
Según datos arrojados por UEPC, unos 5000 docentes son interinos. Esta cifra incluye a docentes de Formación en Ambiente de Trabajo (FAT), Programa de Inclusión y Terminalidad (PIT), Programa Avanzado en Educación (ProA), Coordinadores de Curso, Nivel Superior (UPC- Profesorados), Centros de Enseñanza del Nivel Medio para Adultos (CENMA), docentes de jornada extendida, entre otros. A esto se suman docentes interinos, designados por lista de orden de mérito en nuevas aperturas de cursos y para engrosar la lista con mayor precariedad, todas las designaciones que se han dado desde el inicio de la pandemia mantienen el carácter de interinatos a término o suplencias.
Otro punto importante son las condiciones laborales, que empeoran dependiendo del grado de precariedad del interinato, como es en el caso de FAT, en el cual lxs docentes desempeñan sus tareas, en parte, fuera de los establecimientos, sin contar con seguro y sin el cobro de viáticos.
Los interinatos en sus diversas formas (a término o indefinidos), dependen de los fondos destinados a educación, los que tienen que ver con financiamientos de planes y programas educativos. Pero existen casos como el de los docentes de FAT, aunque previstos en la Ley de Educación Técnica que, al existir un vacío en los mecanismos de selección, se da lugar a formas de acceso a estos cargos u horas cátedras cuya situación de revista es interina.
Todos los interinatos, en cualquiera de sus variantes son sinónimo de precariedad laboral. Con esto, lxs trabajadores interinos se encuentran sujetos a los vaivenes de las políticas educativas, lo que implica que en tiempos de ajuste a la educación, se corre serio riesgo de la pérdida del empleo debido a esta forma precarizada en la que se encuentran lxs docentes; ajuste que se traduce en amenazas de cierres de cursos en CENMA, en PIT y escuelas de nivel medio, que siguiendo la lógica pre pandémica, significó el cierre de 134 cursos sólo en 2019. Con docentes que aún se encuentran en disponibilidad debido a estos cierres y de concretarse estas amenazas, corren serio riesgo de continuidad laboral todxs los y las docentes en situación de precariedad.
Con todo este panorama, el día 13 de octubre se firmó el MEMORÁNDUM 03/2021 para el procedimiento de TITULARIZACIÒN de docentes interinos de PROA, PIT Y COORDINACIÒN DE CURSO. La medida, calificada como un “logro gremial” por la conducción de nuestro gremio, solo alcanza a un universo minúsculo del total de docentes en ejercicio con situación de revista interina, como vimos en los párrafos anteriores y que no se encuentran incluidos en el MEMO 03/2021.
A eso se suma que para acceder a dichas titularizaciones se debe contar con título docente, a sabiendas que el 72% de los y las docentes de la planta funcional docente son profesionales universitarios, no universitarios y/o técnicos con títulos habilitantes que ejercieron (y ejercen) la docencia. Pero al modificarse el Estatuto Docente en diciembre del 2020, y con el total aval de la conducción del sindicato UEPC, deben contar con trayecto docente, aun cuando su trayectoria estuviera plasmada por años frente al aula. Una reforma que se disfrazó de profesionalización y que no es otra cosa que de flexibilización laboral.
Ante esta situación, es necesario exigir la titularización de todo el personal docente de todos los niveles y modalidades. Más aún cuando vemos el avance de la precarización en todos los sectores, el ataque a convenios colectivos como sucedió en Toyota y con las claras intenciones de ir por una reforma laboral. Medidas que afectan al conjunto de los y las trabajadoras, de las cuales los y las docentes formamos parte.
Por otro lado, es urgente la creación de nuevos cargos, en condiciones de estabilidad laboral, para la revinculaciòn de estudiantes que el Estado abandonó durante la virtualidad y la apertura de Gabinetes psicopedagógicos o aumento de personal en las que los poseen, en todas las escuelas de todos los diversos niveles y modalidades, para el acompañamiento de niñes y jóvenes que se vieron afectados por la pandemia COVID 19.
Por último, dado que la Pandemia continúa y es necesario el conservar la higiene de los espacios, resulta imprescindible el aumento y mantenimiento de la planta del personal de limpieza de todas las escuelas.
Frente a la tragedia educativa que se agudizó con la Pandemia, es necesario aumento de presupuesto para Educación a los fines de dar respuestas a necesidades actuales que se presentan, sin ningún trabajador en condiciones de precarieriedad. Que cada trabajador cuente con el sostenimiento pleno de la estabilidad laboral, en condiciones laborales óptimas y con salarios que puedan cubrir todas las necesidades. Plata para educación y no para el FMI.