
Les amigues de Anahí perdieron la cuenta de cuántas veces tuvieron que presentarse a declarar. Hoy se sabepoco y nada sobre qué pasó con Anahí y comienza un nuevo debate judicial que no promete aclarar mucho más. Pero por abajo las paredes del municipio de Lomas de Zamora continúan exclamando, por todos los rincones, con mayor o menor prolijidad, con pintadas, esténciles o pegatinas: Verdad y Justicia por Anahí Benítez.
Breve repaso de una historia de impunidad y de lucha
En 2020 empezó el primer juicio contra Marcos Bazán y Marcelo Villalba. Las pruebas eran pocas y la confusión mucha. Pero apenas empezadas las audiencias, Villalba, que está incriminado por una prueba de ADN que demuestra que abusó de Anahí, fue declarado no apto para enfrentar el proceso judicial por supuestos problemas psiquiátricos. El juicio, que se terminó a las apuradas en pandemia y condenó a Bazán, fue altamente persecutorio de los amigos y amigas de Anahí que exigían justicia, y terminó con denuncias reaccionarias contra elles por falso testimonio.
Anahí desapareció en julio de 2017 y estuvo desaparecida una semana. Cuando se confirmó su femicidio supimos que había estado 5 días viva. Su cuerpo apareció a menos de 20 cuadras de su casa. Desde el primer día y durante toda esa semana, quienes la buscamos y exigimos al Estado que hiciera su trabajo fuimos sus amigues, compañeres, los centros de estudiantes del ENAM y de otros colegios de la zona y las agrupaciones del Movimiento de Mujeres y Diversidades. Sobre esa lucha se sostuvo después la exigencia de verdad y justicia, de una investigación que se meta con los poderes que se tenga que meter para llegar a todos los responsables.
Durante el juicio de 2020, desde Las Rojas y junto a la comisión “Verdad, Justicia y Transparencia por Anahí Benítez” exigimos la reapertura de la investigación porque entendíamos que el juicio no daba ninguna respuesta sobre lo que pasó ni sobre todos los responsables implicados. En las calles nos hicimos presentes para denunciar ese juicio trucho como garante de la impunidad.
La lucha y la denuncia constante conquistaron que en 2021 la Cámara de Casación anulara el juicio, y con él las denuncias reaccionarias contra les amigues de la víctima.
Queremos justicia por Anahí, que se abra la investigación y se condene a todos los responsables
Hoy parece que hubiésemos vuelto al primer casillero. Empieza un juicio muy similar en pruebas, hipótesis y testigos a ese primer juicio que empezó en 2020. Es decir, empieza un juicio que no promete proyectar ninguna luz sobre los acontecimientos que en 2017 llevaron a la desaparición y posterior femicidio de una joven compañera, estudiante, activista y luchadora por los derechos de les jóvenes y las mujeres.
Una vez más denunciamos al Estado, a la policía y a todos quienes permitieron por acción u omisión que esto llegue a suceder, y a la (in)justicia patriarcal que no brindó en todos estos años ni un atisbo de respuesta.
Una vez más y, como hicimos todos estos años, junto a les compañeres y amigues de Ana, junto a los Centros de Estudiantes de los secundarios de la zona, junto a las mujeres y diversidades que luchan incansablemente contra la violencia, alzamos bien altas las banderas de Justicia por Anahí y exigimos reapertura de la investigación y cárcel a todos los responsables.