
La propuesta del gobierno fue fuertemente rechazada por docentes que se autoconvocaron e iniciaron medidas de fuerza. Entre ellas un acampe en la Plaza 9 de Julio de la ciudad ante la pasividad de los sindicatos locales que aceptaron la miserable propuesta (ADP no firmó, pero el resto si, como SADOP, SiTEPSa y UDA). Con cortes de ruta en distintas localidades del interior, movilizaciones y paros, desconociendo a sus direcciones sindicales. De esta manera se hicieron escuchar durante 8 días. Incluso, la asamblea del acampe exigió que sus delegados elegidos sean recibidos para la negociación paritaria, lo cual fue un gran avance de organización.
El reclamo docente proponía una recomposición salarial superior al ofrecimiento del gobierno provincial, un aumento salarial que recomponga el salario básico y la perdida de poder adquisitivo de 2018. “No te postules como presidente si no arreglaste el conflicto docente”, le cantaban los docentes a Urtubey.
Por la masiva organización de los autoconvocados, el paro se extendió por más de una semana y obligó al gobierno a hacer 3 propuestas superadoras, de las cuales dos se rechazaron y la última fue la que al final fue aceptada. Así el gobierno pasó de 23%, a 30, 35 y finalmente 38%. Los docentes se organizaron en torno al acampe, ahí se hacían asambleas que votaban que hacer en el marco de paro, y fue en una masiva asamblea que se discutió la propuesta del 38%. Es ahí donde se eligieron los delegados a las paritarias (debido a la poca confianza que inspiraron las direcciones sindicales burocráticas).
Finalmente, en una asamblea masiva, se resolvió aceptar la propuesta del 38% en 7 cuotas, un bono de 5000$ a cobrar a fines de marzo y un 2% más a los que tengan un solo cargo. Inclusive, producto de la fuerza de la lucha, se logró que no se descuente ningún día de paro.
La lucha encabezada por los autoconvocados fue un triunfo, y en un contexto donde son varias provincias en conflicto, Salta muestra un camino que poco se repite y muestra el rol que juegan las direcciones sindicales burocráticas vinculadas al peronismo. Ellos salieron a las calles a luchar, le marcaron la cancha a los sindicatos con paritarios electos en asamblea, y le torcieron el brazo a Urtubey.
La organización para la lucha es un paso importante para conseguir lo que se busca, y además se transforma en un ejemplo para la mayoría de las provincias del país donde las conducciones se niegan a poner en pie una verdadera lucha. Sigamos el ejemplo de los docentes de Salta: el de la derrota del ajuste que Macri, los gobernadores y el FMI quieren imponernos a los trabajadores.
Emilia, docente de la Lista Gris Carlos Fuentealba (Salta).