
El conflicto se desató a fines de marzo cuando los metalúrgicos rechazaron el 45% en cómodas cuotas hasta octubre firmado por el ex secretario general Caló, la patronal provincial pretendió aplicar ese aumento, pero los trabajadores estallaron de bronca contra esta miseria que no cubre ni de lejos el costo de vida en la isla donde todo es más caro.
Arrancaron con un paro por 24hs a fines de marzo y continuaron con otra medida por 48hs en la primera semana de abril ante la intransigencia patronal que no mejoraba la oferta, al no haber acuerdo el Ministerio de Trabajo de la Provincia decretó la conciliación obligatoria, al vencer el plazo la semana pasada, la volvió a prorrogar por 5 días más. En estos días las cámaras empresarias mejoraron la propuesta ofreciendo un 30% en abril, 15% en julio y 10% en octubre. Más dos sumas fijas, una de $25.000 en mayo, y otra de $20.000 en el mes de junio, incluyendo una cláusula de revisión para el mes de noviembre.
Las asambleas que se realizaron en todos los establecimientos rechazaron la nueva propuesta y votaron el paro por tiempo indeterminado, los metalúrgicos decidieron una medida dura frente a la negativa patronal a recomponer de verdad el salario que viene perdiendo como en la guerra contra la inflación, la bronca es muy grande contra estas patronales insaciables, que aparte de usufructuar las rebajas de impuestos de la promoción industrial pretenden aumentar más sus siderales ganancias a costa de pagar sueldos miserables.
Muchos metalúrgicos pensaron que con el cambio en la conducción ahora en manos de Furlán y Brunelli se produciría el cambio tan anhelado, que la UOM volvería a pelear por un salario digno, pero se encontraron con una nueva estafa, prácticamente siguen haciendo lo mismo que Caló, no escuchan el reclamo de las bases que piden a gritos salir a la lucha para recuperar lo perdido en todos estos años.
Los medios informaron profusamente que la nueva conducción se había echo «kirchnerista» dando a entender que se venía una UOM «combativa», nada más lejos de la realidad las fotos de la nueva conducción con Máximo Kirchner no significan ninguna renovación de esta repodrida burocracia sindical, las transas y roscas en las alturas no son para favorecer a los trabajadores, simplemente son maniobras del kirchnerismo para sumar apoyos políticos en función de la interna del peronismo.
Este paro por tiempo indeterminado es un bombazo que seguramente impactará en todo el gremio, es un ejemplo a seguir por los miles de metalúrgicos que son pobres por que ni siquiera llegan a la canasta básica, es un llamado a rebalsar a las conducciones «dormidas», el malestar es muy grande en todas las fábricas del país, es hora de realizar asambleas y exigir a los dirigentes que se sumen a la lucha emprendida por la seccional Río Grande de Tierra del Fuego.