compañeros, pedalear más que tus compañeros, te conviene no sentarte un minuto a organizarte, a pelear por tus derechos porque de lo que se trata es que vos vayas ascendiendo en las escalas de la aplicación a los codazos. El SiTraRepA con esta organización incipiente, importantísima que está haciendo trae ese debate a las paradas solidarias y eso es fundamental. Ls compañeros y las compañeras hacen una tarea que es muy valiosa que es ir a las paradas a discutir que para estar mejor no tenemos que estar a los codazos con los compañeros, si no que nos tenemos que organizar y tenemos que pelear por nuestros derechos. Es evidente que la ley de contrato de trabajo no transforman el mundo, pero sí es una enorme conquista obrera porque permite afianzar ese básico nivel de solidaridad. Porque la ley de contrato de trabajo impone que ningún trabajador y ningún empresario pueden “negociar” un contrato que esté por debajo de los convenios colectivos de trabajo preexistentes. Por un lado cristaliza las relaciones de fuerza, como decíamos antes, pero también pone un límite a la competencia entre los propios compañeros. Un convenio colectivo lo que te está diciendo es que un empresario no puede ir a buscar al trabajador más desesperado de todos y hacerlo aceptar trabajar por dos mangos, tiene que haber un piso. Los empresarios quieren destruir ese piso, para poner a competir a trabajadores desesperados entre sí, y romper con toda solidaridad de clase. Es fundamental romper con la idea de que es una guerra de todos contra todos, de trabajador contra trabajador. Y ahí los compañeros del SiTraRepA están dando esa pelea por el reconocimiento del sindicato y por que los reconozcan como trabajadores con su propio convenio colectivo que establezca esas condiciones, que cristalice unas relaciones de fuerzas más favorables. Es una pelea fundamental e importantísima. Una lucha no termina con las relaciones de explotación, Rappi, PedidosYa, Uber, Glovo, van a seguir explotando a los compañeros repartidores aunque logren estos niveles de defensa de sus derechos y demás, pero sí plantea un nivel de organización y conciencia para ir pensando en cuestionar otras cosas, para ir pensando en plantearse la posibilidad de cuestionar esas relaciones de explotación y eso se pone en cuestión a partir de la organización de los trabajadores y trabajadoras, eso es así en toda la historia de la humanidad, los trabajadores y trabajadoras pueden empezar a plantearse la transformación del mundo a partir de sus primeros grados de organización.
Ahí hay muchas peleas que para dar en Argentina y todo el mundo, pero este resurgir, este ascenso de los conflictos obreros, empieza a marcar que puede haber un camino para intervenir, que vuelva a aparecer la clase trabajadora en escena. En este momento hay huelgas de trabajadores ferroviarios en el Reino Unido y en los Estados Unidos, hay huelgas de trabajadores portuarios, enfermería, docentes, hay huelga en fábricas importantisimas como Kellogs, los que hacen los cereales, John Deere, una multinacional importantísima de producción de maquinaria agricola, un monton de peleas sindicales que empiezan a resurgir en este siglo XXI dónde un montón de compañeros están empezando a hacer sus experiencias de lucha. Porque la clase trabajadora hacía muchos años que no luchaba con este nivel de intensidad, tiene que ver con que en el los países centrales tuvimos muchos años donde no hubo prácticamente inflación y ahora los compañeros están sufriendo una inflación del 10%, mientras que los aumentos salariales normales son del 1% o 2% y eso empieza a plantear conflictos porque a vos la patronal te ofrece un aumento del 1% mientras la inflación es del 10% y la cosa se empieza a caldear. Ya están hablando de que se va a venir un ‘invierno caliente’ en la unión europea, justamente porque va a ser un invierno muy frío con precios de la energía muy altos y eso va a alimentar con muchísima fuerza la lucha de los trabajadores.
Este resurgir de la clase obrera también se expresa en la nueva clase trabajadora que empieza hacer sus primeras organizaciones, decía Emilse que los compañeros de Amazon. La experiencia que están haciendo estos compañeros es importantísima porque están organizando un sindicato en un lugar donde la patronal es profundamente anti sindical. Los trabajadores de Amazon ponían una mesita en la puerta de la empresa, pero Jeff Bezzos gastó 5 millones de dólares en hacer la campaña para que el sindicato no gane. Hicieron una campaña alucinante para instalar la idea de que el sindicato es malo, que no hay que organizarse, que con el sindicato, si viene el reconocimiento laboral, se terminan los puestos de trabajo, vienen los despidos, se van las empresas. En ese discurso los empresarios gastan millones de dólares en instalarlo porque para ellos es fundamental que esta nueva clase trabajadora que está ingresando a hacer sus primeras experiencias en la lucha se quede en el lugar del individualismo, del no organizarse, del sálvese quien pueda. Pero los trabajadores lo cuestionan todo el tiempo incluso jugándose sus puestos de trabajo. A la compañera que organizó el sindicato de Starbucks la despidieron. Una chica muy joven, de 22 años, se jugó su puesto de trabajo, es bárbaro lo que hizo esa compañera, ahí puso un mojón porque los compañeros de su Starbucks votaron delegados y están peleando para que la reincorporen porque es un despido completamente ilegal, ahi se armo un revuelo enorme y esta compañera se jugó su laburo en ese proceso. Es la entrada en la historia de una nueva generación. Que es la nuestra, es nuestra entrada en la liza histórica obviamente con nuestras ingenuidades con nuestras dificultades, pero en algún momento hay que empezar y lo estamos haciendo ahora, con el movimiento estudiantil, con un montón de estudiantes que vinieron a esta charla que están empezando a organizarse, los repartidores, que son muy jovenes, que estan empezando a hacer su primera experiencia sindical y eso es importantísimo porque es nuestra generación que empieza a hacer sus primeras armas en este siglo XXI que arrancan por acá, pero no sabemos dónde pueden llegar. Estos desarrollos, estas primeras luchas, que estamos llevando adelante. Que los jóvenes nos metamos en la historia nos permite superar esos límites en un punto del derecho. Porque obvio el derecho tiene ese límite, porque el derecho regula las relaciones sociales que existen. Pero en ese regular las relaciones sociales que existen si los trabajadores de reparto por ejemplo se ponen de pie y logran vender su fuerza de trabajo por su valor, no sabemos sin ese proceso no se abre una perspectiva de transformar la realidad de manera más profunda, revolucionaria y ahi me gusto como termino Guillermo, porque ahí entra la politica, ahi esta tambien el marxismo, esas ideas que nos sirven para entender cómo funciona el mundo y como lo podemos transformar. Los trabajadores a partir de estas experiencias, que en un punto son reformistas, que tienen que ver con defender la venta de su mercancía, el valor de su fuerza de trabajo, sus derechos más básicos, en esa pelea puedan empezar a plantarse un germen muy importante, que es la idea de que los trabajadores podemos gobernar el mundo. Los trabajadores si no empezamos por lo más básico para pelear por nuestros derechos laborales, por nuestra organización, por ser solidarios con nuestros compañeros es muy difícil plantear esa perspectiva. Pero a partir de estos elementos incipientes de esta organización incipiente de estas peleas nosotros los jóvenes, los trabajadores, podemos empezar a plantearnos esa perspectiva quién gobierna Argentina, quién gobierna en el mundo, qué se juega estos sectores y ahí los sindicatos con organización desde abajo son clave para poder generar esta conciencia donde los trabajadores puedan plantearse que tienen que gobernar los trabajadores.
Trotsky decía una cosa muy interesante sobre el ascenso del fascismo: ‘el fascismo viene a terminar con los elementos de la democracia de los trabajadores dentro del capitalismo’ por eso viene a terminar con los sindicatos, con las organizaciones, los centros culturales de trabajadores. Porque en un sindicato como el SiTraRepA que es un sindicato de base hay asambleas, hay torneos de fútbol, debate y en esos debate la conciencia cambia, se transforma, avanza y esos elementos son fundamentales. La organización, para nuestra generación, es fundamental para que empezamos a plantearnos la perspectiva, y en eso el marxismo es fundamental, de que el mundo es injusto. Defender el valor de nuestra fuerza trabajo no nos saca de ese lugar de ser vendedores de mercancías y si nosotros queremos ser otra cosa queremos ser hombres y mujeres libres que trabajamos de igual a igual, codo a codo con nuestros compañeros la perspectiva dejar de ser vendedores de mercancías, la perspectiva es transformar esas relaciones sociales, cambiar el mundo y en esas perspectivas obviamente nuestra perspectiva del derecho, del derecho laboral. Pero si es un punto de apoyo para empezar esa pelea y el marxismo es fundamental para orientar esa pelea, esta política y para dar primeros pasos en esa transformación del mundo.
“Los invitamos a sumarse a esta agrupación, para ser no solamente futuros profesionales que defienden y están con los trabajadores en todos lados si no también ser sujetos nosotros de la transformación de la sociedad“
Para responder a la pregunta de internacionalización también hay un elemento que es muy importante, con el neoliberalismo de los años 90, con la internacionalización del capital, los empresarios inventaron una estrategia que podríamos llamar la huelga de inversiones. Es una especie de chantaje de decirles a los trabajadores “si vos luchas por tus derechos yo me voy y hago mis inversiones en otro lado”. Es una estrategia que es mentira porque no pasa, los trabajadores ganan derechos y obligan a los empresarios a cumplirlos, pero es una amenaza que está todo el tiempo y una manera de revertir esa amenaza es la organización internacional. Si los compañeros repartidores logran ganar el reconocimiento laboral en todo el mundo las empresas no tienen a donde ir, eso es fundamental. En ese sentido es muy importante la organización de toda la clase trabajadora porque efectivamente es una lucha que los empresarios también quieren dar en todo el mundo y no tenemos que permitir que nos chantajeen con eso, si no pelear por nuestros derechos hasta el final.
Para agregar algunas cosas mas me parecia muy bien lo que decia Matias pero para darle una vuelta más, en realidad que los empresarios les quieren hacer creer que los repartidores son trabajadores “de otro tipo” y por lo tanto se merecen otras cosas, pero es mentira. Es muy profundo lo que dicen los empresarios en el fondo: “vos no te mereces tener vacaciones, como un docente, un obrero de la construcción, un aceitero, un petrolero, un metalúrgico, no tenes este derecho”. ¿Cuál es la trampa? Bueno me lo dijeron un montón de veces, si un repartidor se quiere ir de vacaciones tiene dos alternativas o pones un primo a manejar tu cuenta o te vas con la bicicleta, con la mochila a Mar del Plata y repartis o si no te quedas sin puntaje, esa no es una nueva forma de trabajar, esa es una nueva forma de explotar. Se están aprovechando que justamente las aplicaciones y algoritmos pareciera como que le esquivan a la ley y están haciendo cosas que son ilegales, qué es cuestionar los derechos básicos. Es ridículo que para irte de vacaciones tengas que ir con tu mochila porque si no repartiste esa semana caes de puntaje. No son vacaciones, no son vacaciones, estás en la costa pero laburando. Eso es impresionante pero es la verdad, nosotros le tenemos que pasar por arriba a esa mentira, decir que queremos todos nuestros derechos laborales que tienen todos los trabajadores, ¿no es tan rentable el reparto? ¿no es un emprendimiento rentable para la humanidad llevar un paquete de un lugar a otro? Que lo demuestren si es así. Porque son empresas que tienen mucha plata, no parece que le vaya muy mal a Rappi o a Pedidos Ya, en los balances dicen que pierden plata pero yo lo que veo todos los años hacen nuevos planes de inversión, abren nuevas oficinas, están en nuevos países, entonces ¿de qué estamos hablando? Ahí es fundamental la defensa básica de decir “somos trabajadores queremos los derechos que tienen todos los trabajadores” y ahí hay que combatir esta idea de que somos trabajadores “especiales”, ¿por qué seríamos “especiales”?¿Por qué no nos corresponden vacaciones, un salario de 150 mil pesos, una ART? No hay ningún motivo, no hay ninguna realidad que te lleve a ese camino. Lo que sí es la realidad del trabajo de ustedes es que trabajan a destajo, que los puntúa un algoritmo todo el tiempo, estas cuestiones no son cambios cualitativos respecto al trabajo que hacen, son formas de explotación. No puede ser un argumento “a los trabajadores de reparto los explotan mejor entonces no son trabajadores”. Al contrario, queremos demostrar la relación laboral justamente para que los exploten menos.
Para cerrar quería ir con una idea más, también dirigida a los estudiantes de derecho y a los estudiantes de otras facultades que están participando aquí de esta charla. Nosotros queremos ser profesionales en tanto abogados, economistas, contadores, sociólogos, para defender los derechos de los trabajadores. Eso es clave porque colaboramos con todas estas experiencias de los explotados y oprimidos para que ganen y triunfen. Obviamente los protagonistas son los trabajadores, siempre que vamos al ministerio de trabajo decimos algo muy claro: nosotros no queremos que nos regalen los derechos, queremos que reconozcan al SiTraRepA para que este sea quien gane los derechos. Los trabajadores son los protagonistas de esas luchas y no hay forma de que haya derechos laborales sin un sindicato reconocido que los conquiste. Si el sindicato es reconocido los van a conquistar, porque la organización del sindicato es impresionante y va a crecer un montón. Nosotros queremos ser profesionales para apoyar esas ideas. Y como decía Guillermo, como última reflexión, queremos decirles que además de ser profesionales para defender a los trabajadores, que se sumen a organizarse para transformar el mundo de conjunto. Porque nosotros queremos apoyar a los trabajadores porque de alguna manera sentimos que el mundo como está no está bueno y hay que transformarlo. Y esa pelea no es ser solamente abogado o ser solamente sociólogo o economista, también hay que ser militante. Es el debate político que decía Guillermo, llevar el debate político a todos lados. En ese sentido desde el ¡Ya basta! Derecho los queremos invitar en cada facultad donde ustedes estudien a que se sumen al ¡Ya basta! , que se sumen a esta agrupación que plantea estas ideas justamente para ser no solamente futuros profesionales que defienden y están con los trabajadores en todos lados si no también ser profesionales que militan, que se politizan, que intervienen políticamente para transformar el mundo. Con esos dos costados que son inseparables, militar al lado de los trabajadores, ayudarlos a ganar en sus peleas y también ser sujetos nosotros de la transformación de la sociedad y a eso los queremos invitar.