En Santa Fe, una madre llevó a su hija de 12 años a un control médico, donde se enteraron que estaba con un embarazo en curso. Así, la niña le contó a su madre que su padre, quien ya contaba con denuncias por violencia de género, la violó. La mamá había aprobado que la víctima interrumpiera el proceso de gestación, pero para eso tenían que viajar hasta la capital provincial. Sin embargo, nunca llegaron para realizar la intervención.
En ese momento, las autoridades del hospital Iturraspe encendieron sus alarmas. Inmediatamente la Justicia inició una investigación para encontrarlas. Gracias al acompañamiento de trabajadores sociales de la Secretaría de la Niñez, se confirmó que una asociación civil celeste se había contactado con ellas durante el fin de semana. Finalmente, dieron con su paradero: estaban retenidas en una clínica privada dirigida por la ONG antiderechos Grávida.
La niña de 12 años y su madre habían acudido en diciembre a un control médico en su ciudad natal, Garibaldi, en Santa Fe. Cuando se confirmó el embarazo, ella le contó a su mamá que su papá, de 42 años, había abusado de ella en varias ocasiones. Por este motivo, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) ordenó que se lo capturara. Finalmente, lo detuvieron el martes en la ciudad santafecina de Recreo.
Grávida: una organización dedicada a violentar mujeres
La organización, en su página web se jacta de ser un «servicio de acompañamiento para el fortalecimiento de la maternidad vulnerable». Con vulnerabilidad se refieren a las mujeres (¡y niñas!) «que son sorprendidas por un embarazo inesperado en un momento de dificultad, aquellas que viven su embarazo en situación de riesgo o soledad». El cinismo es increíble, una víctima de violación es «sorprendida por un embarazo inesperado». No se tiene en cuenta ni el contexto, ni la edad de la embarazada, ni el deseo de maternar.
En un comunicado, la agrupación feminista Las Rojas, expresó que «la Directora de esa organización, Diana Flores de Castillo, ya se había pronunciado a favor de la maternidad de las niñas, en las sesiones de Diputados de 2018 cuando se discutía la Ley de Interrupción voluntaria del embarazo».
En este sentido, por supuesto que no es la primera vez que Grávida intenta interrumpir una ILE, porque es a lo que se dedican. Por ejemplo en 2016, se conoció un caso de una niña discapacitada, también de 12 años, en el que una psicóloga de la ONG se infiltró en el equipo de salud del mismo hospital. Finalmente, le quitaron la matrícula y todavía se espera una sentencia del caso.
Respecto a la organización, la integrante de la Campaña por el Derecho al Aborto de Santa Fe, Mariángeles Guerrero, habló con El Destape. El método que utilizan “consiste en salir a buscar mujeres que están embarazadas que decidieron abortar, las abordan, les dan información falsa desde el punto de vista legal y médico, les prometen dinero, entre otras cuestiones, con el único objetivo de que lleven a término el embarazo”. “Afectan la autonomía en relación a los derechos sexuales para la decisión al tener información que no es verídica”, continuó.
Por otra parte, Las Rojas también expresaron que «desde la sanción de la Ley en 2020 sabíamos que teníamos que estar preparades para enfrentar las embestidas reaccionarias de quienes nos quieren negar nuestro derecho». «¡Exigimos que se investiguen y castiguen las responsabilidades de esta organización nefasta!», continuaron.
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